Modacc hace balance (y pone el punto final) al programa circular Retexcat

Madrid – A finales de 2023 desde el Clúster Catalán de la Moda (Modacc) anunciaban la unión de 14 empresas catalanas en una iniciativa colaborativa dirigida a impulsar hacia la circularidad al ecosistema industrial textil de la región. Un programa piloto que, bajo finalmente el nombre de Retexcat, y con una duración fijada de dos años, acaba de tocar ahora a su fin, defienden desde la organización sectorial que demostrando que “el reciclaje textil postconsumo es una realidad técnica e industrial” en Cataluña.

Dibujando el reciclaje y ese avance hacia la circularidad como “el gran reto del sector”, según señalan desde el Clúster Catalán de la Moda (Modacc) se estima que en España unas 990 000 toneladas de productos textiles acaban al año en vertederos, con solo entre un 10 a un 12 por ciento de todos los residuos textiles postconsumo llegando a ser recogidos a través de un modelo selectivo. Cifras que, con respecto a Cataluña, se traducen en más de 137 000 toneladas de residuos textiles incinerados o depositados en vertederos, con solamente un 13 por ciento de todos los residuos —algo por encima de la media nacional— siendo recogidos mediante un modelo selectivo. Unos datos que en cualquier caso se espera que terminen de variar de manera decisiva una vez que termine plenamente de desarrollarse la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados, que se afianzarían sobre el consumo medio de 20 kg de productos textiles que se estima que se practica en Cataluña, y que en suma demuestran que, señalan desde Modacc, “el reciclaje textil continúa siendo una asignatura pendiente en los países desarrollados”, y que “existe una necesidad urgente de reducir el impacto ambiental del sector”.

Frente a justamente ese contexto, es frente al que se puso en marcha en 2023 el programa piloto Retexcat. Una iniciativa coordinada por el Clúster Catalán de la Moda (Modacc) y por la consultora estratégica Datambient, impulsada y financiada por la Agencia de Residuos de Cataluña (ARC), y de la que han terminado por participar las compañías de moda catalanas Mango, Boboli, Simorra, Sita Murt, System Action y Yerse; y las empresas textiles Solidança, Coleo, Picvisa, Triturados la Caña, Hilaturas Jesús Rubio, Hilosa, Pagès Valentí, Planafil y Estampados DAMF.

“Después de casi dos años de trabajo, el proyecto Retexcat ha llegado a su fin con resultados que abren camino hacia una industria textil más circular y colaborativa en Cataluña”, hacen balance desde Modacc. Y es que, “enmarcada en el Pacto por la Moda Circular”, impulsado por la Agencia de Residuos de Cataluña (ARC), dependiente del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural (DACC) de la Generalitat de Cataluña, la iniciativa “ha conectado empresas y entidades de toda la cadena de valor —desde la recogida y clasificación hasta el diseño, la hilatura y la confección— con el objetivo de impulsar el uso de fibras recicladas postconsumo en productos textiles comerciales y promover el ecodiseño y la circularidad en las marcas de ropa”.

Del desarrollo de hilos, al de colecciones y nuevos modelos de recogida

Haciendo en primer lugar un balance general de las principales iniciativas que han logrado desarrollarse bajo el paraguas del programa, cinco son a las que apuntan de manera directa desde Modacc: al desarrollo de hilos y tejidos confeccionados a partir de materiales postconsumo; a la producción colecciones listas para el consumo, comercializadas por Mango y por Boboli y producidas a partir de tejidos reciclados; a los procesos de capacitación en ecodiseño y circularidad que han logrado darse dentro de los equipos de las empresas participantes; y finalmente al desarrollo de nuevos modelos de recogida y revalorización de ropa usada.

“Entre los principales resultados” de la iniciativa, señalan, Retexcat “ha permitido desarrollar y testar hilos y tejidos reciclados postconsumo con propiedades técnicas y estéticas comparables a los materiales vírgenes”. Materiales cuyo testado a permitido demostrar “que el reciclaje textil es técnicamente viable, tanto con fibras de algodón como de lana, y puede dar lugar a productos de calidad y valor añadido”. Tanto es así, que el programa “ha hecho posible la producción de una colección de Mango Kids con contenido de tejidos reciclados”, y el desarrollo de “una colección para bebés con género de punto, elaborada a partir de hilos reciclados postconsumo" por Boboli. Todo mientras además, subrayan, “se han formado marcas catalanas como Simorra, System Action, Yerse o Sita Murt en ecodiseño y circularidad, y se han impulsado modelos de recogida de ropa usada”.

Ante el reto de los costes y de la capacidad industrial

Mientras se iban firmando cada uno de esos éxitos que han acompañado a la iniciativa, del mismo modo se han ido identificando los potenciales retos que siguen existiendo y que impiden o pueden suponer un claro impedimento al avance de la industria textil hacia un modelo más plenamente circular. Modelo que desde Modacc certifican que ya puede ser una realidad desde el punto de vista técnico e industrial, pero que a día de hoy todavía tiene que hacer frente a retos como los de los costes más elevados que se dan asociados al trabajo con textiles poscosumo; la falta de una infraestructura industrial con la capacidad de procesar grandes volúmenes de material reciclado; el de la escasa variedad de esa oferta que además se da en ámbitos locales impidiendo que la industria de cabecera pueda implementarlos; o la ausencia “de una regulación específica sobre el residuo textil”, lo que “limita el crecimiento de la demanda y, por tanto, la escalabilidad del modelo” circular.

“A pesar de esto, el balance de Retexcat es muy positivo, ya que ha permitido establecer sinergias entre marcas, fabricantes y centros tecnológicos, y ha sentado las bases de un modelo compartido de circularidad que combina innovación, calidad y sostenibilidad para reducir el impacto ambiental de la industria textil en Cataluña”, y eso mientras a la vez “también ha permitido a las marcas implementar estrategias de ecodiseño para sus productos y colecciones”, señalan desde Modacc. A la vista de todo lo señalado, añaden, “las conclusiones muestran que Retexcat ha demostrado que el reciclaje textil postconsumo es una realidad técnica e industrial”, a partir de ahí, “ahora hay que crear el puente de transición que permita pasar de experiencias piloto a una verdadera economía circular del textil en Cataluña”.