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Thom Browne vence a Adidas en la “batalla de las rayas”

Por Jaime Martinez

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Photo Credits: El diseñador Thom Browne a su llegada al Tribunal de Nueva York. Michael M. Santiago / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / Getty Images vía AFP.

Apenas dos semanas después de que se iniciara el juicio frente al Tribunal federal del Distrito Sur de Nueva York que ha mantenido enfrentados, de uno y otro lado, a Adidas, multinacional líder del sector de la moda deportiva, y a Thom Browne, la firma participada por el Grupo Zegna fundada y dirigida creativamente por el nuevo y flamante presidente —desde este 1 de enero de 2023— del Consejo de diseñadores de moda americanos (CFDA), el caso quedaba visto para sentencia entrada la tarde del jueves 12 de enero. Momento en el que salían a deliberar los ocho miembros del jurado responsables de dirimir este litigio, desde el que se debía terminar por determinar el derecho de Thom Browne a poder seguir haciendo uso de las distintivas rayas y símbolos que caracterizan sus colecciones, y quienes terminaban emitiendo una resolución clara: Thom Browne puede continuar usando rayas en sus colecciones y estas no han vulnerado la propiedad intelectual de Adidas como marca registrada; fallo frente al que desde la multinacional alemana ya han prometido recurso.

Según entraban a argumentar desde la multinacional de la moda deportiva, y así nos encargábamos de adelantar desde FashionUnited a mediados de la pasada semana, en el marcado de la interposición de una demanda presentada a comienzos del mes de julio de 2021 ante el Tribunal de Nueva York, Adidas sostenía que Thom Browne había sistemáticamente vulnerado sus derechos como marca registrada, al hacer uso como elemento distintivo de sus colecciones de una serie de rayas, tanto en los diseños como en su “grosgrain” en franjas en rojo, blanco y azul. Un extremo que rechazaban de plano tanto el propio diseñador como sus representantes legales, aludiendo para ello, primero, el que Adidas no emplea rayas horizontales, sino barras verticales u inclinadas; segundo, el que el origen de las rayas empleadas por el diseñador estadounidense se encuentra en los históricos y tradicionales uniformes deportivos de los equipos universitarios, y en ningún caso en el histórico emblema de barras de Adidas; y tercero, que desde la propia Adidas vieron con visto bueno el que el diseñador accediese a no volver a hacer uso de tres barras concretas en sus diseños, pasando a cuatro u otro número indistinto, después de que ha ello le instaran precisamente desde el equipo legal de la multinacional deportiva, en un primer acercamiento con el diseñador mantenido hacia 2008, hace ahora ya más de 15 años. Un beneplácito que no obstante, han tratado de argumentar ahora, había quedado caducado, en la medida que el diseñador había estando expandiendo su modelo de negocio hacia el sector de la moda deportiva y athleisure sobre el que históricamente ha venido manteniendo su actividad Adidas. Motivo por el que reclamaban, además de la incautación y la destrucción de todo el material producido que estuviera infringiendo sus derechos como marca registrada, el que Thom Browne fuese condenada a abonar una compensación de 867.225 dólares, en concepto del pago de licencias por hacer uso de sus barras protegidas, así como de otros 7 millones de euros, en concepto de los beneficios que estimaban que su uso habría llegado a representar para la firma de moda norteamericana. Reclamaciones todas ellas que han quedado siendo rechazadas por parte del jurado al frente de la causa.

Photo Credits: Diseños de Thom Browne marcados con sus representativas barras horizontales. Thom Browne, página oficial.

“Nos complace que el jurado haya determinado que en ningún momento Thom Browne infringió ninguna de las marcas registradas de Adidas”, se encargaba de señalar por su parte un portavoz de la firma norteamericana, a lo largo de unas declaraciones recogidas por el medio de noticias Wwd. “Durante más de 20 años, Thom Browne ha sido una fuerza pionera dentro de la moda-lujo, aportando una estética y diseños totalmente únicos y distintivos, en los que se combinan la sastrería clásica con la sensibilidad estética de la indumentaria deportiva estadounidense”. Un papel en el que entienden que han sido en cierto modos reconocidos con esta sentencia, a partir de cuyo fallo la firma se enfocará a “continuar diseñando y facilitando los creativos productos que se han convertido en el sello distintivo de la etiqueta Thom Browne”.

Mientras tanto, del otro lado Rich Efrus, portavoz de Adidas, expresaba a través de un correo electrónico el que desde la firma de moda deportiva “estamos decepcionados con el veredicto”. Una sentencia frente a la que “continuaremos haciendo cumplir estrictamente nuestra propiedad intelectual”, mediante toda serie de acciones, contemplándose entre ellas, adelanta, “la presentación de las apelaciones correspondientes” al fallo emitido ahora en el contexto de este juicio.

Una lucha por la defensa de la creatividad de todos los creadores

A la vista del fallo, y en una causa para la que ya de antemano se le prometían especialmente difíciles y complejas las aspiraciones de Adidas, queda patente que han terminado prevaleciendo a ojos del jurado los argumentos esgrimidos por parte de Thom Browne, por encima de los del equipo legal de Adidas. Compañía desde la que a este respecto alegaba en su alegato final R. Charles Henn Jr., del despacho de abogados Kilpatrick Townsend&Stockton y representante legal de Adidas ante el tribunal, que si bien podía quedar claro que ningún comprador de una prenda de Thom Browne pudiera confundir uno de sus diseños con una pieza de Adidas, el público general sí podría terminar por caer en ese error, y no llegar a discernir entre el origen de los diseños de una y otra firma de moda. Todo, debido a la presencia de unas rayas de las que Adidas ha venido haciendo uso en Estados Unidos desde la década de los año 50.

En contraposición, y antes de su diatriba, era el representante legal de Thom Browne, Robert T. Maldonado, de la firma Wolf, Greenfield & Sacks, quien incidía en los argumentos de la defensa que de manera permanente se ha encargado de venir reiterando a lo largo de los 8 días por los que se ha terminado dilatando este proceso, mediante un alegato final desde el que entraba a destacar, primero, el que “Adidas no posee rayas” como marca registrada, sino esas tres rayas y algunas otras variaciones, mostradas siempre de manera vertical o inclinada. Siguiendo a partir de este punto en el origen de los diseños de Thom Browne en el mundo del deporte universitario, y apostillando el que se trata de un diseñador “reconocido como un revolucionario y un icono de la de industria de la moda”, por lo que “la idea de que Thom Browne quiera comerciar” y beneficiarse de “la reputación de Adidas lo ofende”, esgrimía el representante de la firma estadounidense. Concluyendo por su parte igualmente en que, debido al publico distinto al que se dirigen y a la disparidad del precio de sus ofertas, resulta impensable que nadie pueda llegar a confundir un artículo de lujo de Thom Browne con uno de Adidas.

Photo Credits: Diseños de Thom Browne marcados con sus representativas barras horizontales. Thom Browne, página oficial.

Una suma de apreciaciones, con las que finalmente Maldonado logró congraciarse y ganarse las impresiones de los miembros del jurado, responsable con su veredicto de garantizar el que Thom Browne pueda seguir haciendo uso, como hasta ahora, de los emblemas por los que han venido distinguiéndose sus colecciones de moda desde que la firma iniciase su andadura, allá por el año 2001. Momento en el que el diseñador norteamericano se decidió a fundar en Nueva York su propia casa de modas, como colofón a una carrera vinculada a la industria en la que comenzó como asistente de ventas de Armani, creciendo a partir de ahí como creativo como parte del equipo de diseño de Ralph Lauren, compañía de la que llegó a ejercer el cargo de director del departamento de diseño de “Club Monaco”, firma vendida por Ralph Lauren el pasado mes de mayo de 2021.

“Resultaba importante luchar y contar mi historia”, argumentaba el propio diseñador estadounidense, presente en el Tribunal durante todos los días del proceso, en unas declaraciones ofrecidas a la Asociación de la Prensa una vez emitido el fallo por parte del jurado. “Creo que resultaba ser algo mucho más importante y más grande que yo”, añadía Browne, puesto que “pienso que estaba luchando por cada diseñador que crea algo, y que después es perseguido por una gran compañía”.

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