Modacc apostará por la “hibridación” para hacer de Cataluña la “capital de la moda” del sur de Europa

Madrid – Esta semana ha tenido lugar en Barcelona la Asamblea General del Clúster Catalán de la Moda (Modacc). Un encuentro que no solamente sirvió para reunir a un buen número de los representantes de las cerca de 150 empresas que se encuentran adheridas a este clúster sectorial, sino sobre todo y principalmente para reivindicar el papel de Cataluña dentro de la industria, y las estrategias que se van a tratar de poner en marcha para hacer de la región la “capital de la moda” del sur de Europa.

Organizada este pasado miércoles 18 de junio desde el nuevo campus de la escuela LCI Barcelona, durante la Asamblea General de Modacc, durante la que se aprovechó para rendir un sentido homenaje a Bernat Biosca, expresidente del clúster y CEO de Escorpion fallecido hace escasamente una semana, se hizo especialmente mención a las actuales dificultades que afectan al sector como resultado, y citamos, de un actual “contexto en el que el consumo de moda no atraviesa su mejor momento”. Una realidad sobre la que ya se encargaban de alertar esta misma semana desde la organización empresarial Acotex, desde la última edición de su informe “El Comercio Textil en Cifras”. Un estudio de mercado desde el que han dibujado la radiografía de una industria de la moda minorista en España que se muestra completamente estancada y paralizada en sus valores posteriores a la pandemia por coronavirus, como evidencia una evolución de las ventas que se mantienen un -38,93 por ciento por debajo de los niveles de facturación registrados al cierre del ejercicio de 2019.

Frente a este entorno tan complejo y desafiante, que afecta ya no solo y ni mucho menos a las empresas minoristas, sino a todos los demás agentes que participan del ecosistema de la moda española, desde Modacc han pasado a posicionar como a su principal prioridad la reactivación del sector, desde Cataluña. Región a la que consideran, por su herencia e historia, por su capacidad industrial y para la generación y formación de talento, por su ecosistema de innovación y con capacidad de investigación, y por su relevancia cultural a nivel internacional, como más que preparada para no solamente liderar ese proceso, sino para, y como resultado del mismo, posicionarse como capital de la industria de la moda del sur de Europa.

“Cataluña tiene una larga tradición industrial, con el sector textil como uno de los pilares económicos y culturales más importantes” de toda la región, mientras que por su parte Barcelona, como ciudad, “destaca por su capacidad de liderazgo y conexión con la moda a nivel internacional”, se encargaba de poner en valor durante el encuentro Pablo Montanaro, director ejecutivo de la marca de moda infantil “The Animals Observatory”, y actual presidente de Modacc. “A pesar de las dificultades recientes, existe una clara oportunidad para renovar la ambición del sector, aprovechando el talento, la tecnología y la historia existentes”, añadía a lo largo de unas declaraciones facilitadas desde la propia dirección de Modacc. En ese objetivo, añadía, “tenemos una excelente oportunidad” de posicionar a “Cataluña como referente del sur de Europa en el mundo de la moda”, señalaba, “conectando” al sector con “empresas diversas” de “dentro de las industrias creativas, fomentando la sostenibilidad y la innovación” así de todo el conjunto del ecosistema industrial y comercial de la moda de la región.

La hibridación como palanca

Dotando de mayor sentido, y contenido, a esas palabras ofrecidas por Montanaro, desde Modacc concretan que, en esos esfuerzos por salir a reactivar la industria de la moda catalana, el clúster se servirá de cuatro palancas clave: la apuesta por el talento, por la creatividad, por el legado textil, y por la tecnología. Áreas de las que de este modo se tratará de valer para apuntalar este “renacimiento” del sector, pero que además abordarán desde una perspectiva diferenciada, y dirigida a la hibridación de todas y cada una de esas cuatro palancas, de manera tan decidida como experimental. Una perspectiva y manera de operar que, en respuesta, termina dejando justamente a esa “hibridación” como a la gran palanca de la que se valdrán desde Modacc para impulsar esta reactivación que aspiran a poner en marcha de la industria de la moda catalana.

En lo que respecta de manera más detallada a cada una de ellas, en l que respecta al talento, desde Modacc subrayan el potencial de Barcelona como “hub internacional” en la formación de diseño de moda, gracias a la presencia en la ciudad de centros educativos de primer nivel y tan reconocidos como las escuelas ESDI, IED, La Llotja, o la misma LCI Barcelona desde la que se celebró su Asamblea General. Escuelas que en su conjunto conforman un “vivero de talento”, así lo definen, que termina sirviendo de nexo entre la generación de talento, la apuesta por la creatividad, y finalmente ese legado textil que atesora la región, en la medida que son, y deben ser, estas escuelas las que a la postre terminan garantizando el necesario relevo generacional que debe permitir a las empresas seguir renovando, ampliando y optimizando sus equipos, en aras de garantizar su continuidad. Un proceso para el que, he hilando ya con esa palanca sobre la apuesta por la tecnología, desde Modacc se reivindican a ellos mismos como el clúster sectorial de innovación desde el que se liderará todo este proceso, gracias a su capacidad para liderar tanto proyectos de colaboración público-privados, como esos de hibridación entre las empresas del sector, y el resto de los agentes que participan del ecosistema de la moda en Cataluña.

A este respecto, y siguiendo con lo ya señalado, desde Modacc hacen un especial hincapié a la hora de remarcar cómo esa hibridación deberá servir para dotar de un decidido impulso a todo este proceso de reactivación, a través sobre todo de la conexión entre el ecosistema industrial y comercial de la moda catalana, y el de la “creatividad” y la “tecnología”. Unas etiquetas paraguas bajo las que se enmarcan desde la pasarela 080 Barcelona Fashion, hasta toda otra clase de grandes eventos como los congresos tecnológicos como el del Mobile World Congress o los festivales de música como el Sónar, el Cruïlla o el Primavera Sound. Eventos en torno a los que se termina por concentrar una especial atención, que desde Modacc plantean que se puede, y debe, aprovechar para impulsar esta reactivación del sector, sobre la base de esa conexión más auténtica y genuina que puede llegar a establecerse con los nuevos consumidores de moda, ya no de manera directa por las marcas, sino a través de estos espacios más sensoriales y especializados.

“Cataluña y Barcelona disponen de un ecosistema único dentro de las industrias creativas, articulado a través de sectores como el audiovisual, los videojuegos, los congresos tecnológicos como el Mobile o el ISE, y festivales como Sónar, Cruïlla o Primavera Sound, entre otros”, ponen en contexto desde Modacc. Partiendo de ese valor añadido con el que cuenta la región, “la hibridación de la moda con estos ámbitos debe ser el motor de un nuevo renacimiento del sector, promoviendo actividades que se alineen mejor con los hábitos e intereses de los nuevos consumidores”, defienden desde el clúster de la moda. Dando el pistoletazo de salida a estas estrategias, concretan, la primera de estas ambiciosas estrategias de “colaboración tendrá lugar en el próximo Festival Cruïlla”, bajo cuyo paraguas, y “por primera vez”, adelantan, se presentarán “las colecciones de nuevos diseñadores emergentes de la Escuela ESDI con una pasarela dentro del propio festival”. A través de estas, y otras, iniciativas, “la junta del Clúster apuesta por que el talento, la creatividad, el legado textil y la tecnología sean las palancas para liderar desde Cataluña la capitalidad de la moda del sur de Europa”.