iF Lastmile levanta 3 millones de euros y escalará en Europa sus servicios de logística inversa
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La start-up española iF Lastmile, compañía emergente especializada en ofrecer a marcas y compañías minoristas un completo servicio de logística inversa con el que optimizar sus procesos de devoluciones, acaba de completar una segunda ronda de inversión desde la que ha logrado levantar un total de 3 millones de euros. Una nueva aportación de fondos que desde su dirección emplearán para escalar su modelo de negocio, actualmente activo para España y Portugal, a una suma de diferentes mercados estratégicos europeos.
Según han explicado a este respecto desde la misma compañía emergente, esta segunda ronda de financiación ha venido liderada por la firma de capital riesgo especializada en inversiones en compañías emergentes con base tecnológica K Fund, en una aventura en la que la han acompañado fondos de inversión de referencia, a nivel nacional, como Inveready y Lanai Partners. Habiéndose destacado igualmente la lista de inversores que han participado de esa ronda, por las también participaciones del Grupo Romeu, holding español de logística internacional que suma más de 1.800 millones de euros de facturación anual, y la del Grupo Bergner, compañía que se destaca como multinacional especializada en menaje y en artículos de cocina y para el hogar, responsable, entre otras, del diseño y la comercialización de las líneas de hogar de marcas como Benetton o Scalpers Home.
Tras esta nueva inyección de capital, y del refuerzo sobre su modelo de negocio que reciben de mano de Grupos e inversores de primer nivel como los apuntados, está en el ánimo de la dirección de iF Lastmile el seguir avanzando en su objetivo de posicionarse como un socio de referencia para la gestión de las devoluciones y de los servicios de logística inversa dentro del continente europeo. Fin para el que, explican, acelerarán en su próximo paso de escalar y de empezar a operar, en los próximos meses, en los mercados estratégicos de Reino Unido, Alemania e Italia, mediante la expansión de sus operaciones a través de la apertura de una serie de distintos almacenes de validación desde los que llevar a cabo sus tareas como partner de marcas y compañías minoristas en labores de logística inversa.
El problema de las devoluciones en la industria de la moda
Fundada con el objetivo de, valiéndose de sus distintos procesos ágiles y optimizados, acelerar el proceso de las devoluciones de las compras online, actualmente iF Lastmile cuenta entre sus clientes a más de 150 marcas españolas y portuguesas, entre las que encontramos nombres como los de la firma de moda Sophie & Lucie, Redondo Brand, Es Fascinante, Hawkers, Hemper, Cash Converters o Nerety. Una cartera de entre la que sobresalen las compañías especializadas en el sector de la moda y el textil, en lo que se observa como una lógica respuesta a los problemas que precisamente muchas de ellas, y especialmente las pequeñas y las marcas emergentes, encuentran a la hora de tramitar unas devoluciones que guardan el potencial, ya no solamente de saturar sus modelos operativos, sino de devaluar el propio artículo devuelto hasta el punto de asestar un durísimo golpe a su rentabilidad. Y eso sin mencionar el impacto que una mala gestión de las devoluciones puede llegar a generar para la sostenibilidad de las propias cadenas de suministro, y para la sostenibilidad ambiental en general, dentro de un sector en el que, según los datos que manejan desde iF Lastmile, hasta el 30 por ciento de los artículos producidos termina en vertederos.
Para contrarrestar y compensar estas consecuencias derivadas de una mala gestión del proceso de devoluciones y de gestión del stock, desde iF Lastmile se encargan de recibir y procesar artículos venidos de todas las partes del mundo, sirviéndose de una red global de transporte y de más de 200.000 puntos de recogida. Unas estructuras que emplean para lograr devolver al mercado los productos devueltos en menos de 48 horas, reintroduciéndolos y poniéndolos al alcance nuevamente de los consumidores a través de diferentes canales que permitan sostener su máximo valor, incluyendo aquí hasta su comercialización desde las propias plataformas e-commerce de reventa de las distintas marcas, o inclusive el reciclaje de los artículos de llegar a darse el caso. Un proceso para el que se sirven de una tecnología propia, que no requiere de integración y que ofrece a las marcas visibilidad sobre todo el proceso, que les permite gestionar y supervisar todas las labores de logística inversa, incluyendo desde el diseño de una plataforma personalizada y adaptada a las necesidades de cada marca, desde la que poder solicitar la devolución, hasta la recogida del artículo, su inspección y el reembolso de la compra. Completándose a partir de aquí el proceso de devolución con las tareas de selección y de devolución de la mercancía devuelta al mercado, a través del canal más óptimo que se estime.
“Los pedidos devueltos pueden llegar a representar hasta el 40 por ciento de las ventas en categorías como moda, y más del 50 por ciento de ellos no vuelve al canal de venta con el mismo valor”, subraya a este respecto Galo Reyna, cofundador y codirector ejecutivo de iF Lastmile, a través de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la misma start-up logística. Una realidad que estaría llevando a muchos actores de la moda a tener que hacer frente a unas “pérdidas generadas por las devoluciones” por valor de entre “un 10 y un 12 por ciento de la facturación de muchas marcas”, asegura Reyna, en relación a unas devoluciones que, cifran desde iF Lastmile, solamente en Europa suponen un coste para las compañías en labores de logística inversa de unos 250.000 millones de euros al año.
Ante esta realidad, no es de extrañar que muchas grandes compañías, especialmente vinculadas a la industria de la moda, hayan puesto su foco en optimizar la gestión de las devoluciones de sus pedidos, yendo mucho más allá de la práctica de introducir sobrecostes a las devoluciones con el objetivo de garantizar una mínima rentabilidad de las compras que se generan en el canal online. Un punto que es al que igualmente contribuye iF Lastmile, gracias a un modelo operativo que permite a un operario tener “la capacidad de procesar más de 70 productos por hora con nuestra tecnología, usando un espacio efectivo de 10 metros cuadrados”, añade a este respecto Marcello Valerio, igualmente socio cofundador y codirector ejecutivo de iF Lastmile; compañía emergente que con sus servicios, subraya, “permite que las marcas puedan escalar tanto sus canales de venta directa como en los marketplaces sin comprometer su margen ni aumentar su stock”.
Para lograr esta cuadratura del círculo, explica Paul Obando, cofundador y director tecnológico CTO de iF Lastmile, “conectamos al comercio con diferentes canales de venta online y offline” y, “aplicando algoritmos propios de Inteligencia Artificial”, añade, “elegimos el que maximiza el margen y reduce el impacto ecológico según el ciclo de vida del producto”. Una suma de requisitos que permite, ya no solamente el que las compañías puedan volver a comercializar los artículos devueltos con una mínima depreciación de su valor original, sino minimizando igualmente los costes para llevarlo a cabo, y con ello la huella ambiental de estas operaciones de logística inversa.