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Fice censura los efectos de la Ley Crea y Crece para el calzado: “Nos está restado competitividad”

Por Jaime Martinez

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Empresas

Modelo de calzado para la temporada Otoño/Invierno 2024/2025 presentado en la feria especializada Shoes Düsseldorf de marzo de 2024. Credits: Shoes Düsseldorf.

Madrid – Desde la Federación de Industrias del Calzado Español (Fice) insisten en censurar públicamente, y una vez más, los efectos que la Ley de Creación y Crecimiento Empresas ejerce sobre las empresas vinculadas a la industria del calzado. Un sector internacionalizado que, defienden, está viendo disminuir su competitividad por causa de los distintos condicionantes que fija e introduce la Ley para, en especial, que las empresas del sector puedan salir a beneficiarse de las ayudas públicas dirigidas a precisamente tratar de impulsar su renovación y cambio hacia un nuevo modelo más circular.

Aprobada por el Congreso de los Diputados el pasado septiembre de 2022 como una de las principales reformas introducidas por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, la Ley de Creación y Crecimiento Empresas, más conocida como Ley “Crea y Crece”, guarda como principales propósitos los de fomentar el dinamismo del tejido productivo, impulsar la creación de empresas y facilitar su crecimiento y expansión, y especialmente el de las pymes españolas. Objetivos para los que además de introducir una simplificación de los trámites administrativos para la constitución de una nueva empresa, o la de un renovado marco normativo más simplificado y ágil que favorece, supuestamente, su crecimiento y expansión, lo hace también de una serie de medidas para luchar contra la morosidad, como transposición de la normativa europea contra la morosidad. Una cuestión para la que desde Europa justamente se encuentran trabajando por terminar de concretar con la redacción del nuevo Reglamento europeo contra la morosidad planteado por la Comisión Europea, pero haciéndolo en una dirección que ya ha levantado todas las alertas en la dirección de Fice. Organización desde donde ya salieron a finales del pasado mes de enero de este 2024, tal y como recogimos entonces desde FashionUnited, para abogar y defender la constitución de un régimen especial para el calzado dentro de la reforma de ese nuevo Reglamento europeo; régimen especial que defienden como de imperiosa necesidad frente a los perjudiciales efectos que, argumentan, está generando ya para las empresas del sector del calzado la actual normativa europea contra la morosidad, en su transposición desde leyes como la ley española “Crea y Crece”.

A este mismo respecto, la actual directiva en vigor contra la morosidad fija, a nivel europeo, un plazo de pago máximo de 30 días para las operaciones entre empresas, pero manteniendo la puerta abierta a que ese plazo pueda ampliarse hasta 60 días, o más, “si no resulta manifiestamente abusivo para el acreedor”. Una ambigüedad de términos que deja sin efectos la escrupulosidad en el pago de las facturas que trataba de introducir la norma, y que es la que desde la Comisión Europea están tratando justamente de corregir desde la nueva reforma del Reglamento, para justamente terminar de fijar unos nuevos requisitos todavía más estrictos, siguiendo la senda establecida desde justamente leyes como la ley española “Crea y Crece”. Una norma desde la que queda recogido el que aquellas empresas que no cumplan con los plazos de pago según lo establecido en la Ley de Morosidad, no solo no podrán acceder a una subvención pública, sino tampoco ser una “entidad colaboradora” en su gestión. Ayudas públicas, entre las que se encuentran las contempladas para la industria de la moda y del calzado desde el Perte a la circularidad para la modernización y dinamización de los estratégicos sectores industriales del textil, la moda y el calzado.

La lucha contra la morosidad, un lastre frente a las singularidades de la industria del calzado

Precisamente era en el contexto de un seminario online organizado por Fice, en colaboración con la consultora estratégica Proyecta Innovación, a finales del pasado mes de febrero, y dirigido a informar sobre cómo las empresas del calzado podían tratar de acceder a las ayudas del Perte a la circularidad, cuando desde la misma organización empresarial volvían a incidir sobre los perjudiciales efectos y sobre la preocupación con la que observan los preceptos de la Ley “Crea y Crece”. Norma sobre la que advierten que ya condiciona al normal desarrollo del sector, al establecer como requisito para poder acceder a las ayudas públicas y subvenciones el cumplir con los plazos de pago establecidos en la Ley de Morosidad, en la que a diferencia de en la normativa europea, se recogen claramente como plazos máximos, y sin excepción, el pago a 30 días, y el de a 60 días naturales “mediante pacto de las partes”, y sin que “se pueda acordar un plazo superior” en ningún caso.

Como resultado de estos términos, y en lo que perciben que pueda terminar todavía aún más de lastrar al sector una vez que se apruebe el nuevo Reglamento europeo contra la morosidad, desde Fice advierten de que por causa justamente de los términos con los que ha sido redactada la Ley “Crea y Crece”, muchas de las empresas del sector del calzado van a verse en serias dificultades para poder acceder a los 75 millones de euros en ayudas públicas con los que ha sido dotado el Perte a la circularidad, en exclusiva para los sectores del textil, la moda y el calzado. Unas dificultades surgidas de las propias singularidades con las que opera la industria del calzado, con unos plazos particularmente amplios frente a los que pueden regir en otros sectores industriales como consecuencia de sus procesos de diseño y fabricación, de una temporada previa a la de la venta de las colecciones; y singularidades que hacen que justamente sean las pequeñas y medianas empresas las que se puedan encontrarse con mayores obstáculos para la hora de cumplir con los requisitos de plazos de pago que fija la Ley de Morosidad, y por tanto con mayores impedimentos para acceder a unas ayudas y subvenciones públicas que justamente tratan de presentarse desde este Perte a la circularidad como especialmente diseñadas para las pequeñas y medianas empresas.

“Hemos realizado un ‘webinar’ para trasladar los avances que ha habido en el Perte de Economía Circular, en el que se incluye una partida específica para la moda, sector en el que evidentemente se encuentra incluido el calzado”, y desde el que “queríamos trasladar a nuestras empresas con qué proyectos pueden ser incluidos en este Perte”, explica Marián Cano, secretaria ejecutiva de Fice, a lo largo de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la misma federación del calzado. Desde este mismo encuentro, también se ha querido “poner el acento en los condicionantes que tenemos de cara a este Perte, como puede ser”, y como además “principalmente nos preocupa”, “la Ley Crea y Crece”, subraya Cano.

A este mismo respecto, censura la secretaria ejecutiva de Fice, “esta es una ley que nos está restando competitividad”, defiende sin ambages. “Somos un sector internacionalizado, y esta ley nos establece unos condicionantes y unas limitaciones a la hora de establecer los pagos entre las dos partes del contrato”, limitando “la libertad contractual, ya que establece que hemos de pagar en 30 días, o con acuerdo en máximo 60 días”, siendo esto “algo impensable en nuestro sector”. Y es que “estamos hablando de un sector que vende productos de baja rotación”, añade, con un calzado para el que “desde que llega a las instalaciones de nuestros clientes, en cualquier rincón del mundo, hasta que se produce la venta, transcurren muchas semanas”. Por ello resulta “impensable”, enfatiza Cano, “pedirle a nuestros clientes que como máximo nos paguen esa mercancía en 30 días, y por lo tanto, si nosotros tenemos que realizar los pagos en esos 30, o 60 días con acuerdo, estamos perdiendo tesorería y liquidez, y por tanto, como decía, nos resta competitividad, a nivel global”.

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