El textil presenta sus reclamaciones al Gobierno de cara a la Presidencia europea de España

Un completo decálogo de recomendaciones y de puntos a abordar para reforzar el papel y la competitividad del sector textil europeo, dentro de un nuevo modelo económico asentado sobre los principios de la sostenibilidad y de la circularidad. Eso es, en resumidas cuentas, lo que desde la industria textil europea, representada por una delegación formada por miembros de la Confederación Europea de la Confección y el Textil, Euratex, y del Consejo Intertextil Español, CIE, le han hecho llegar al Gobierno, de cara a la próxima Presidencia de España del Consejo de la Unión Europea. Presidencia que dará comienzo a partir de este próximo 1 de julio, por un periodo de seis meses, y que desde el sector confían en que sea un tiempo que se pueda aprovechar para asentar las bases que sirvan para facilitar su transición hacia la economía verde y digital.

Se tratan estas de unas aspiraciones que no obstante, ya apuntamos, bien podrían terminar viéndose truncadas, a tenor de la convocatoria a elecciones generales por la que los españoles están llamados a las urnas el próximo domingo 23 de julio. Un plebiscito que, en el mejor de los casos, va a mantener a los miembros del Ejecutivo “distraídos” y dedicando gran parte de sus esfuerzos a acciones y a actos de campaña, y en el peor, interrumpiendo las iniciativas que puedan impulsarse a nivel gubernamental como consecuencia de un hipotético cambio de Gobierno. Unos riesgos que si bien no interrumpirán el periodo de la presidencia europea de España, si la dejan bien marcada y “viciada” antes incluso de arrancar su singladura, ejerciendo desde el Ejecutivo español un papel desdibujado dentro de la propia presidencia Española del Consejo de la Unión Europea, para la que aún con todo se buscará seguir adelante con la hoja de ruta ya trazada desde las instancias europeas para este periodo. Una etapa desde la que desde la industria textil europea esperan que se atienda a las varias propuestas que han puesto ya en conocimiento del Gobierno de España, con el fin de reclamar ayudas a la innovación y a la investigación, y el desarrollo de reglamentos y controles que garanticen la justa competencia del sector dentro de la escena global, como principales palancas que contribuyan a facilitar su transición hacia este nuevo modelo económico más sostenible y digital hacia el que nos encaminamos, y nos empujan desde las mismas instancias europeas.

Con tal fin, la delegación textil, de la que han formado parte Alberto Paccanelly y Dirk Vantyghem, presidente y director, respectivamente, de Euratex, y en representación española Pepe Serna, presidente del Consejo Intertextil Español; Jose María Mestres, vicepresidente del CIE y miembro de la junta de Euratex; Salomé Beneyto, secretaria general del CIE; Marta Castells, miembro del CIE y representante española en Euratex; León Grau, miembro del CIE y presidente del Instituto Tecnológico Textil AITEX; y José Ramón Revert, miembro del CIE y presidente de la Federación Hábitat de España, han mantenido una serie de hasta 3 reuniones de trabajo con representantes del Gobierno de España. Un papel que en este caso se han encargado de ejercer miembros en representación del Ministerio para la Transición Ecológica, con un equipo liderado por el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán Fernández, y del Ministerio de Industria Comercio y Turismo, con la presencia de Juan F. Martínez, director general de Política Comercial, o con la de la directora general de Industria y Pyme, María Muñoz Martínez.

“En definitiva, lo que pedimos al Gobierno es que aproveche su nueva presidencia europea para realizar una verdadera apuesta por defender el sector textil europeo y ayudarle a obtener el reconocimiento del mercado internacional”, se ha encargado de salir a explicar Pepe Serna, presidente de Consejo Intertextil Español, a lo largo de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la misma organización empresarial, encargada de representar y de coordinar al conjunto de las principales asociaciones nacionales del sector, reunidas bajo los paraguas de Texfor, la Confederación de la Industria Textil, y de Ateval, la Asociación Textil de la Comunidad Valenciana.

En reivindicación de una normativa que pueda ser asumida por la industria y garantice una justa competencia

Entrando a descubrir cuáles y por dónde pasan las reclamaciones que desde el conjunto del textil europeo han elevado al Gobierno de España para que, desde él, se encarguen de seguir impulsado la competitividad y la sostenibilidad del sector durante la Presidencia española del Consejo Europeo, desde la misma CIE las terminan por resumir en una suma con un total de 7 puntos clave. Un serie de asuntos sobre los que urgen a actuar a la Presidencia española, y que terminan de completar con un mensaje de apoyo al Tratado de Libre Comercio de la Unión Europea con el bloque económico del Mercosur, y de una reclamación para disponer de mayores inversiones que permitan al sector seguir disponiendo de una mano de obra cualificada, en lo que, entienden, servirá para seguir defendiendo y reivindicando el valor distintivo de la industria textil europea en el escenario global.

Así pues, como primera reclamación, el textil europeo está solicitando que el desarrollo de la normativa sectorial se adapte a la capacidad del propio mercado y de la industria para dar cumplimiento a las nuevas exigencias en materia de circularidad. Igualmente, se reclama a Europa que se encargue de asentar los controles necesarios para asegurar una “competencia global justa” a la hora de redactar nuevas normas como la del nuevo Reglamento europeo de Ecodiseño. Así como del mismo modo el que se armonicen las disposiciones textiles de la Directiva Marco de Residuos, en línea precisamente con lo que ya vienen reclamando desde iniciativas como Policy Hub, y apuntando directamente a la necesidad de extender “la responsabilidad al productor, habilitando así la circularidad en todo el ecosistema textil”.

Siguiendo con sus reclamaciones, también se solicita que se analice la posición en la que se encuentra actualmente el sector, y se implementen medidas para fortalecer la actividad económica bajo criterios de sostenibilidad, poniendo para ello atención en “las capacidades de producción de las diferentes fibras naturales”. Del mismo modo se reclaman mayores inversiones en innovación e investigación que sirvan para apoyar iniciativas similares a la del programa “Horizonte Europa” y permitan a la industria liderar la doble transición del sector, la sostenible y la digital, mediante la inversión en tecnologías de última generación; o el que los Estados miembros de la Unión adquieran el compromiso para ayudar al establecimiento de Compras y de Contrataciones Públicas Verdes. Concluyendo ya su lista de demandas haciendo un especial hincapié para la necesaria “vigilancia en los mercados”, que asegure que el cumplimiento de los requisitos en materia de sostenibilidad no entra a suponer un golpe para las propias empresas europeas que tratan de darles justa respuesta, tratando de mantenerse a la vanguardia en términos de reducción de emisiones de carbono y de gestión de residuos, de productos químicos o de consumo de agua, mientras se sigue dando espacio dentro del mercado único, y global, a “productos con un rendimiento sostenible inferior al de los europeos”.

Defensa del Tratado de Libre Comercio UE-Mercosur

A pesar de estas reticencias frente a los productos que se fabrican en otras regiones del planeta, y en lo que por ende habría que entender por un intento del textil europeo de “forzar” a que las mismas máximas que se siguen y se buscan imponer desde Europa, sea Europa la que trate de exportar a otras regiones del mundo, y principalmente con las que sostiene acuerdos de libre comercio, desde el sector textil se ha querido dejar clara su posición frente al Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y Mercosur. Un acuerdo para al que las partes llegaban a un entendimiento, tras 20 años de negociaciones, en 2019, pero que cuyo proceso de ratificación sigue estancado, como consecuencia de las reticencias que sigue despertando el espacio económico del Mercosur entre distintos Gobiernos de la Unión. Unas suspicacias que desde el sector textil llaman a superar, para dar paso a un tratado que ensalzan como “clave” que permitirá seguir garantizando la competitividad del sector europeo.

A este respecto, durante los encuentros mantenidos con los representantes del Gobierno de España, “los representantes del textil europeo han destacado la importancia del Tratado de Libre Comercio UE-Mercosur, que consideran clave para preservar la competitividad del sector, así como para garantizar que las cadenas de suministro permanezcan operativas en momentos tan desafiantes como los que estamos viviendo” tras la aparición de la pandemia, y ahora con el estallido de la guerra en Ucrania. “Es por eso”, puntualizan desde el Consejo Intertextil Español, que se le pide “a la próxima Presidencia europea” que insista frente “a otros Estados miembros de sus efectos positivos”.