Puig fija en máximos su salida a Bolsa: 24,50 euros la acción, para 3.000 millones de euros en nuevos fondos
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Madrid – A falta de menos de unos pocos días para que termine de oficializar su esperadísima salida a Bolsa, y una vez ya aprobada la oferta pública inicial (OPI) de sus acciones por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la multinacional española de la moda, la perfumería y la cosmética Puig ha terminado de fijar ya la horquilla de precios de su salida como empresa cotizada. Paso que, siguiendo con lo ya adelantado, terminará de dar este próximo viernes, 3 de mayo de 2024, a un precio de 24,50 euros por acción.
Según a este mismo respecto se encargaban de anunciar y de confirmar desde Puig a última hora de este martes 30 de abril, la compañía ha terminado fijando en los 24,50 euros por acción el precio con el que saldrán a cotizar, este viernes 3 de mayo, sus acciones, en las Bolsas de Valores de Barcelona, Madrid, Bilbao y Valencia, a través del Mercado Continuo. Un precio que ha terminado por situarse en el máximo previsto por la compañía, desde la que hace escasamente dos semanas adelantaba como previsión una horquilla de precios de entre 22 a 24,50 euros la acción.
En lo que se entiende que ha sido una respuesta directa resultado del elevado interés que habrían terminado de despertar sus acciones durante el proceso previo de “book-building” para la colocación de las acciones entre determinados grupos de potenciales inversores de referencia, el precio terminará llevando a sus valores máximos esta próxima salida a cotización de la multinacional española de la moda, la perfumería y la cosmética. Compañía desde la que, con el precio de las acciones para la OPI ya fijado en esos 24,50 euros por la acción, confían en llegar a levantar a través de la misma hasta un total de 3 000 millones de euros en nuevos fondos, con una capitalización bursátil estimada que terminará por alcanzar los 13 920 millones de euros.
“Hoy se abre un nuevo y decisivo capítulo en los 110 años de historia de Puig”, no guardaba reparo alguno en salir a subrayar Marc Puig, presidente ejecutivo de Puig y miembro de la tercera generación de la familia Puig en mantenerse al frente de la dirección de la compañía, a lo largo de unas declaraciones compartidas desde su misma dirección. “El precio de nuestra oferta”, analizaba siguiendo con la misma interpretación ya expuesta, “refleja la importante demanda de los inversores y es un reconocimiento del duro trabajo y la dedicación inquebrantable de todos los equipos de Puig, que demuestran creatividad y pasión por la innovación cada día”. En respuesta a este constatado interés, “agradecemos el apoyo de los inversores a nuestra estrategia de crecimiento y éxito en el mercado global de la belleza ‘premium’ gracias a una cartera de marcas única”.
Hasta el máximo de los 3.000 millones de euros de nuevos fondos
Entrando a profundizar en los detalles y principales indicadores en los que termina por situarse la OPI como resultado precisamente de haber fijado ya el precio inicial de las acciones en esos 24,50 euros, la oferta consistirá, de un lado, de la emisión de un total de 51 020 408 nuevas acciones de Clase B, que como resultado permitirá a la compañía terminar de recaudar un total de 1 250 millones de euros en nuevos fondos. Una emisión de nuevos títulos que se terminará de completar con la comercialización de un paquete de acciones de Clase A, hasta ahora controladas por la familia Puig a través de su sociedad patrimonial Exea Empresarial, integrado por un total de 55 510 204 acciones, y con una opción de sobre-adjudicación consistente en la emisión de hasta aproximadamente un +15 por ciento del tamaño completo de la oferta, y concedida a favor de Goldman Sachs en calidad de agente de estabilización de la oferta ante posibles demandas excesivas de las acciones una vez que la OPI haya ya tenido lugar. Bloques de acciones con cuya comercialización la multinacional española estima llegar a recaudar unos fondos totales por valor de 1 360 y 390 millones de euros, respectivamente, para el caso en el que las acciones de Clase A terminen por asumir el mismo precio de venta que las de nueva emisión, en lo que como consecuencia llevará a la compañía a alcanzar, incluyendo la opción de sobre-adjudicación, el máximo que se había fijado como tamaño de la OPI, de hasta 3 000 millones de euros de captación de nuevos fondos.
Una vez que la compañía termine por asumir esta ingente cantidad de nuevos fondos, siguiendo con lo ya adelantado por Puig en el momento en el que oficializaron sus intenciones de convertirse en compañía cotizada, el pasado 8 de abril, los fondos netos captados irán destinados en su mayor parte a fines corporativos. Unas inversiones de entre las que se destacarán la refinanciación de las adquisiciones de participaciones adicionales en Charlotte Tilburi y en Byredo, compañías de las que desde Puig ya entraron a tomar una participación mayoritaria en junio de 2020 y de 2022, respectivamente, y sobre las que guardan ahora como objetivo el de terminar de ampliar su participación sobre su capital social, al tiempo que destinan el resto de los fondos recaudados desde esta OPI a financiar la estrategia de crecimiento de las distintas marcas y del conjunto de toda la cartera de marcas propias de la compañía. Un portafolio del que, además de las ya citadas Charlotte Tilburi y Byredo, se destacan otras especialmente bien valoradas marcas en cartera de la compañía, como Carolina Herrera, Jean Paul Gaultier, Dries Van Noten o Rabanne, la primera marca de Puig que, al cierre de su último ejercicio fiscal de 2023, ha alcanzando a superar los 1 000 millones de euros en ventas. Un desempeño que llegó para terminar de afianzar unas cuentas anuales que la multinacional española cerró con unas ventas netas por valor de 4 304 millones de euros (+19 por ciento) y con un beneficio neto de 465 millones de euros (+16,54 por ciento).
Con La Caixa tomando el 3,05 por ciento del capital social
Una vez completada la colocación de los títulos, siguiendo con lo que igualmente se han preocupado de dejar meridianamente claro desde la dirección de la multinacional española, la familia Puig continuará conservando el control de la compañía, manteniendo el 71,7 por ciento de su capital social, y el 92,5 por ciento de sus derechos de voto. Una posición dominante que harán valer frente a nuevos inversores de referencia, entre los que ya ha trascendido que se encontrará La Caixa. Entidad bancaria que, como reflejo de esa confianza en la compañía que habrían venido depositando en ella ante esta OPI ese grupo de inversores de referencia con los que desde su dirección han venido entablando conversaciones durante esa fase previa de “book-building”, ha confirmado su compromiso de compra por el 3,05 por ciento de todo el capital social de Puig.
Según a este mismo respecto se encargaban de anunciar desde la entidad financiera, al tiempo que desde Puig igualmente confirmaban el precio final en el que iban a quedar fijadas sus acciones en su salida a bolsa, a través de Criteria Caixa, el holding desde el que la entidad se encarga de gestionar el patrimonio empresarial de la Fundación La Caixa, el banco tomará acciones de la Clase B emitidas por Puig, representativas del 3,05 por ciento de todo su capital social. Un compromiso de compra para el que se destinará una inversión de 425 millones de euros, y que desde La Caixa defienden que se sitúa en línea con la política de inversiones que se sigue desde Criteria Caixa, apostando para ello por compañías y sectores “altamente atractivos”. Cuestión para la cual subrayan tanto la constatada resiliencia que ha venido demostrando “en situaciones de crisis” el sector de la moda y la industria de la belleza sobre los que asienta su actividad Puig, como la alta rentabilidad prometida por Puig para sus acciones, con una política de dividendos de en torno al 40 por ciento de sus resultados.
“La operación se enmarca en la política de inversión de Criteria Caixa, que selecciona empresas líderes en sectores altamente atractivos, con capacidad de crecimiento y generación de valor”, defienden desde La Caixa a través de una nota. “En este sentido”, entran a detallar, “la inversión permitirá a Criteria ganar exposición” dentro de “la industria de moda y belleza, que ha demostrado ser resiliente en situaciones de crisis, con crecimientos anuales de cerca del 5 por ciento desde hace décadas”; mientras al tiempo se beneficia de “la propuesta de ‘pay-out’ anunciada por Puig, con un dividendo estable y creciente de en torno al 40 por ciento del resultado”, y que “encaja en la estrategia de Criteria Caixa de buscar opciones de inversión con enfoque a largo plazo que maximicen la rentabilidad por dividendo, y que le permitan generar los recursos necesarios para que su accionista único, la Fundación La Caixa, pueda llevar a cabo su acción social”.