Los autónomos independientes hacen balance tras la marcha sobre Madrid: “Solo nos quieren para recaudar”
cargando...
Después de protagonizar la sonada marcha que este pasado domingo, 16 de abril, recorrió las calles del centro de la capital de España, desde la asociación independiente de Autónomos Unidos para Actuar AUPA, organización convocante de la citada manifestación, han querido salir ahora a hacer balance de las impresiones recogidas a lo largo de la histórica jornada de protestas. Un día colmado de reivindicaciones, durante el que, sostienen, fueron los mismos trabajadores autónomos los que se encargaron de tomar las calles para visibilizar su hartazgo frente a, ya no solo la desprotección y el olvido, sino también los “continuos ataques” a los que permanentemente deben de tratar de seguir haciendo frente, por parte de los distintos gobiernos, independientemente de su signo político, que terminan asumiendo el control del país.
En sus líneas más generales, después de lograr reunir a lo que solamente se han abierto a cifrar como “miles de autónomos” que consiguieron cerrar el Paseo del Prado de Madrid al grito de “Stop atraco a los autónomos”, lema bajo el que terminó por discurrir la manifestación de este pasado domingo, desde Aupa han querido subrayar una elevada participación, que solamente habría sido el reflejo de la situación “al borde del colapso” en la que se encuentran los trabajadores del colectivo de los autónomos. Una situación que igualmente, defienden, no es más que la consecuencia del lugar al que de una manera impasible y constante los han terminado por empujar las distintas políticas de los sucesivos gobiernos del país, y de una manera más reciente las nuevas normativas aprobadas en materia de reforma de las cotizaciones de los trabajadores, con la aprobación de ese nuevo sistema de cuotas que pasaba a entrar en vigor a principios de año, y para el nuevo sistema de pensiones. Unas últimas modificaciones normativas que no han hecho más que ampliar la brecha existente entre los trabajadores asalariados y unos profesionales autónomos, que siguen observado como continúan sumándoles nuevas trabas burocráticas y nuevos gravámenes a la práctica de su actividad, mientras siguen sin garantizárseles derechos con los que sí cuentan los trabajadores asalariados. Derechos y ventajas laborales que defienden que les sean igualmente aplicados, como la garantía de poder disponer de un paro real, de unas bajas remuneradas con todas las garantías, el acceso a medidas que fomenten la conciliación o un sistema de recaudación que trate de proteger su acceso al salario mínimo interprofesional.
A lo largo de la marcha, “nos encontramos con un enfado general ante el nuevo sistema de cotización que”, subrayaban los asistentes, “sigue beneficiando a los que más ganan y no les permiten calcular el coste de sus gastos de forma mensual”, apuntan desde la dirección de Aupa a través de un comunicado. Del mismo modo, son “las trabas burocráticas, las normativas con fines recaudatorios, que no se proteja el SMI para los autónomos y un largo etcétera de constantes faltas de respeto hacia este colectivo”, lo que “les ha sacado a la calle, con distintas voces pero un mismo mensaje”, el de defender que “los autónomos no son trabajadores de segunda”.
Un colectivo enfadado, y cada vez más unido
A lo largo de una marcha a la que habían sido invitadas a participar las principales asociaciones de autónomos del país, invitación de la que rehusaron finalmente el llegar a hacer uso, desde Aupa han querido destacar la buena acogida que la manifestación terminó teniendo, tanto entre el público que terminó topándose con la marcha a su paso por Madrid, como especialmente dentro de un colectivo de autónomos que, tras esta manifestación, ha pasado a mostrarse más unido y decidido que nunca ha hacer valer sus posiciones. Un punto para el que, a pesar de ese vació recibido por parte de las grandes asociaciones nacionales, a las que de otro lado desde Aupa acusan permanentemente de su connivencia con el Gobierno y de no velar por los intereses del colectivo, la asociación ha logrado unir fuerzas con otras asociaciones sin ánimo de lucro, como la Plataforma del Transporte. Una suma que auguran que servirá para marcar un punto de inflexión en lo que, esperan, termine siendo el principio de una reorganización del colectivo que permita finalmente avanzar en sus reivindicaciones.
“A pesar del enfado del colectivo”, la marcha “ha servido para unir a todos aquellos que soportan los continuos ataques por parte de todos los gobiernos”, apuntan desde Aupa. Durante su transcurso, “no se ha visto participar a las grandes asociaciones de autónomos a pesar de que han sido invitadas”, añaden, en lo que no obstante no ha impedido a Aupa recabar apoyos entre “otras asociaciones sin ánimo de lucro como la Plataforma del Transporte”. “Ahora este movimiento sólo puede ir a más”, apostillan, al tiempo que aprovechan para dar las gracias por sus esfuerzos a “todos aquellos que se han trasladado desde todos los puntos de España” hasta la capital, a la que igualmente agradecen “la gran acogida de los madrileños”, e igualmente “por supuesto a las fuerzas de orden público”.
Desde un paro real a medidas efectivas para conciliar y una menor carga fiscal
Profundizando en el sentido de esas reivindicaciones que, sobre prestaciones y contra lo que tratan de un sistema de recaudación más que abusivo, trataron de hacer valer durante el transcursos de la marcha, desde Aupa, más allá de reunir en un memorándum sus puntos a reivindicar, han querido dar voz a buena parte de esos mismos manifestantes que se encargaron de tomar las calles de Madrid este pasado domingo. Una serie de testimonios tras los cuales nos encontramos con esa suma de exigencias y reivindicaciones que tratan de hacer valer desde el colectivo de los autónomos, en todo su conjunto.
“Yo soy técnica informática”, apuntaba una tal Elena en declaraciones recogidas por la asociación de autónomos, y quien explicaba que debió de estar ingresada durante un mes, durante el que como compensación llegó solamente a recibir 300 euros. “Si hubiera sido trabajador por cuenta ajena hubiera tenido acceso al 75 por ciento de mi sueldo por convenio”, apuntaba, al tiempo que se preguntaba quién actualmente “sobrevive con 300 euros al mes”. Una situación muy similar a la que se habría a compartir una tal María, de 37 años, y quien contaba a la asociación cómo se quedó embaraza “cuando estábamos preparando la apertura del nuevo local”, una ampliación del negocio con el que ya contaba, y “si no hubiera pasado a ser del régimen general, no hubiera tenido derecho a la baja por embarazo”, pero “hubiera tenido que coger la baja de maternidad de 16 semanas obligatoriamente”. Una baja durante la que “sólo habría recibido 300 euros cada mes para mantener a mi hija”, y “solo si hubiera contratado a alguien para sustituirme”. Un gasto añadido que ni si quiera se llegó a plantear otra de las autónomas participantes en la marcha, y quien compartía cómo “cuando estuve escayolada por un esguince, no pude contratar a nadie para sustituirme”, con lo que “estuve trabajando con mi pierna inmovilizada”. “Estamos completamente desprotegidos y olvidados por el Gobierno”, destacaba, al tiempo que enfatiza cómo “sólo nos quieren para recaudar”.
“Parece que la conciliación familiar sólo existe para unas pocas, incluso en manos de un Gobierno que se llama feminista”, inciden desde la dirección de la asociación, mientras apuntan a la cifra de cómo “el 60 por ciento de las mujeres autónomas dejan de serlo al convertirse en madres porque ‘es inviable’ la conciliación familiar”. Llegadas a este punto, “sus opciones son”, analizan desde Aupa, “traspasar el negocio y después de la baja trabajar por cuenta ajena, cerrar durante la baja y arriesgarte a perder la clientela”, o “contratar a alguien que las sustituya durante la baja”, pero siendo ésta una opción que “cada vez se complica más con la continua subida de las cotizaciones”.