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Las ventas de moda en España reducen su crecimiento al +1,3 por ciento

Por Jaime Martinez

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Conjunto de prendas de abrigo. Credits: Charles Etoroma, vía Unsplash.

Madrid – Desde la Asociación Nacional del Comercio Textil, Complementos y Piel Acotex, la organización empresarial que se encarga de representar los intereses del conjunto de la industria de la moda minorista en España desde 1977, han terminado haciendo público su análisis del comportamiento de las ventas del sector, durante el mes de febrero de 2024. Mes durante el que las ventas, marcadas por las incertidumbres, la caída del poder adquisitivo de los consumidores y por una climatología inusualmente cálida, únicamente alcanzaron a registrar una exigua alza de un +1,3 por ciento respecto a las registradas durante el mismo periodo de hace un año.

Después de este modo de alcanzar a abrir el año con un ya de por sí decepcionante aumento de únicamente un +1,8 por ciento, tras esta última actualización registrada en febrero, con un incremento todavía inferior del +1,3 por ciento, el conjunto de la industria de la moda minorista en España arranca este 2024 con ya una tasa reducida con respecto a enero, tras quedar el acumulado para lo que llevamos de ejercicio contraído a una tasa de únicamente un +1,5 por ciento. Una variación que llega para terminar de subrayar las serias dificultades por las que atraviesa el conjunto del sector de la moda minorista en España, a todas luces ya incapaz de lograr recuperar todo el terreno perdido durante los durísimos años de pandemia. Ejercicios cuyas caídas de las ventas se confiaba en poder recuperar una vez suprimidas las limitaciones impuestas a la actividad comercial y a las relacionadas con las restricciones a la movilidad, medidas que una vez retiradas cierto es que estimular una rápida recuperación de las ventas, tan rápida como breve, y que, sumándose a las nuevas realidades que terminaron llegando de la mano del final de la pandemia, han dejado al conjunto de la industria minorista muy alejada de sus niveles totales de facturación previos a la pandemia.

Poniendo en contexto, en primer lugar, esta tasa de crecimiento del +1,3 por ciento de febrero de 2024, esta se ha dado sumándose a la del +5,8 por ciento del mismo mes de 2023, y a la del +18,3 por ciento de 2022, marcando así una tendencia tan claramente dirigida hacia el estancamiento, o “normalización”, como incapaz de lograr compensar la caída del -41,5 por ciento de las ventas registradas en febrero de 2021, sobre además la bajada del -2,1 por ciento de febrero de 2020. Mes en el que todavía no se habían manifestado los efectos de la pandemia en España, y que se había mantenido en un desempeño mejor del registrado en enero, como de otro lado había venido siendo lo habitual, hasta ahora, siendo febrero un mes que llegaba impulsándose sobre el atractivo de las últimas semanas de la siempre estratégica campaña de rebajas de invierno, y por tanto las que descuentos más agresivos contemplan. Descuentos que en esta ocasión han sido incapaces de incitar las compras de última hora de la temporada, hasta el punto de cambiar la tendencia y dejar a febrero con un desempeño “más pobre” que el registrado en enero.

Mientras tanto, y en términos anuales, este 2024 arranca situándose en positivo, sí, pero con un alza de ya apenas un +1,5 por ciento. Cifra que, de seguir así, terminaría por dejar al ejercicio creciendo por detrás del +2,8 por ciento en el que llegó a cerrar el pasado 2023 —con unos meses de enero y febrero que crecieron a un +9,9 por ciento y a un +5,8 por ciento, respectivamente, frente al +18 y al +1,3 por ciento de este 2024—; sumándose al incremento del +13,8 por ciento registrado en 2022, compensando la caída del -13,1 por ciento de las ventas de 2021, pero lejos de lograr hacerlo de la del -39,8 por ciento registrada en 2020.

Incertidumbres, caída del poder adquisitivo y una climatología inusualmente cálida

Como principales motivos de esta “desnortada” entrada de año, desde la asociación Acotex, siguiendo con las advertencias y con el análisis que ya realizaron al cierre del pasado mes de enero, vuelven a incidir y a señalar a las crecientes incertidumbres y a la caída del poder adquisitivo de los consumidores, como a algunas de los principales causas que están afectando el buen desempeño de las ventas de moda minorista en España. Causas a las que además también suman la pérdida de la prioridad del gasto en moda frente a otras alternativas de gasto; la relativización del efecto “tractor” de unas rebajas que, señalan, han perdido buena parte de su “efecto llamada” y de atractivo a ojos de los consumidores; o a una climatología que, al igual que en el arranque de la campaña de Otoño/Invierno 2023/2024, ha vuelto a mostrarse inusualmente cálida, impidiendo que buena parte de las prendas de abrigo pudieran encontrar salida, aún con descuentos más que significativos sobre sus precios de venta.

“Como en el mes de enero, seguimos con una marcha errática en ventas”, en “un año con mucha incertidumbre y preocupación en el sector”, arrancan en su análisis mensual desde Acotex. Como principales motivos, señalan a través de una nota, en esta ocasión se han juntado “varios factores que explican este arranque de año”, y entre los que nos encontraríamos, en primer lugar, con que “las rebajas ya no tienen ese efecto de antaño ni de reclamo para el cliente”; y en segundo lugar, en que se ha tratado de “un mes de febrero en el que durante muchos días hemos tenido un clima más propio de primavera que de invierno”, algo “que no ha favorecido en nada para vender las prendas de invierno a pesar de estar con descuentos importantes”. A esto, y siguiendo con los factores que ya habían venido marcando el desempeño del sector durante los últimos meses del pasado ejercicio, se vuelve a sumar que “el cliente tiene menos renta disponible”, resultado de esas tensiones inflacionistas que parecen haberse “normalizado” —que no disminuido—, así como el que, en respuesta, “el textil ha pasado a segundo plano en cuanto a prioridades de consumo”, quedándose por detrás de “la restauración/ocio”. Unos factores todos estos que habrían marcado el comportamiento del consumidor nacional, y cuyos efectos ni tan siquiera se han podido ver compensados por la “promesa” de los turistas, dado que, añaden desde Acotex, “el mes de febrero no es de los mejores meses en cuanto a turismo se refiere”. Una suma así pues y en definitiva de circunstancias que, sentencian desde la organización empresarial, a la postre se han traducido “en pocas compras en nuestras tiendas”.

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