Los autónomos independientes reclaman al próximo Gobierno un nuevo sistema de cotizaciones

A las mismas puertas de los comicios de los que deberán de terminar saliendo elegidos los responsables políticos encargados de decidir la formación del nuevo Gobierno de España, pasamos a centrar nuestra atención sobre cuáles están siendo las reclamaciones —y esperanzas— que tienen depositadas sobre ese potencial nuevo Ejecutivo desde el colectivo independiente de Aupa, la Asociación de autónomos unidos para actuar que terminó marchando sobre Madrid a finales del pasado mes de abril. Una organización desde la que perciben estas elecciones como una “oportunidad de oro” para que se termine redactando un nuevo proyecto de Ley con un nuevo sistema “más justo” de cotizaciones, en una reivindicación que practican al tiempo que siguen defendiendo su modelo de asociación no subvencionada, libre, apartidista e independiente.

Así pues, era nada más conocerse la decisión adoptada por el presidente del Gobierno, Pedo Sánchez, de que los españoles debieran acudir nuevamente a las urnas este próximo domingo 23 de julio para, con su voto, participar de la elección de los nuevos miembros de las cámaras del Congreso de los Diputados y del Senado, cuando desde la dirección de Aupa no dudaban a la hora de salir al paso de la determinación mostrada por el líder del Ejecutivo, para reclamar la redacción por parte del próximo Gobierno de España que salga de las urnas un nuevo sistema de cotizaciones para los trabajadores autónomos. Un nuevo modelo para cuya redacción se pase además a tener en cuenta a la asociación, desde la que se ven y se entienden a sí mismos como entre los más legítimos representantes del colectivo de autónomos gracias a su modelo de gestión independiente y no subvencionado, así como modelo que sirva principalmente para dar carpetazo al nuevo sistema redactado por José Luis Escrivá, actual ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

El nuevo modelo, que era aprobado por el Congreso de los Diputados a fecha del 25 de agosto de 2022, pasó a entrar en vigor a partir del pasado 1 de enero de 2023, introduciendo un progresivo sistema de cotizaciones por un periodo máximo de nueve años, con revisiones periódicas cada tres años, con un primer periodo de cotizaciones que irán evolucionando así a lo largo de los ejercicios de 2023, 2024 y 2025, en el mejor de los casos introduciendo una reducción del precio de la cuota mínima de 30 euros, hasta los 200 euros mensuales para los autónomos con un rendimiento neto de su trabajo inferior o igual a los 670 euros mensuales, y en el peor, dejándolos en la cuota mínima de 290 euros para los autónomos con rendimientos de entre 1.125,9 a 1.300 euros, o con las “simbólicas” subidas de 90 euros a las que deberán hacer frente aquellos autónomos con unos rendimientos superiores a los 6.000 euros al mes, mediante el pago de 590 euros de cuota. Una cantidad esta que representaría un 8,3 por ciento de sus ingresos, frente al 17 por ciento que supondrá el pago de la cuota para los trabajadores con unos rendimientos medios, o el 29 por ciento para los autónomos que no alcancen ni tan siquiera a ingresar el SMI. Porcentajes todos ellos para los que, sin estar aprobado, ya se estarían barajando importantes modificaciones para las siguientes etapas de aplicación del sistema, a partir de 2026.

“La sorpresiva disolución del Parlamento y convocatoria urgente de elecciones generales por parte del presidente Sánchez tiene, entre sus muchos efectos, la cualidad de hacer decaer todos los proyectos de Ley que se encontraban en tramitación actualmente, entre ellos, el que establecía un nuevo sistema de cotizaciones para los autónomos que, básicamente”, destacaban desde Aupa, marcaba “unos incrementos progresivos muy notables en las cuotas que actualmente pagamos los autónomos como consecuencia de haber cometido”, añaden en tono irónico, “el horrendo crimen de querer ganarnos la vida, libremente, con nuestro trabajo”.

Entrando a analizar las propuestas que se habrían empezado a barajar ya para las siguientes etapas de aplicación de este modelo “progresivo”, “estos incrementos, en muchos casos, llegaban incluso a duplicar la cuota de autónomo para aquellos que ingresaran la astronómica cifra de unos 1.200 o 1.300 euros mensuales”. Todo ello, mientras además, apuntan, se “terminaba de dar la puntilla a miles de autónomos cuyo rendimiento neto, que tampoco estaba nada claro cómo se iba a calcular, ni siquiera alcanza, o lo hace a duras penas, el salario mínimo interprofesional”.

Reclamación de un nuevo sistema de cotizaciones

Sobre estos antecedentes, y partiendo así pues de este actual marco normativo que ha empezado ya a entrar en vigor, desde Aupa reclaman que el nuevo Gobierno que termine saliendo de las urnas se siente a negociar un nuevo sistema de cotizaciones. Una negociación para la que reclaman poder tener voz, y para la que defienden que sirva para terminar de dar salida a las que han venido siendo algunas de sus reivindicaciones históricas, entre ellas la de garantizar la exención de cuota para todos aquellos trabajadores autónomos que no alcancen a generar un rendimiento neto de su trabajo superior al del salario mínimo interprofesional.

Desde Aupa “pensamos que se abre una oportunidad de oro para, con independencia de quién gane las elecciones, el nuevo gobierno se siente con los representantes verdaderos de los trabajadores autónomos de este país y escuche sus reivindicaciones de manera que se consensúe y redacte un nuevo proyecto de Ley que contemple un sistema de cotizaciones mucho más justo que no penalice a los autónomos, que les proteja y les permita salir adelante”. Uno que, añaden, además “garantice que aquellos cuyo rendimiento neto no alcance el S.M.I. queden exentos de pagar cuota”, así como “unas pensiones dignas una vez llegada la edad de jubilación”.

A este mismo respecto, entraban a valorar, “esta oportunidad de hacer las cosas bien y con justicia no se puede ni se debe dejar pasar”. Siendo así que desde Aupa, no solamente es que se abren a dialogar con “todos los grupos políticos” que concurren en estas elecciones, sino que, “por supuesto que decir tiene”, subrayan, “que estaríamos encantados de sentarnos con el nuevo Gobierno resultante de las urnas en el mes de julio”, así como con “el resto de asociaciones de autónomos”, con el único objetivo de “trabajar en un nuevo proyecto de Ley mucho más justo, equitativo y sostenible para los autónomos de este país”, y quienes “somos la base del tejido empresarial”. “Garantizar el futuro de los autónomos es garantizar el futuro de España”.

Defensa de un modelo no subvencionado

Y si estas eras las reclamaciones que lanzaban a ese futuro Ejecutivo que deberá de salir de las urnas, en un guante que faltará por ver si se termina recogiendo por parte del próximo Gobierno, pretensión que ya auguramos compleja a la vista de la falta de interés y de lugar que ha ocupado la cuestión de los autónomos en los debates políticos que se han generado estas últimas semanas con motivo de las elecciones, en otro orden de cosas de Aupa han querido igualmente salir en la defensa de su modelo independiente de gestión. Un modelo del que critican que provoque que termine empujándoles fuera de las mesas de negociación, pero para el que sostienen que es la única vía que garantiza su independencia y su carácter apolítico, y el con ello mantenerse en su principal objetivo de trabajar en beneficio de los trabajadores autónomos.

“Desde su creación en 2017”, apuntan a este respecto, Aupa “lleva en sus Estatutos no aceptar ninguna subvención, ya sea estatal, autonómica o local para el mantenimiento y desarrollo de la asociación y todas sus actividades”, en lo que la lleva a mantenerse exclusivamente “con las cuotas que pagan sus afiliados, que son sólo 20 euros anuales”. “Por supuesto, esto supone un gran esfuerzo en buscar la forma más eficiente, es decir con el mínimo de recursos”, para que la Asociación pueda “lograr sus objetivos”, que pasan por “luchar por los derechos de todos los autónomos en España, sean del sector que sean”. “Sólo nos mueve colocar al trabajador y profesional autónomo en el lugar que le corresponde en la sociedad por ser el mayor generador de empleo en España”, pese a “que a día de hoy sigue trabajando con sus derechos muy mermados y cada vez mayor carga fiscal”. “Para conseguir esta meta, necesitamos trabajar libres e independientes”, y además “somos contrarios a que los impuestos de todos los españoles nos mantengan”.

A pesar de estos pilares sobre los que tratan de asentar firmemente su modelo de gestión, desde Aupa previamente ya se han lamentado de que “cientos de asociaciones” como ella “estamos siempre excluidos de los foros donde se dirime el futuro de los autónomos y los emprendedores de este país”, siempre por un mismo motivo. Y es que “el sistema está montado para que sólo las asociaciones que tienen subvenciones o cuentan con el respaldo de sindicatos, también subvencionados, pueden cumplir los requisitos exigidos” para hacerlo, “tales como disponer de sedes sociales en, al menos, tres Comunidades Autónomas o contar con un mínimo de recursos humanos en plantilla, etc. lo que implica, a su vez, disponer de notables recursos económicos de los que las asociaciones independientes que se nutren fundamentalmente de las aportaciones voluntarias de sus asociados, lógicamente, no disponemos”.

En consecuencia de todo ello, “los coordinadores provinciales y los afiliados de Aupa realizamos un gran esfuerzo para que todo lo denunciado anteriormente pueda cambiar, intentando reunirnos con otras asociaciones profesionales y también con los partidos políticos sin excepción, con todos aquellos que quieran escucharnos, para presentarles nuestras justas reivindicaciones y así continuaremos sin desfallecer”, explicaban desde la dirección de la asociación hace escasamente unas semanas. “Cada vez somos más y más convencidos de que merece la pena luchar por la defensa de los autónomos”.