• Inicio
  • Noticias
  • Empresas
  • Ternua Group presenta concurso de acreedores, con una oferta aparejada por Loreak Mendian

Ternua Group presenta concurso de acreedores, con una oferta aparejada por Loreak Mendian

Por Jaime Martinez

cargando...

Scroll down to read more
Empresas
Exterior de una tienda de Loreak Mendian. Credits: Loreak Mendian.

Madrid – Punto y final al proyecto de construcción de un gran grupo de moda vasco que fuera un referente en moda y sostenibilidad, después de que la compañía guipuzcoana Ternua Group haya terminado por presentar concurso voluntario de acreedores. Un procedimiento al que se han acogido presentando de manera aparejada una oferta vinculante para la compra de la marca Loreak Mendian, una de las cuatro marcas con las que cuenta la compañía en cartera.

Fundada en el País Vasco en 1994 con para entonces la firma de moda Ternua, especializada en ropa y equipamientos técnicos para la actividad deportiva al aire libre y de montaña, como único baluarte, la compañía de moda vasca poco a poco fue avanzando hacia su configuración como grupo industrial, a través de un controlado proceso de diversificación que cristalizaba con el lanzamiento de la firma Lorpen, especializada en calcetería técnica, y con el de la marca Astore, especializada en equipamiento técnico para deportes de invierno. Un catálogo que terminaron de completar con la adquisición, para mayo de 2019, de la firma Loreak Mendian, fundada en San Sebastián en torno al año 1995 por la pareja de emprendedores, y amantes del surf, formada por Xabi Zirikiain y Víctor Serna. Una casa de modas que se había mantenido como independiente por prácticamente 25 años, gozando de una gran popularidad tanto en la región del País Vasco como en una suma de otras regiones y mercados, primero bajo la propiedad de su pareja de fundadores, y en torno a partir del año 2006, bajo la de la familia Itarte. Propietarios ya no solamente de la firma, sino responsables directos del crecimiento y de la expansión que protagonizaría la marca durante finales de la década de los 2010, después de que Juan Itarte tomase el relevo de Susana Quiñones como nuevo director general de la firma en 2017. Momento en el que se dio paso a un decidido último proceso de reposicionamiento en el mercado, durante el que la marca llegó incluso a simplificar su nombre tomando por el mismo el de únicamente “Loreak”, y proceso que culminaba con la venta de la firma a Ternua Group, en ese mes de mayo de 2019.

Como principales acicates tras esa adquisición, que se completaba en unas condiciones que no se terminaron de hacer públicas en su momento, pero que en cualquier caso, y así trascendió, implicaban la integración de la familia Itarte dentro del capital social de Ternua Group, estaban los de tratar de impulsar a Loreak y el de tratar de llegar a destapar todo su potencial, beneficiándose del apoyo que a partir de ese momento iba a poder recibir por parte de un grupo para entonces tan consolidado como Ternua. Compañía que con la compra de Loreak daba un paso más en su diversificación entrando en moda, con el objetivo puesto en elevar sus ventas entre un +5 y un +7 por ciento, a nivel nacional, y por encima del +10 por ciento en internacional, tras la compra de la marca, que adquirían tras cerrar su último año fiscal de 2018 con unas ventas de unos 26 millones de euros. Un cúmulo de ambiciones, que no terminaron por alcanzar el límite de lo ambicionado, y que han terminado por derivar en la entrada ahora de todo Ternua Group en concurso de acreedores, y con, al menos por el momento, solamente justamente Loreak, rebautizada nuevamente como Loreak Mendian tras su compra por Ternua, con una oferta ya en firme que lograría dar continuidad a la empresa y alejarla de la liquidación.

Loreak Mendian, de esperanza para el crecimiento, a causar la caída de Ternua

Tratando de justificar y aclarar las causas que han llevado a la compañía a tener que finalmente solicitar su entrada en concurso de acreedores, desde Ternua Group, compañía con el certificado “B Corp.”, ponen en el origen de todos los males que han terminado por afectar a la viabilidad de la empresa, a los críticos episodios que han venido sucediéndose durante esta primera mitad de la década de 2020, y a partir de manera exacta de la disrupción provocada por la pandemia por coronavirus. Acontecimiento que terminó por paralizar por completo la actividad de la empresa, como la del resto del tejido comercial e industrial, en su caso a escasamente menos de un año de haber adquirido Loreak Mendian.

Según relatan al respecto desde la dirección de Ternua, la irrupción del coronavirus coincidió con el pleno proceso de relanzamiento que se estaba tratando de llevar a cabo de Loreak Mendian tras su compra. Proceso que, junto al resto de las iniciativas puestas en marcha para el crecimiento de la compañía desde el resto de sus marcas en cartera, terminó por quedar completamente superado por el contexto, afectando muy duramente a la empresa en términos tanto de rentabilidad, de deuda y de stock. Una suma de golpes de los que la compañía no terminó de recuperarse durante la fase posterior de “desescalada” y de regreso a la actividad comercial, que trajo consigo la instauración de una serie de cambios en los hábitos de compra y de consumo de los consumidores, que desde entonces continuaron afectando al desempeño de la empresa y de sus distintas marcas en cartera.

A esos efectos propios de la pandemia, defienden desde la dirección de Ternua, se sumaron, primero, los efectos derivados de la crisis de la cadena de suministros que se generó durante los primeros meses de la reactivación global de la economía; y segundo, los efectos también perjudiciales para el consumo que trajo consigo el estallido de la guerra en Ucrania, y el disparado aumento de los precios que durante toda esa misma “desescalada” no había hecho más que acelerarse. Una inflación que golpeó al poder adquisitivo de unos consumidores que ya mostraban para entonces unos nuevos hábitos de compra, en cuanto tanto a preferencias como a modelos; consumidores frente los que se han visto imposibilitados a poder responder desde Ternua, hasta el punto de haber tenido que finalmente acogerse a la figura del concurso voluntario de acreedores.

“La compañía lleva desde 2023 en una situación delicada”, un “ejercicio que cerró con unos ingresos que superaron los 34 millones de euros pero con resultado negativo y un progresivo aumento de la deuda”, ponen en contexto desde la compañía de moda vasca a través de un comunicado. Frente a ese complicado panorama, se buscó responder desde “diferentes frentes”, relatan, refinanciando la deuda, optimizando la estructura y las partidas de gasto, o impulsando la inversión y el crecimiento; una serie de decisiones que, defienden, “no han encontrado el respaldo y la complicidad de un mercado que ha experimentado una caída notable y continuada en el consumo de productos ‘outdoor’, especialmente desde el segundo semestre del 2022”. Por todo ello, y como consecuencia del “crítico momento por el que está atravesando el sector textil a nivel mundial, y que ha puesto en jaque a primeras firmas internacionales tras un ajuste de mercado tremendo y sin precedentes”, y que “ha impactado duramente en la compañía motivando esta situación”, es por lo que nos encontramos ahora con que Ternua Grupo ha presentado “concurso de acreedores voluntario”.

Con una oferta vinculante para la venta de Loreak Mendian

Como última actualización sobre su, complicada, situación financiera, desde Ternua detallan que la compañía alcanzó a cerrar su último ejercicio fiscal de 2024, acumulando una facturación anual de 29,2 millones de euros. Una caída de las ventas de un -14 por ciento frente a los 34 millones de euros del año anterior, y que llevó a la compañía a volver a cerrar en negativo sus cuentas anuales, acumulando una deuda de 16 millones de euros. Principales indicadores estos de un ejercicio de 2024 que la compañía cerró con una cartera de marcas integrada por sus cuatro firmas Ternua, Astore, Lorpen y Loreak Mendian; una plantilla de 180 trabajadores; y con 28 puntos de venta de gestión propia, ente tiendas monomarca y córneres.

Con sede en el municipio guipuzcoano de Arrasate-Mondragón, y con una planta de producción en la localidad navarra de Etxalar, una vez presentado el concurso voluntario de acreedores, el procedimiento seguirá adelante tal y como marca la Ley Concursal, siendo ahora responsabilidad del juez del Juzgado de lo Mercantil nº2 de San Sebastián en el que ha recaído el caso, el de tener que designar al administrador concursal que se encargará de liderar todo el proceso de insolvencia en el que incurrido la compañía de moda vasca. Administrador que será igualmente el responsable último de analizar y dar el visto bueno a las ofertas que pudieran presentarse por cada una de las distintas, y hasta tres, unidades de producción en torno a las que se estructuraba el modelo de negocio de Ternua Group, incluida la oferta en firme y vinculante que se ha presentado junto a la solicitud para su entrada en concurso de acreedores, para la marca Loreak Mendian.

A este respecto, “cabe señalar que hasta el último minuto y antes de tomar la decisión de acogerse a la Ley Concursal, la dirección de Ternua Group en aras a dar continuidad a la actividad y al empleo ha mantenido contactos con potenciales inversores a quien pudiera interesar hacerse con alguna de las unidades productivas”, alegan desde la misma dirección de la compañía de moda vasca. De entre todas las negociaciones, finalmente solo ha sido una la que se ha terminado por concretar, con la presentación aparejada al concurso de “una oferta vinculante por una de las tres unidades productivas, concretamente por Loreak Mendian”, y “sobre la que el magistrado del citado Juzgado debe resolver en el plazo de un mes”.

“Somos una gran familia, con un propósito claro de arraigo a nuestra tierra y con un compromiso por hacer las cosas bien y dejar un legado mejor del que nos encontramos”, han querido señalar desde la dirección de la firma, en un mensaje este dirigido especialmente tanto a sus trabajadores como accionistas, a los que han querido reconocer y dar las gracias por su “compromiso, esfuerzo y voluntad”. “Son principios irrenunciables que siempre nos han acompañado a todas y todos los que conformamos Ternua Group”, han reivindicado, al tiempo que han querido destacar cómo, “con respecto a los accionistas”, estos han llevado a cabo inversiones “de 20 millones de euros” desde 2010; y “en los ejercicios donde hubo beneficios optaron siempre por la reinversión”. Una muestra de compromiso hacia la empresa y el proyecto que suponía Ternua Group, frente al que igualmente han respondido sus 180 trabajadores y trabajadoras, “altamente comprometidos y conocedores en todo momento de las dificultades por las que se venía atravesando”.

En resumen
  • Ternua Group ha presentado concurso voluntario de acreedores.
  • Junto con el concurso, se ha presentado una oferta vinculante para la compra de Loreak Mendian, una de las cuatro marcas del grupo.
  • Como causas que han derivado en esta situación de insolvencia, se señala a los efectos negativos que han terminado por afectar a Ternua Group derivados de la pandemia, de la crisis de suministros que se generó durante la “desescalada”, y de la inflación.
También te puede interesar:
Finanzas
LOREAK MENDIAN
Quiebra
ternua group
Tribunales