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Puig confía en la “resiliencia” de su modelo de negocio tras elevar su ritmo de crecimiento al +11,1 por ciento

Por Jaime Martinez

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Marc Puig, presidente ejecutivo de Puig, durante la ceremonia del “toque de campana” con la que se celebraba la admisión a cotización de Puig en la Bolsa de Barcelona, el 3 de mayo de 2024. Credits: BME.

Madrid – Desde la multinacional española de la perfumería, la moda y la belleza el grupo Puig presentaban a media tarde de este martes 29 de octubre, tras el cierre de la jornada de cotización, sus cuentas relativas al tercer trimestre de su actual año fiscal de 2024. Periodo finalizado a fecha del pasado 30 de septiembre que la compañía completo acelerando su ritmo de crecimiento, en términos de facturación, elevándolo hasta el +11,1 por ciento. Un indicador, han subrayado desde su dirección, de la fortaleza y resiliencia con la que defienden que cuenta su diversificado modelo de negocio.

Tratando claramente de blindar la renqueante valoración que vienen siguiendo la cotización de sus acciones desde que, a comienzos de este pasado mes de septiembre, se desplomasen a razón de la publicación de los estados financieros intermedios del ejercicio, en esta ocasión Puig han esperado al cierre de la jornada de cotización para informar de la evolución de sus niveles de facturación registrada durante el tercer trimestre de este mismo año fiscal de 2024. Periodo durante el la compañía alcanzó a generar unas ventas netas totales por valor de 1 257 millones de euros; cantidad que supone un incremento de un +11,1 por ciento con respecto al volumen de ingresos generados por la multinacional durante el mismo periodo de hace un año.

Sin que en esta ocasión desde Puig hayan terminado de informar cómo este último desempeño ha terminado por verse reflejado sobre los estados financieros de la compañía en términos de rentabilidad, cosa habitual en las cuentas de un tercer trimestre, pero que guardaba de un trascendental interés por ser precisamente esta la partida, la de los beneficios, que terminó por generar la rápida depreciación del valor de sus acciones que vienen acumulando tras el pasado 6 de septiembre, puesto en el contexto de todo este ejercicio, la multinacional de la belleza cerraba los seis primeros meses del año, tras lograr completar su ansiada salida a Bolsa, generando unos ingresos netos por valor de 2 171,22 millones de euros (+9,58 por ciento con respecto al mismo periodo de hace un año). Un dato positivo, no obstante ensombrecido por esa caída de beneficios del -26,56 por ciento con la que completaban el primer semestre del año, y al que ahora suman estos ingresos trimestrales del tercer trimestre por valor de 1 257 millones de euros (+11,1 por ciento). Una cifra que bien pone de manifiesto cómo la compañía está logrando aumentar su ritmo de crecimiento, en términos al menos de facturación, con respecto a los seis primeros meses del año, y que termina dejando a Puig acumulando una facturación en el conjunto de los nueve primeros meses del año por valor de 3 428 millones de euros (+10,1 por ciento). Eso, reiteramos, a la espera de saber cómo esta acelerada tendencia hacia el crecimiento de sus niveles de ingresos se terminará por ver reflejada sobre su partida de beneficios, cuestión que es de esperar que ya no se termine de aclarar hasta la presentación de los resultados anuales de Puig, pero sobre la que su presidente ejecutivo, Marc Puig, ha señalado que los beneficios también habrían experimentado un comportamiento positivo durante este último tercer trimestre del año.

“Puig alcanzó un crecimiento de dos dígitos en las ventas del tercer trimestre en un entorno complejo para el sector”, consolidando así un resultado que “pone de manifiesto la salud y resiliencia de nuestro negocio core —en particular, el de fragancias—, que ha acelerado en el tercer trimestre, y continúa creciendo por encima del mercado de belleza ‘premium’”, no ha dudado en querer salir a subrayar Marc Puig, presidente ejecutivo de Puig, a lo largo de unas declaraciones compartidas por la misma multinacional española de la perfumería, la moda y la cosmética. “La diversidad de nuestros productos y áreas geográficas, combinada con la fortaleza de nuestras marcas y unas inversiones focalizadas, se han traducido en un sólido crecimiento tanto de las ventas como de los beneficios de la compañía”, desvela. Y es “gracias a este incremento de +9,6 por ciento a perímetro y tipo de cambio constante en los primeros nueve meses del año”, concluye, el que “seguimos confiando en nuestra capacidad para crecer por encima del mercado de belleza ‘premium’, y conseguir nuestro ‘guidance’ a medio plazo”.

Crecimiento generalizado, por segmentos y mercados

Entrando a desgranar, brevemente, el comportamiento experimentado por la compañía durante este último tercer trimestre del ejercicio, por líneas de negocio, el segmento combinado de “Fragancias y moda”, bajo el que se reúnen las operaciones de moda y perfumería de firmas como Carolina Herrara, Jean Paul Gaultier, Nina Ricci, Rabanne, Byredo o Dries Van Noten, alcanzó a generar unas ventas netas totales de unos 935,2 millones de euros (+11,1 por ciento, frente al +10,73 acumulado en el primer semestre). Encargándose de terminar de completar estas partidas por ingresos los generados por las operaciones de Puig dentro del segmento de “Maquillaje”, bajo el que operan las líneas de cosmética de Carolina Herrara, Rabanne o Dries Van Noten, con Charlotte Tilbury como principal fuente de facturación, por 200,6 millones de euros (+7,3 por ciento, frente a la caída registrada del -1,78 por ciento durante el primer semestre); y por sus operaciones dentro del segmento de “Cuidado de la piel”, en el que opera a través de firmas especializadas como Uriage, Apivita, Barbara Sturm, Loto del Sur o de las líneas de productos de cuidado facial de Charlotte Tilbury, por 125,5 millones de euros (+18,6 por ciento, que reduce su crecimiento frente al +25,2 por ciento que llegó a mantener durante el primer semestre del año).

Mientras tanto, y por mercados, Puig no solamente logra seguir manteniéndose en un crecimiento de las ventas positivo sobre las diferentes principales regiones en las que opera, sino que en todas logra igualmente acelerar y aumentar ese crecimiento, empezando por su principal área de influencia, Emea, donde las ventas se han disparado en este tercer trimestre hasta los 676,1 millones de euros (+13,9 por ciento). Unos ingresos que se terminan de completar con una facturación en la región de las Américas por valor de 476,7 millones de euros (+9,8 por ciento); y en la región de Asia-Pacífico por 104,2 millones de euros (+1 por ciento).

“El segmento de ‘Fragancias y Moda’ siguió registrando un fuerte crecimiento a doble dígito en el tercer trimestre, con un incremento en ventas del +11,1 por ciento gracias a las regiones de EMEA y Américas”, destacan y analizan desde Puig; pero de entre los datos que ha dejado tras de sí este último tercer trimestre, remarcan, se “destaca el retorno del segmento de maquillaje a un crecimiento positivo”. Un regreso que llegó en su caso liderado por “la principal marca de maquillaje, Charlotte Tilbury”, firma que “se mantuvo” en un “sólido” aumento de su facturación, al registrar un firme “crecimiento en sus mayores mercados, la región EMEA y Américas”.

A la espera de un necesario plan estratégico

Mirando más allá del cierre de este tercer trimestre del ejercicio, desde Puig no se han abierto a indicar ninguna clase de nueva guía de previsiones o de perspectivas, confiando así, tal y como se desprende de las palabras de Marc Puig, en la “salud y resiliencia” de su modelo de negocio para alcanzar sus objetivos a medio plazo. Objetivos que señalaban con motivo de su OPI, y que pasan sobre la vaguedad de mantener a la compañía en un crecimiento de las ventas, a perímetro constante, de un solo dígito de valor alto, “por encima del mercado de la belleza ‘premium’”, y por mantener un margen Ebitda ajustado estable con respecto al de 2023, para 2024, y al alza para el medio plazo.

Desde estas estimaciones, cierto es que la compañía, en lo que a facturación se refiere, ha logrado situarse por encima de los últimos porcentajes conocidos del sector, liderado por un Grupo L’Oréal que lograba salvar las cuentas de su último tercer trimestre, coincidente en fechas con el de Puig, con un aumento de sus ventas de solamente un +2,8 por ciento. Un valor muy alejado del crecimiento del +11,1 por ciento registrado por la compañía española, del mismo modo que también lo están los 10 284,9 millones de euros facturados por L’Oréal, de los 1 257 millones de euros facturados por Puig durante el mismo tercer trimestre.

A partir de estas comparativas, y continuando con lo que ya hemos venido señalado desde FashionUnited a raíz de la acelerada depreciación que han seguido experimentando las acciones de Puig desde comienzos de este pasado mes de septiembre, seguimos advirtiendo de la necesidad que representaría para los intereses a largo plazo de la compañía, y para los de sus inversores y partes interesadas, el que, para más pronto que tarde, desde Puig terminasen por comunicar, e implementar, un plan estratégico sobre el que articulasen sus estrategias y objetivos de crecimiento para un medio plazo. Un plan para el que también advertimos nuevamente de la necesidad de que desde Puig traten de estructurar una serie de estrategias encaminadas a buscar destapar todo el potencial que encierran sus distintas, e históricas, casas de moda en cartera, y sobre las que venimos censurando de manera reiterada el que desde la multinacional española sigan tratando de instrumentalizarlas, poniéndolas al servicio de únicamente sus operaciones dentro de los segmentos de la perfumería y de la belleza, convirtiéndolas en unas cáscaras vacías con ninguna renovada influencia dentro del ámbito de la moda. Un plan estratégico con el que, en definitiva, poner en valor unas políticas para el medio y largo plazo, que deben ir más allá de la de vivir de las rentas y de la fama cosechada por distintos diseñadores a lo largo de la historia, y de la seguir firmando nuevas adquisiciones que adulteren los datos de crecimiento orgánico de la multinacional española, tal y como se ha venido haciendo hasta ahora; y plan con el que desde Puig además se armarían frente a la ofensiva que se disponen a librar dentro del mismo ámbito de la belleza desde la misma L’Oréal, desde donde ya han comunicado por su parte que sí se encuentran ultimando ya su propio “plan de estímulo” para el crecimiento, hoja de ruta que guardan la intención de empezar a implementar en 2025.

Resumen
  • Puig registró un crecimiento de ventas del 11,1% en el tercer trimestre de 2024, superando el crecimiento del sector.
  • El crecimiento fue impulsado por el segmento de fragancias y moda, así como por un retorno al crecimiento positivo en el segmento de maquillaje.
  • A pesar del crecimiento de las ventas, se destaca la necesidad de un plan estratégico para el futuro de la compañía.
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