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Las acciones de Puig comienzan a cotizar

Por Jaime Martinez

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Marc Puig, presidente ejecutivo de Puig, durante la ceremonia del “toque de campana” con la que se ha celebrado la admisión a cotización de Puig en la Bolsa de Barcelona, el 3 de mayo de 2024. Credits: Puig.

Madrid – Día para la historia el que la multinacional española de la perfumería, la cosmética y la moda Puig ha vivido hoy en Barcelona, desde donde ha terminado por oficializar su salto como compañía cotizada encargándose de llevar a cabo el “toque de campana” que ha marcado la apertura de la sesión de este viernes 3 de mayo de 2024. Jornada en la que Puig ha terminado de dar así el paso de compañía familiar a empresa cotizada, con sus acciones saliendo a cotizar sobre el parqué a 24,50 euros el título.

De este modo, y desde esta última sesión de cotización de la semana, la multinacional española, compañía de referencia, a escala global, dentro de los segmentos de la perfumería, la cosmética y la moda, ha terminado por poner la guinda al proceso en el que se embarcaban a comienzos de este ya pasado mes de abril de 2024. Unas fechas durante las que, tras los incesantes rumores que apuntando en la misma dirección no habían cesado de reproducirse desde el pasado verano, desde Puig salían finalmente y oficializaban sus intenciones de pasar a convertirse en una compañía cotizada. Unas ambiciones que, escasamente 10 días después del anuncio, terminaban por empezar a concretar, apuntando ya por entonces a la jornada de este viernes 3 de mayo como el día en el que sus acciones terminarían por saltar al parqué, a un precio de entre 22 a 24,50 euros, y desde una oferta fijada en un máximo de 3 000 millones de euros de captación de nuevos fondos. Unos principales indicadores que terminaban ya de concretarse una vez completado el proceso inicial de colocación de los títulos, para terminar por situarse en todos sus máximos, para una oferta que efectivamente se mantenía en su máximo de esos 3 000 millones de euros de captación de fondos, mediante la colocación de unas acciones para las que finalmente se fijaba el rango de precio más alto del barajado de manera inicial, esos 24,50 euros, como precio final para su salida a bolsa.

Como resultado, y siguiendo con lo que desde la misma dirección de Puig se han encargado de venir concretando y detallando sobre esta oferta pública inicial (OPI) a lo largo de estas últimas semanas y días, tal y como se había contemplado, y así se adelantaba desde FashionUnited, las acciones de Puig han arrancado hoy su cotización a 24,50 euros el título, dejando a la compañía arrancando su andadura como empresa cotizada con una capitalización bursátil de 13 920 millones de euros. Todo, desde la colocación de unas acciones que se ha llevado a cabo a través de una doble colocación de acciones, a través de una emisión de 51 020 408 nuevas acciones de Clase B, por 1 250 millones de euros, y de la comercialización de un paquete de acciones en manos de la familia Puig, compuesto por un total de 55 510 204 acciones, sumando un importe total, junto a las acciones de nueva emisión, de 2 610 millones de euros como importe de colocación de la oferta. Una cantidad que se termina de completar con la opción de sobre-adjudicación de cerca de un +15 por ciento del total, por hasta 390 millones de euros, con la que la oferta termina así alcanzando ese máximo estipulado de 3 000 millones de euros en captación de nuevos fondos. Un importe que, valoran desde la misma Puig, la convierte en la mayor OPI llevada a cabo en Europa en lo que llevamos de 2024, operación que no pondrá en riesgo la posición mayoritaria de la familia Puig dentro de la compañía, que, ensalzan desde la dirección y desde la propia familia, se termina abriendo así a un nuevo e histórico momento de sus 110 años de historia.

Marc Puig, presidente ejecutivo de Puig, durante la ceremonia del “toque de campana” con la que se ha celebrado la admisión a cotización de Puig en la Bolsa de Barcelona, el 3 de mayo de 2024. Credits: Puig.

“El éxito de la salida a bolsa de Puig marca el comienzo de un nuevo y emocionante capítulo en la larga y orgullosa historia de nuestra empresa”, no ha dudado en querer salir a destacar el propio Marc Puig, presidente ejecutivo de la multinacional y miembro de la tercera generación de la familia Puig en mantenerse al frente de la dirección de la compañía, a lo largo de unas declaraciones compartidas desde su misma dirección con motivo del “toque de campana” que ha acompañado hoy a la salida a bolsa de la multinacional. “Respaldados por la confianza de los inversores en nuestra estrategia”, defendía Puig, tras este decidido punto de inflexión sobre el histórico de la empresa, “continuaremos construyendo nuestro portafolio de marcas propias focalizándonos” para ello “en ampliar nuestro liderazgo en productos de prestigio y fragancias de nicho, mientras invertimos en nuestros mercados principales y apoyamos nuestra expansión en geografías de alto potencial”.

Además de adelantar estas líneas generales que actuarán como nuevas directrices a medida que la compañía avanza en su nueva andadura como compañía cotizada, Marc Puig también ha querido dedicar unas palabras a los trabajadores de la compañía y “agradecer el intenso trabajo del equipo de Puig, formado por 11 000 personas en 32 países”. Igualmente, el presidente ejecutivo de la multinacional también ha querido poner en valor sus orígenes y su naturaleza como compañía familiar, remarcando que “el hito de hoy también es posible gracias al espíritu emprendedor de dos generaciones que nos precedieron y que se atrevieron a mirar más allá de nuestras fronteras cuando muy pocos lo hacían en su momento”. Desde ese entendimiento, “puedo imaginar el orgullo de quienes nos dejaron si pudieran ver la fortaleza con la que hemos mantenido nuestra unión y lo lejos que hemos llegado juntos”, subraya Puig, para ya concluir no sin antes agradecer “a nuestros inversores su apoyo, esperando escribir conjuntamente el próximo capítulo de la historia de Puig”.

Una multinacional de la perfumería, la moda y la cosmética, con 4.300 millones de euros en ventas

Más allá de esas líneas generales que ha ofrecido Marc Puig sobre la que será la estrategia que guarda por intención seguir la compañía durante esta etapa inicial como compañía cotizada, estrategia que se resumiría en seguir por la misma dirección por la que ha venido hasta ahora y durante estos últimos 110 años transitando la multinacional, ya desde el mismo folleto de colocación de la oferta desde Puig, la compañía, adelantaban que como principal destino de esos 3 000 millones de euros que ingresará la compañía como máximo con su salto al parqué, estará la adquisición de participaciones adicionales de la compañía en dos de sus últimas incorporaciones a su cartera de marcas propias: Charlotte Tilburi y Byredo. Firmas sobre las que mantendrían depositadas unas grandes expectativas, para la hora de seguir impulsando el crecimiento a largo plazo de una multinacional que alcanzó a cerrar su último ejercicio de 2023 en máximos históricos, tanto de ventas como de beneficios. Todo un gran hito con el que la compañía terminaba por allanar este salto al parqué, y que lograban mientras seguían adelante con esa misma estrategia de adquisiciones selectivas que guardan por propósito seguir ahora liderando como palanca para un mayor crecimiento y expansión, valiéndose además para ello de los nuevos fondos de los que la compañía podrá valerse gracias a este salto al parqué.

Con el objetivo puesto en justamente tratar de dar forma y visibilizar a esa estrategia, como primera medida que la compañía ha llevado a cabo tras anunciar su salto a la cotización, escasamente a menos de 24 horas de que sus acciones terminasen por salir a cotizar en las Bolsas de Valores Españolas de Barcelona, Madrid, Bilbao y Valencia, Puig presentaba y se arrancaba con la implementación de una nueva y renovada imagen corporativa. Un cambio de sus elementos gráficos más distintivos que, lejos de resultar gratuito, guarda por principal intención la de subrayar la cultura empresarial de la empresa y que la compañía trata de concretar en torno al lema “Home of Creativity”. Eslogan desde el que buscan poner en valor la libertad creativa a la que tratan de dar cabida desde dentro de su ecosistema de marcas propias, lideradas en buena parte por sus propios fundadores incluso después de haber sido adquiridas por Puig, e incorporadas a una diversificada cartera de firmas que operan en los sectores de la perfumería, la moda, el maquillaje y la dermocosmética; portafolio del que forman parte las marcas Rabane, Carolina Herrera, Jean Paul Gaultier, Nina Ricci, Dries Van Noten, Byredo, Carlotte Tilbury, Penhaligon’s, L’Artisan Perfumeur, Uriage, Apivita, Dr. Barbara Sturm, Kama Ayurveda y Loto del Sur. Una cartera de marcas propias, que además se termina de completar con los tan múltiples como diversos acuerdos de explotación bajo licencia que la compañía mantiene para perfumería y cosmética con firmas igualmente tan reconocidas como Adolfo Domínguez o Christian Loubotin. Una suma así pues tan amplia como diversificada de etiquetas, que sirven de base para un modelo de negocio que Puig cerró en 2023 con 4 304 millones de euros en ventas (+19 por ciento) y con 465 millones de euros de beneficio neto (+16,54 por ciento). Indicadores ambos que desde la dirección de la compañía guardarían por claro ánimo seguir incrementando, a medida que continúan avanzando en su ambición de seguir destapando y aprovechar todo el potencial de su modelo de negocio.

“Desde 1914, nuestro espíritu emprendedor, nuestra creatividad y nuestra pasión por la innovación nos han posicionado como líder global en el sector de la belleza ‘premium’”, explican desde Puig sobre la razón de ser de la misma multinacional española. Asentando sus operaciones sobre una cartera de marcas propias, bautizadas como “Love Brands”, de referencia global dentro de “los segmentos de fragancias y moda, maquillaje y dermocosmética”, la compañía se presenta hoy como “un hogar de marcas altamente deseadas”, reunidas “dentro de una empresa familiar”, y “que fomentan el bienestar, la confianza y la autoexpresión”, además de coincidir al trabajar por tratar de “dejar un mundo mejor”. Ambiciones que sustentan de este modo la manera de proceder de una compañía, y de sus distintas firmas en cartera, que a partir de su mecánica y maneras de proceder, “genera vínculo y compromiso” con sus audiencias “a través de las magníficas historias que cuenta, que conectan con las emociones de las personas”, haciendo así que además se vea “fortalecida” en su modelo de negocio asentado sobre “un potente ecosistema de fundadores”, y que lleva a Puig a mantener su actividad y a “vender sus productos en más de 150 países”.

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