Las ventas de moda en España siguen en barrena y suman su cuarta caída consecutiva
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Madrid – El sector de la venta minorista de moda y textil en España no experimentaba una evolución tan negativa de sus indicadores de venta desde los últimos coletazos de la pandemia por coronavirus, allá por comienzos de 2021, después de un último mes de junio de 2024 durante el que el conjunto de la industria ha alcanzado a sumar su cuarta caída consecutiva generaliza de las ventas.
Partiendo de este modo de los datos recogidos y analizados por la Asociación Nacional de Moda Retail Acotex, y puestos en valor desde el barómetro mensual desde el que, mes a mes, desde la organización empresarial tratan de analizar el comportamiento que va experimentando el conjunto de las empresas minoristas de moda, textil y complementos en España, durante el pasado mes de junio el conjunto de las ventas de las empresas de moda minorista del país llegaron a experimentar una caída de un -2,6 por ciento sobre los niveles de hace un año, cuando en contra de lo experimentado en este 2024, llegaron a elevarse hasta un +4,9 por ciento, como preludio del crecimiento del +6,3 por ciento que llegaron a registrar en julio de 2023. Una evolución en positivo, la de hace un año, que contrasta con la desalentadora trayectoria con la que el sector arranca esta estratégica nueva campaña de las rebajas de verano de 2024, y que habrá que esperar para comprobar si termina siendo mejor, igual o peor que la desempeñada por el sector durante la pasada campaña de las rebajas de invierno. Periodo este que siempre se ha destacado como el de mayor volumen de facturación de las compañías minoristas de todo el año, como de hecho así lo fue durante los ejercicios de 2022 y de 2023, cuando fue precisamente el mes de enero de ambos ejercicios —arranque oficioso de la campaña de rebajas— el mes que terminó por reflejar el mejor rendimiento anual de las ventas del sector de ambos años, con crecimientos interanuales del +34,8 y del +9,9 por ciento. Un rendimiento que sirvió en gran medida para lograr mantener en positivo la evolución del sector al cierre de ambos ejercicios, en lo que llevaba a encender nuevamente las alarmas del sector, después de que durante ese mismo mes de enero, pero de este 2024, las ventas únicamente alcanzaran a incrementarse un +1,8 por ciento, adelantando con esa evolución lo que ya se antojaba que sería un ejercicio más que complejo para las empresas minoristas de moda en España.
Respondiendo justamente a las peores previsiones que se dejaban ya entrever desde ese decepcionante arranque de año, cierto es que, para mal, el mes de enero está volviendo a ser el que mejor rendimiento está terminando por reflejar de este 2024. Y es que tras ese incremento del +1,8 por ciento, la evolución de las ventas de moda en el sector minorista del país no han hecho más que empeorar, primero con una subida de únicamente un +1,3 por ciento en febrero, y a partir de ahí con caídas en marzo del -7,9 por ciento, en abril del -1,2 por ciento, y en mayo del -3,5 por ciento, frente a los niveles del año anterior. Caídas a las que ahora se suma la experimentada del -2,6 por ciento en el mes de junio, la cuarta caída consecutiva experimentada por el sector en lo que llevamos de año, que termina así protagonizando su peor evolución desde 2021, y acumulando una caída del -2,10 por ciento de las ventas durante estos primeros seis meses del ejercicio de 2024.
Una evolución “preocupante”
Como principales motivos de lo que no han dudado en calificar desde Acotex como una evolución “preocupante” de los registros de las ventas, desde la organización empresarial vuelven a situar las mismas problemáticas sobre las que han venido alertando desde hace ya largos meses, como responsables de afectar, de manera decididamente negativa, a los indicadores de facturación de la industria de la moda minorista en España. Problemáticas que identifican, de un lado, con las dificultades que las mismas empresas no han cesado de encontrar para el correcto desarrollo de su actividad, y que desde el Gobierno no se ha trabajado por atajar; y del otro, con la caída de las compras en moda que defienden que están llevando a cabo los consumidores, como resultado de la reorganización de sus prioridades en el gasto que han llevado a cabo como resultado de las tensiones inflacionistas sufridas durante estos últimos años. Cuestiones todas ellas de difícil y de no corta corrección, que dibujarían un panorama ciertamente complejo para las empresas del sector, de cara tanto al corto como al medio plazo.
Realizando un análisis de su situación, tomando como punto de partida esta última actualización sobre el histórico de este 2024, “las ventas del mes de junio con respecto a 2023 han caído un -2,6 por ciento quedando el acumulado anual en -2,10 por ciento”, resumen desde Acotex. En línea con lo ya señalado, se trata este del “cuarto mes consecutivo de caída de ventas con respecto a 2023”, un “dato preocupante y que confirma las dificultades por las que atraviesa el sector del comercio textil”. “Los factores de esta situación”, analizan, son los mismos que “venimos comentando” desde las puestas en valor de los indicadores de estos meses previos, y se encontrarían, recuerdan, en que “el cliente tiene menos renta disponible y el textil ha pasado a segundo plano en cuanto a prioridades de consumo”, frente al gasto en ocio y en “la restauración”. En respuesta, “el cliente espera a las rebajas y a grandes descuentos para realizar sus compras”; y eso teniendo en cuenta el que además, como segundo principal factor, estaría la “incertidumbre económica y política”, que “siempre afecta negativamente al consumo”.
Unas apreciaciones estas con las que ya se vislumbra el que tampoco esta campaña de rebajas parece que resultará nada fácil para las empresas minoristas de la moda y del textil. Empresas y comerciantes que deberán hacer frente a estas mismas dificultades, al tiempo que compiten con la oferta de ocio especialmente intensa que se presenta durante la temporada estival, y todo ello mientras además esas incertidumbres políticas se intensifican en el plano laboral, en relación especialmente con las negociaciones para la reforma de la reducción de la jornada laboral. Unas negociaciones ante cuya falta de acuerdo además desde CCOO ya han anunciado sus intenciones de anteponer un “otoño caliente”, cargado de actos reivindicativos y de protestas desde las que tratarán de forzar avances, tanto en el acuerdo para la reducción de la jornada laboral, como para el desbloqueo de la negociación colectiva para los convenios de las industrias del textil, química y cárnica, desde las que se emplean a unos 518 000 trabajadores.