Inditex, entre nuevas protestas en Madrid y huelgas indefinidas en Galicia
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Apenas a 24 horas de que este miércoles 25 de enero se termine abriendo la Mesa Estatal que van a mantener representantes de la multinacional española con los líderes sindicales de las organizaciones CCOO y UGT, con el fin de abordar el conjunto de medidas salariales que permitan establecer un convenio marco desde el que se logre una mayor equiparación salarial entre los trabajadores de tienda de la compañía, sin distinción por marcas ni territorios, nuevos y agitados aires vuelven a arreciar con fuerza sobre el ya de por sí agitado mar de las relaciones laborales de la mayor compañía española por capitalización bursátil. Un grupo Inditex que este lunes debía hacer frente a un último llamamiento a la protesta frente a las principales tiendas de las que dispone repartidas por todo el país, mientras en Galicia se terminaban de convocar hasta dos llamamientos a luna huelga indefinida, a modo de medida de protesta en respuesta a los cierres de tiendas anunciados por la multinacional de la moda en dicha comunidad autónoma.
Empezando por el primero de estos dos últimos puntos de conflictividad entre la dirección de la multinacional y sus trabajadores de tienda, como bien adelantábamos a lo largo de toda la pasada semana, este miércoles 25 de enero desde los sindicatos de CCOO y UGT se van a sentar a negociar con los representantes de Inditex el grueso de las medidas que, con el fin de garantizar una mayor, y real, equiparación salarial entre los miembros de su personal de tienda, desde CCOO se encargaban de adelantar a comienzos de la última semana. Una serie de reclamaciones que ya entonces recogíamos desde FashionUnited, y entre las que desde la organización sindical incluyen desde la elaboración de una nueva tabla estatal de beneficios sociales, compartidos e iguales, para todos los trabajadores de la compañía en España, hasta la plena equiparación y unas mejores condiciones salariales para los trabajadores de la compañía.
A pesar de lo extenso de su lista de demandas, que desde CCOO van a platear mientras que de manera paralela avanzan en las negociaciones del primer Plan de Igualdad de Inditex, cuya mesa de negociación se abría el pasado miércoles día 18, estas se siguieron mostrando como insuficientes a ojos de la Confederación General del Trabajo (CGT). Organización sindical que por su parte, y tras haber sido la responsable del llamamiento a la huelga nacional de los y las dependientas de Inditex del pasado 7 de enero, se decidía a mantener la “concentración descentralizada” para toda España, convocada para este lunes 23 de enero. Una jornada que por su parte les ha servido para reclamar nuevamente por su parte, y en línea con lo que venimos recogiendo ya desde FashionUnited, una mayor equiparación de los beneficios sociales entre las distintas ramas del negocio de Inditex, así como una subida salarial que demanda que alcance los 500 euros al mes para todos los trabajadores de tienda de la compañía, sin excepción, con un horario de trabajo de más de 15 horas; subida que marcan en los 250 euros mensuales para los trabajadores con una jornada laboral inferior a 15 horas. Unas reclamaciones que defendían al tiempo que vertían nuevos ataques contra las organizaciones de CCOO y UGT por su, a su parecer, connivencia con la dirección de la multinacional y falta de apoyo a las demandas del colectivo de trabajadores de tienda de las marcas del Grupo, dueño de un portafolio integrado por marcas tan sobradamente conocidas como Zara, Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Oysho, Stradivarius, Zara Home y Lefties.
De este modo, y entre cánticos y proclamas desde los que nuevamente trataron de evidenciar la, desde su punto de vista, precariedad salarial bajo la que tienen que desempeñar sus funciones dentro de la compañía, y al tiempo que se lanzaban igualmente mensajes de protesta contra la dirección del grupo y su poco interés en socializar sus balances en máximos, “los trabajadores y las trabajadoras de las tiendas de Inditex, aquí estamos de nuevo porque la empresa, de momento, no quiere escuchar la voz de las trabajadoras y de los trabajadores”, se encargaba de denunciar Ánibal Maestro, secretario de la sección estatal del CGT en Zara y Lefties, a través de unas declaraciones emitidas de viva voz frente a la concentración convocada este lunes a las puertas de la tienda de Zara de la calle de Serrano de Madrid. Unos empleados a los que, sostiene Maestro, la compañía mantiene “con los salarios congelados desde hace más de una década”, mientras Inditex continúa “batiendo récords de beneficios cada trimestre”. Unos logros económicos que, apostillaba el líder sindical, no les impide mantener a “sus trabajadoras con un salario precario”.
“Las trabajadoras de Inditex están luchando por un salario digno contra una empresa con beneficios desorbitados” que recoge “a costa de explotar trabajadoras por todo el mundo”, se encargaban por su parte de salir a denunciar desde la organización política Anticapitalistas Madrid, participantes también de las concentraciones, a través de su cuenta oficial en Twitter. Unos actos de protesta de los que se decidían a tomar parte como muestra, añaden, de apoyo a los trabajadores en su “lucha por una subida salarial justa y real”. “Amancio Ortega gana más de 3.000 euros al segundo”, valoran desde la organización, y mientras tanto en Inditex “las trabajadoras no llegan a fin de mes”.
Huelgas indefinidas en las nuevas tiendas afectadas por cierre en Galicia
Sobre esta marejada, para la que, en línea con lo anunciado por la propia organización sindical de la CGT, se espera que se trate de dar continuidad a sus reclamaciones con nuevas jornadas de huelga durante el próximo mes de febrero de no alcanzarse un principio de acuerdo con la dirección de Inditex, las que sí se han terminado ya de convocar son las nuevas huelgas, indefinidas, convocadas en Galicia por la Confederación Intersindical Galega (CIG). Organización sindical responsable de haber forzado ese acuerdo para una mayor subida salarial de los empleados de tienda de Inditex en la provincia de La Coruña, que ha terminado por propagar las protestas por el resto de zonas del país, especialmente por Madrid pero también en Sevilla o Valencia; y organización desde la que ahora han salido a protestar por los hasta 5 nuevos cierres que la compañía tiene programados llevar a cabo este mes en Galicia. Clausuras que, denuncian desde la CIG, no van a venir acompañadas de un justo proceso de reubicación, sino de una precarización de las condiciones laborales del personal afectado.
En total, como parte de estos cierres, cuyo origen aún debemos situar como parte de ese proceso de reestructuración que la compañía ponía en marcha sobre su red comercial a mediados de 2020, Inditex va a acometer el cierre este mes de sus tiendas de Massimo Dutti y Oysho del centro comercial As Cancelas de Santiago de Compostela, la de la tienda Kiddy’s Class de Pontevedra, y el de las tiendas Bershka de Villagarcía de Arosa y Pontevedra. Cierres que, según adelantan desde Europa Press, se espera que terminen afectando a unos 45 trabajadores, y en lo que como respuesta desde la CIG han terminado decretando dos huelgas indefinidas del personal de tienda de la tienda de Massimo Dutti en As Cancelas, así como del de las tiendas de Bershka en Pontevedra y Vilagarcía. Paros que en el caso de Massimo Dutti arrancaban este mismo lunes y que en el de las tiendas de Bershka lo harán este jueves 26 de enero, afectando también a sus dos tiendas de Vigo, y que llegarán acompañados de concentraciones y de una manifestación en Pontevedra convocada para las 20:30h de la tarde del viernes 27 de enero. Acciones todas ellas con las que desde la CIG tratan de hacer presión frente a las medidas adoptadas por la dirección de Inditex, y que valora como la aplicación de un ERE encubierto para el caso de los 21 empleados afectados por el cierre de las tiendas de Bershka.
Así pues, como nexo común, las huelgas se han convocado como medida de protesta frente a unos cierres que, sostiene Carmiña Naveiro, representante de la CIG y presidenta del comité sindical de Zara para la provincia de La Coruña, “no van acompañados de un proceso de recolocación para las trabajadoras y los trabajadores afectados, con garantía de mantenimiento del empleo y de las condiciones laborales y salariales”. Denunciando el que se están practicando bajo las garantías del acuerdo formalizado con CCOO y UGT, y que, de facto, permite a Inditex “cerrar tiendas, no porque tengan pérdidas sino para obtener más beneficios a costa de las trabajadoras”.
Mientras tanto, y en lo que hace referencia más concreta a los cierres de Bershka, Transi Fernández y Diaa Rodrígez, delegadas sindicales de la CIG, acusaban a la compañía de estar llevando a cabo un ERE encubierto, ofreciendo solamente 3 plazas para la plantilla de Pontevedra y otras 3 para la de Vilagarcía con las que reubicarse en sus dos tiendas de Vigo, a una plantilla de 21 trabajadores afectados por estos dos cierres. Puestos en los que además “trabajarían menos horas, por lo que perderían salario, y además no les permitirían conciliar”, con lo que “está claro es que Inditex pretende que los afectados no acepten la recolocación y opten por abandonar la empresa”. Extremo para el que terminarían recibiendo indemnizaciones “ridículas” de 33 días, gracias al convenido pactado con CCOO y UGT, “cuando en otros traslados se consiguieron hasta los 60 días” de indemnización.