Hermès dispara ventas un +10 por ciento en plena desaceleración del sector del lujo

Madrid – En plena desaceleración, además de acelerada prácticamente generalizada, de la demanda de artículos de lujo, un baluarte, un tótem, un último símbolo de la alta resiliencia de la que en su día presumieron las empresas del sector, se alza en mitad de este terreno yermo, de nombre Hermès. Multinacional del lujo francesa que, en mitad de este contexto marcado por la contracción de la demanda, ha completado el tercer trimestre de su actual ejercicio fiscal de 2024 disparando sus ventas un +10 por ciento.

Convertida así, y por ahora, en prácticamente la única gran compañía de la industria del lujo que ha logrado sortear las turbulencias del sector, manteniéndose en la senda de un crecimiento sostenido, desde Hermès acaban de informar, hace escasamente unos minutos, de los registros de facturación registrados por la compañía, al cierre del tercer trimestre de su actual año fiscal de 2024. Periodo finalizado a fecha del pasado 30 de septiembre, que la compañía completó recogiendo una facturación por valor de 3 704 millones de euros. Una cantidad que representa un crecimiento de un +10 por ciento frente a los 3 365 millones de euros facturados durante el mismo periodo de hace un año; y que termina dejando a la multinacional del lujo creciendo un +114,36 por ciento sobre los 1 727,9 millones de euros facturados durante el tercer trimestre de 2019, el último ejercicio en completarse al margen de los efectos de la pandemia por coronavirus.

A falta de saber, como es lo habitual, cómo la facturación del tercer trimestre se ha terminado de traducir en términos de rentabilidad, cuestión que se aclarará con la publicación, el próximo 14 de febrero de 2025 de los resultados de cierre del ejercicio de 2024, puesto este desempeño en contexto, Hermès abrió este año fiscal con unas ventas durante el primer trimestre del año por valor de 3 805 millones de euros (+12,57 por ciento frente a los resultados del año anterior). Unos ingresos a los que se sumaron los generados durante el segundo trimestre del año, por valor de 3 699 millones de euros (+11,51 por ciento); y ahora los registrados durante este último tercer trimestre, por valor de 3 704 millones de euros (+10). Una cantidad que logra situarse por encima del volumen de ingresos del trimestre anterior, siendo aún así no obstante la tasa de menor crecimiento registrada por Hermès en lo que llevamos de año, pero aún con todas, reflejando un crecimiento a doble dígito, muy por encima de las evoluciones en negativo y en caída de la facturación que están registrando las grandes multinacionales del lujo, competidoras directas de Hermès. Un desempeño que, como resultado, deja a la multinacional francesa acumulando en el conjunto de estos primeros nueve meses de ejercicio una facturación total por valor de 11 208 millones de euros (+11,37 por ciento).

“En mitad de un contexto económico y geopolítico aún más incierto, quiero darle las gracias a todos los empleados por los sólidos resultados del tercer trimestre, y a nuestros clientes por su lealtad”, ha querido expresar públicamente Axel Dumas, presidente ejecutivo de Hermès, a lo largo de unas declaraciones facilitadas desde la dirección de la misma multinacional francesa del lujo. Unas palabras desde las que igualmente ha querido señalar a “la singularidad” del modelo de negocio de Hermès, como responsable de mantener así a la compañía en la senda del crecimiento, y no solo eso, sino también permitiendo el que la compañía pueda continuar “con sus contrataciones e inversiones a largo plazo”, afianzando así su crecimiento y su posición como referente dentro del ecosistema del lujo.

Crecimiento generalizado por regiones, y con relojería como único segmento a la baja

Pasando a desgranar cómo ha venido siendo el rendimiento de la compañía durante este último tercer trimestre de ejercicio, por líneas de producto, los artículos de piel y de marroquinería se han mantenido en cabeza como la principal fuente de ingresos de Hermès, con ventas trimestrales por 1 573 millones de euros (+12,7 por ciento); seguidas de las ventas de las colecciones de indumentaria y de complementos, por 1 134 millones de euros (+12,1 por ciento). Un crecimiento que se ha dado de manera generalizada en las operaciones de venta de artículos de joyería y para el hogar, por 455 millones de euros (+12,7 por ciento); en la división de sedas y textiles, con ingresos por 210 millones de euros (+3 por ciento); y en la de perfumería y belleza, con ventas por 129 millones de euros (+10,2 por ciento). Terminando de completar estas partidas de facturación la de los negocios de Relojería, que reducen sus ingresos hasta los 126 millones de euros (-18,9 por ciento); y la de “otros productos”, en la que se encuentran, entre otros, los intereses y participaciones de Hermès en otras marcas de terceros, como John Lobb, Saint-Luis y Puiforcat, intereses que contribuyeron a sus cuentas con ingresos por valor de 76 millones de euros (+0 por ciento).

Mientras tanto, por mercados, a pesar de la caída del tráfico en las tiendas que se reconoce que se ha experimentado en China desde finales de las celebraciones del Año Nuevo Chino, la región de Asia se mantiene como la principal generadora de ingresos de Hermès, con unas ventas trimestrales de 1 944 millones de euros (+3,5 por ciento), con Japón aportando 360 millones de euros de facturación (+18,5 por ciento), y la suma del resto de mercados de la región de Asia-Pacífico aportando los 1 584 millones de euros restantes (+0,6 por ciento). Por su parte Europa aportó a las cuentas de Hermès ingresos por 949 millones de euros (+16,5 por ciento), con crecimientos destacados de las operaciones tanto en Francia, hasta los 365 millones de euros (+13,1 por ciento), como en el resto de mercados europeos, con ventas conjuntas por 584 millones de euros (+18,8 por ciento). Terminándose de completar este reparto por regiones con unas ventas en las Américas que ascendieron hasta los 666 millones de euros (+11 por ciento), y en una suma de otros mercados menores, entre ellos el de Oriente Medio, por 145 millones de euros (+102,2 por ciento).

“Ambiciosos objetivos de crecimiento”, para el medio plazo

De cara a lo que resta de ejercicio fiscal, y para más allá, desde Hermès no han entrado a ofrecer, como viene siendo su manera de proceder habitual, ninguna clase de guía de estimaciones o de previsiones. Limitándose a este respecto a señalar a que, en mitad de “un contexto económico y geopolítico más complejo”, la compañía sigue confiando en su modelo de negocio, previendo lograr alcanzar desde él sus “ambiciosos objetivos de crecimiento de la facturación” para el medio plazo, a través de la implementación continua de su “estrategia de desarrollo a largo plazo asentada en la creatividad, en el mantenimiento del control sobre su ‘saber hacer’ y en una comunicación singular” de sus operaciones y propuestas. Una hoja de ruta para la que, al menos por ahora, no han concretado nada más sobre esas intenciones que ya guardaría la compañía por terminar de dar el salto definitivo a la Alta Costura; intenciones sobre las que ya se ha pronunciado su mismo presidente ejecutivo, advirtiendo al respecto de que “podríamos entrar” en este segmento de gran lujo, como punto de partida para la apertura de una nueva era de desarrollo de la compañía dentro del sector del lujo, asentada sobre el creciente atractivo que parecen mostrar sus colecciones de indumentaria.