VF (Vans y Supreme) pone el cartel de “se vende” a sus marcas en cartera
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Madrid – Desde la multinacional de la moda estadounidense VF Corporation, compañía líder y de referencia del sector, a escala global, desde su posición como empresa matriz de firmas de moda de la talla de Vans, The North Face, Timberland o Supreme, acaban de anunciar que se encuentran “revisando” su portafolio, con el fin de identificar posibles oportunidades de desinversión. Una decisión que han hecho pública al tiempo que han dado a conocer los “decepcionantes” estados financieros del tercer trimestre de su actual ejercicio fiscal de 2023/24.
Empezando justamente por esta última cuestión, cuyos términos es la que ha fin de cuentas ha llevado a la dirección de la multinacional ha adoptar la medida de empezar a revisar sus cartera de marcas propias, desde VF han dado cuenta de un último tercer trimestre de ejercicio, completado a fecha del pasado 30 de diciembre de 2023, que la compañía alcanzó a completar registrando ventas por valor de 2 960,3 millones de dólares. Una cantidad que supone una caída de un -16,15 por ciento frente a los 3 530,7 millones de dólares, así como de un -12,53 por ciento frente a los 3 384,74 millones facturados durante el mismo periodo de 2019; el último ejercicio que como ya sabemos llegó a completarse al margen de los efectos de la pandemia por coronavirus. Una evolución que termina dejando a la compañía recogiendo unas ventas totales, para lo que lleva de ejercicio, de 8 080,9 millones de dólares; un -8,92 por ciento menos que frente a los 8 872,9 millones de dólares facturados hace un año, y un -10,7 por ciento menos que con respecto a los 9 049,49 millones del mismo periodo finalizado en diciembre de 2019.
Acompañando a esta contracción de las ventas, en cuestión de rentabilidad, la multinacional estadounidense ha cerrado el trimestre recogiendo unas pérdidas netas por valor de -42,45 millones de dólares. Una cifra por su parte bien alejada del beneficio neto de hasta 507,86 millones de dólares que recogían al cierre del mismo periodo de hace un año, así como de los 465 millones de dólares del tercer trimestre de 2019. Una aguda caída en cuestión de rentabilidad, que termina dejando a la compañía, en términos anuales, recogiendo unas pérdidas netas por -550,57 millones de dólares, tras las pérdidas recogidas durante el primer trimestre, por -57,42 millones de dólares, y durante el segundo trimestre, por -450,69 millones de dólares; bien alejadas del beneficio neto por 333,47 millones de dólares generado durante el mismo periodo de hace un año.
“Nuestro desempeño en el tercer trimestre fue decepcionante”, para lo que “sin embargo, confiamos en que las acciones que estamos implementando como parte de ‘Reinvent’ —el plan estratégico de la compañía— permitirán a VF estabilizar y luego aumentar los ingresos y mejorar su desempeño operativo, en todas las marcas y regiones”, no ha dudado en salir a defender Bracken Darrell, presidente y director ejecutivo de la multinacional de la moda estadounidense desde el pasado mes de julio de 2023, a lo largo de unas declaraciones hechas públicas desde su misma dirección.
Caída generalizada de las ventas en todas las marcas de la compañía
Analizando, brevemente, el desempeño experimentado por la compañía durante este tercer trimestre de ejercicio, por marcas comerciales, todas las etiquetas que integran el portafolio comercial de VF han experimentado una caída de las ventas, con Vans, hasta ahora la principal firma de la compañía, hundiendo sus niveles de facturación hasta los 668,2 millones de dólares (-28 por ciento frente al pasado año). Caída que igualmente han experimentado las cifras de negocio de The North Face, con ventas por 1 192,1 millones de dólares (-10 por ciento); de Timberland, con ventas por 473 millones (-21 por ciento); de Dickies, con una facturación de 147,9 millones de dólares (-16 por ciento); y la certera de “otras marcas”, entre las que se incluyen firmas como Supreme, Eastpak, Napapijri, Kipling o Altra, con ventas totales por 479,1 millones de dólares (-6 por ciento). Una evolución la de este grupo de marcas “menores”, que justamente termina por situarse como la menor contracción de todas las experimentadas por la cartera de la multinacional.
Mientras tanto, por canales de venta, el canal mayorista ha sido el más afectado por la caída de los niveles de facturación, con una caída en ventas hasta los 1 174,1 millones de dólares (-26 por ciento). Una reducción de los niveles de facturación que ha sido mucho más leve en los canales de venta directos al cliente final manejados por la compañía, con unas ventas que “únicamente” han llegado a contraerse hasta los 1 786,2 millones de dólares (-8 por ciento).
Ya por último, por mercados, la región de las Américas, la principal fuente de ingresos de la compañía, es justamente donde más se ha visto afectado su negocio, con una caída de las ventas hasta los 1 586,4 millones de dólares (-24 por ciento). Una contracción que igualmente se ha experimentado en su negocio en la región de Emea, con ventas que han bajado hasta los 912,3 millones de dólares; y con la región de Apac mostrando el único dato positivo de todo el trimestre, con ventas que se han mantenido prácticamente planas en los 461,6 millones de dólares (+2 por ciento).
Revisión de la cartera de marcas
De cara ya a lo que resta de ejercicio, y para más allá, tras retirar sus perspectivas anuales como consecuencia de la presentación e implementación de su nuevo plan estratégico “Project Reinvent”, dado a conocer a fecha del pasado 30 de octubre, desde la dirección de VF se han limitado a señalar el que se reafirman en su objetivo de cerrar el ejercicio con un flujo de efectivo de 600 millones de dólares. Todo ello, mientras siguen adelante en su intención por continuar implementando las estrategias de su plan estratégico, centradas en esta primera etapa en torno a cuatro puntos cardinales, con el objetivo de mejorar sus resultados en la región de las Américas, en lograr impulsar la recuperación de la marca Vans, en reducir los costes y en fortalecer sus balances. Cuestiones estas últimas para las que ahora concretan desde la dirección de VF que la compañía, en su propósito por tratar de buscar “oportunidades” para continuar simplificando y agilizando sus operaciones e inversiones, ha empezado a realizar una “revisión estratégica”, y en profundidad, de los activos dentro de su cartera de marcas. Un proceso desde el que de este modo se están abriendo a explorar la posibilidad de desprender de algunas de sus marcas en cartera, medida que justifican bajo la premisa de garantizar que la empresa cuente con un portafolio únicamente integrado por marcas en las que “crean” y que “creen” un mayor valor a largo plazo.
“Ya hemos comenzado a ver el impacto de nuestros esfuerzos para ajustar el tamaño de la estructura de costes de la compañía y para mejorar su posición de inventario, lo que resultó en un flujo de efectivo más fuerte de lo esperado y en un aumento del margen bruto en el trimestre”, apuntaba a este respecto el mismo Bracken Darrell. Un análisis al que sumaba el que “este trimestre ha marcado el comienzo de la siguiente fase de nuestro plan de transformación”, que pasa, en línea con lo apuntado, por “restablecer el mercado de Vans, revisar nuestra cartera de marcas y continuar construyendo la organización del futuro”. Medidas con las que, apostilla Darrell, “a medida que nos acercamos al final de este año fiscal, mi confianza en el futuro de VF aumenta”.