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Humana estrena planta de clasificación de residuos textiles en Leganés

Madrid – Escalando en las operaciones que vienen realizando desde el municipio madrileño desde el año 2000, la entidad de economía social Humana Fundación Pueblo para Pueblo ha puesto en marcha un nuevo centro de clasificación de residuos textiles y de calzado en Leganés. Instalaciones que llegan para tomar el relevo de la planta desde la que hasta ahora había venido operando la organización desde la misma localidad, y centro que pasa a destacarse además como uno de los más grandes de España dedicados a la revalorización y el tratamiento de ropa y calzado de segunda mano.

Ubicado en el polígono industrial Nuestra Señora de Butarque de Leganés, el nuevo centro de clasificación de ropa y calzado de segunda mano de Humana, que la organización de economía social pasó a poner en operativo a comienzos de este mismo mes de septiembre, cuenta con una superficie total de 15 000 metros cuadrados y con una plantilla integrada por 90 trabajadores. Un personal que lleva a cabo la clasificación manual de 57 toneladas de residuos textiles y de calzado diarias; un material que catalogan en más de 85 categorías distintas, con el fin de poder “maximizar el potencial” de cada pieza, de cara a su revalorización y reintegración nuevamente dentro del circuito de la industria textil, desde un modelo circular.

Planta de clasificación de residuos textiles de Humana en el polígono industrial Nuestra Señora de Butarque de Leganés, Madrid (España). Credits: Humana.

En ese propósito, el centro, calificado por la propia entidad de economía social como “uno de los centros de clasificación de ropa y calzado de segunda mano más grandes de España”, cuenta con más de 70 mesas de procesamiento de residuos. De ellas, 56 están dedicadas a la clasificación de prendas, 8 a la de calzado, 5 a artículos “vintage”, y 4 a accesorios. Completándose las instalaciones con las zonas de prensado y preparación de fardos, de almacenamiento, y con las de carga y descarga de residuos textiles y de calzado.

“Nos hemos trasladado a un espacio más amplio y confortable para nuestros equipos, lo que nos permite unificar la actividad y el personal que teníamos repartido en varios espacios de la Comunidad de Madrid”, señala en relación con la puesta en marcha de este nuevo centro Elisabeth Molnar, directora general de Humana. “El aumento de superficie dedicados al procesamiento del textil y a su almacenaje en óptimas condiciones”, que la entidad ha ganado gracias a esta relocalización, “nos permite afrontar con mayores garantías los desafíos presentes y futuros del sector”, subraya. Entre ellos, y para el caso concreto de Humana, los del “incremento de la recogida de residuo textil”, el de la “inversión prevista en el marco del proyecto adjudicatario del Perte”, y el de la “apertura de nuevas tiendas, entre otros”.

Con más de 23.000 metros cuadrados dedicados a la gestión de residuos textiles

Fundada en España en el año 1987 como organización orientada a la protección del medioambiente y a la promoción de proyectos de cooperación, desarrollo sostenible y de economía social, Humana arrancaba aquel mismo año su iniciativa dedicada a la recogida de residuos textiles desde la provincia de Barcelona. Unas operativas sobre las que escalaba ampliando este servicio en 1997 a la Comunidad de Madrid; una región en la que, ya para el año 2000, inauguraba su primera planta de clasificación de residuos en el municipio de Leganés. Una localidad en la que ha permanecido desde entonces, llevando a cabo su actividad desde un total de, con esta, tres ubicaciones distintas, tras decidirse ahora a abandonar las instalaciones en las que había permanecido durante los últimos 15 años.

Tras su puesta en marcha, Humana ha pasado a contar actualmente con más de 23 000 metros cuadrados en España dedicados a la gestión y la clasificación de textiles usados. Una superficie que se encuentra repartida entre sus dos grandes plantas de clasificación de residuos, ubicadas en los municipios de l’Ametlla del Vallès (Barcelona) y de Leganés (Comunidad de Madrid), desde donde el pasado año alcanzó a clasificar 19 074 toneladas de residuos textiles y de calzado (el equivalente a unos 77,2 millones de prendas); y sus cuatro plantas de transferencia de Andalucía, Asturias, Comunidad Valenciana y Galicia, donde se reciben y almacenan los residuos antes de su traslado a las plantas de preparación para la reutilización.

El destino de los residuos textiles

Una de las cuestiones relacionadas con el tratamiento de los residuos textiles sobre la que más se ha polemizado y debatido desde que empezase a tomar impulso, y a generar interés, su modelo de revalorización, siempre ha estado en el destino y el fin que terminan por tomar esas prendas que se tiran o se depositan en los contenedores de recogida. Una cuestión para la que desde la misma Humana se han abierto a especificar cuáles son actualmente, y en qué porcentajes, los destinos que terminan tomando esos residuos, que se buscan revalorizar y dotar de una segunda vida, con el fin añadido, además del de promover un modelo económico más sostenible y circular, de adquirir esos fondos que posteriormente la fundación destina para financiar los proyectos sociales y de cooperación al desarrollo con los que colabora, tanto en España como en África, América Latina y Asia.

Planta de clasificación de residuos textiles de Humana en el polígono industrial Nuestra Señora de Butarque de Leganés, Madrid (España). Credits: Humana.

A este respecto, cifran desde Humana, del total de los textiles usados procesados en sus centros de clasificación de Barcelona y Madrid —ambos con el certificado de la consultora Mepex que acredita que más del 60 por ciento del residuo textil procesado se revaloriza como producto de segunda mano—, el 41 por ciento se exporta para su reutilización en los países del Sur Global, principalmente a África; y un 21 por ciento se clasifica para su reutilización en Europa, incluyendo en esta partida su destino a tiendas propias de Humana de España, Portugal y Francia. Completando este reparto, destaca el 29 por ciento de los residuos que, identificados como ropa de menor calidad, se termina enviando a Asia para su reciclaje; mientras que un 6 por ciento del residuo textil tratado se envía a vertederos; y el cerca del 2 por ciento restante es identificado como material de embalaje o residuo no textil, pero apto para su reciclaje por entidades locales.

“En total, el 62 por ciento de la ropa clasificada es de buena calidad, apta para su reutilización”, algo que “es posible gracias a un proceso de clasificación muy detallado, respaldado por un buen conocimiento de los diferentes mercados”, defiende la directora general de Humana. “Nuestro modelo consiste en dar valor a todos los flujos de productos, residuos o materias primas secundarias”, para lo que “nuestro equipo de profesionales especializados trabaja prenda a prenda para obtener el máximo aprovechamiento del textil a través de la reutilización”, entra a detallar Molnar. Y es que “al seleccionar y procesar cada prenda con criterios técnicos y de mercado”, apostilla, “las probabilidades de prolongar su ciclo de vida crecen exponencialmente”.

En resumen
  • Humana ha inaugurado un nuevo centro de clasificación de residuos textiles y calzado en Leganés, Madrid, uno de los más grandes de España.
  • El centro cuenta con 15 000 metros cuadrados y 90 trabajadores que clasifican manualmente 57 toneladas diarias de residuos textiles en más de 85 categorías para su revalorización.
  • Humana gestiona más de 23 000 metros cuadrados en España dedicados a la gestión de residuos textiles, clasificando 19 074 toneladas el año pasado, y destinando los textiles usados a su reutilización, el reciclaje y a otros fines menores.
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