Scalpers paraliza su proceso de venta
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Los principales propietarios de la firma de moda española Scalpers, cadena fundada por Rafael Medina, duque de Feria, junto a un reducido grupo de amigos e inversores en torno al año 2007, y a día de hoy controlada por el fondo de inversiones Trendsetters&Fashion Investments, habrían decidido paralizar el proceso de venta de la mayor parte del capital social de la compañía, que gestionan a través de dicho vehículo de inversión. Una operación que habrían comenzado a valorar a comienzos de año, y por la que ahora se habrían no obstante decidido a poner en suspenso.
Según las informaciones que en este sentido comenzaban a trascender a comienzos del pasado mes de febrero, un arranque de año que quedaba por entonces bastante alejado de la vorágine inflacionistas y de las incertidumbres a cuenta de esta actual guerra que está teniendo lugar en Ucrania, y que junto a la ralentización de la economía china terminarían dominando la escena económica internacional solamente unas cuantas semanas después, Jaime Bergel y Pedro Sainz de Baranda, los nombres que se encuentran detrás del fondo de inversiones Trendsetters&Fashion Investments, habían decidido comenzar a evaluar el interés que por entonces podía existir en el mercado por su participación mayoritaria en Scalpers. Compañía de la que controlan actualmente el 70 por ciento de su capital a través de Trendsetters, quedando la restante participación minoritaria de la firma en manos de Borja Vázquez y Alfonso Vivancos, actuales presidente y director ejecutivo, respectivamente, de Scalpers y propietarios de un 20 por ciento de su capital, mientras que el restante 10 por ciento se econtaría en propiedad de un conjunto de otros accionistas minoritarios.
Tras este primer empuje dado por Bergel y por Sainz de Baranda, posteriormente era desde el medio económico Expansión desde donde, aludiendo a fuentes financieras, se apuntaba a que de la operación podría llegar incluso a participar tanto Vázquez como Vivancos y el resto de los accionistas minoritarios de la cadena. Señalando por entonces a que el total de los propietarios de Scalpers estaban dispuestos a entrar a valorar ofertas para la venta, ya no solamente de ese 70 por ciento en manos de Bergel y de Sainz de Baranda, primeros instigadores de la operación, sino de hasta por el 100 por cien del capital social de Scalpers. Compañía para cuya venta partían, según el mismo medio, de una valoración inicial superior a los 200 millones de euros. Valor que se situaba así como la medida base desde la que estarían dispuestos a entrar a valorar las posibles ofertas por Scalpers, todo ello dentro de un proceso de venta restringido a solamente a aquellos inversores que hubieran demostrado un mayor interés por hacerse con la compañía, y para el que ya se señalaba que se habían contratado los servicios de las consultoras Arcano Partners y Jefferies Group.
Una operación “en pausa”
Si en un principio, y atendiendo a esas informaciones que comenzaban a circular a finales del pasado mes de febrero, y de las que ya por entonces dábamos buena cuenta desde FashionUnited, se apuntaba a este mes de marzo como la fecha que se había estipulado para comenzar a recibir y a analizar esa selección de ofertas, restringidas; ahora finalmente Bergel y de Sainz de Baranda, haciendo valer su condición como principales propietarios del capital social de Scalpers, habrían decidido como indicábamos congelar toda operación y retirar el cartel de “se vende” de su porcentaje mayoritario del 70 por ciento de la cadena. Decisión con la que paralizan cualquier intento de un nuevo, o actual, socio inversor por tratar de llegar a tomar el control de la empresa.
A este respecto, y según se encargan de adelantar desde el medio generalista El Confidencial, tras la decisión de los principales propietarios de Scalpers estaría el tratar de frenar la operación, pero con vistas a poder retomarla una vez que se terminen diluyendo las crecientes incertidumbres que pesan en el ámbito económico internacional. Una postura para la que habrían influido de manera decisiva, señalan desde el citado medio, tanto la caída de la confianza de los consumidores provocada tras el estallido de la guerra en Ucrania, como una inflación que se mantiene desatada. Factores con los que se augura una próxima caída del consumo, como bien se estarían encargando de poner de manifiesto los últimos resultados económicos hechos públicos por las grandes cadenas minoristas, especialmente de los Estados Unidos, frente a la que los principales propietarios de Scalpers habrían decidido responder así resistiendo al frente de la cadena, aguardando a la espera de disponer de un horizonte más optimista para retomar la operación.
Con la apertura de este proceso de venta, habría estado en el ánimo inicial de Bergel y de Sainz de Baranda el llegar a recoger una rentabilidad de hasta tres veces la inversión que llevaron a cabo para hacerse con la mayor parte del capital de Scalpers, allá por el año 2014. Unas estimaciones que hubieran sido difíciles de llegar a alcanzarse frente a un panorama como el actual, y todo ello a pesar de las buenas cifras de negocio y de crecimiento que seguiría cosechando en estos momentos Scalpers. Cadena que al cierre de su último ejercicio de 2021 habría llegado a generar unas ventas totales cercanas a los 110 millones de euros, cifra superior a los 72 millones de su ejercicio de 2020, así como superior a los 83 millones de euros en ventas que Scalpers llegaba a generar a lo largo de su ejercicio de 2019.