Estée Lauder se desploma un -20 por ciento en Bolsa tras abrir ejercicio en pérdidas y desconfiar de la recuperación en China

Madrid – Las acciones de The Estée Lauder Companies, una de las grandes multinacionales de la industria de la belleza, además de propietaria, entre otros activos, de todos los derechos sobre la casa de moda estadounidense Tom Ford, se desplomaban más de un -20 por ciento durante su sesión de cotización de este pasado jueves, 31 de octubre, en la Bolsa de Valores de Nueva York. Una caída que llegaba propiciada tanto por los negativos resultados recogidos durante el primer trimestre de su nuevo año fiscal, como por la desconfianza que han arrojado sobre la recuperación de la actividad económica en China.

Ampliando de este modo las informaciones que, desde unas líneas más generales, ya adelantábamos desde FashionUnited durante la misma jornada de este pasado jueves, Estée Lauder ha abierto su nuevo año fiscal de 2024/2025 de la mano de un primer trimestre, finalizado a fecha del pasado 30 de septiembre, durante el que la compañía alcanzó a generar unos ingresos totales por valor de 3 361 millones de dólares. Una cantidad que supone una caída de un -4,46 por ciento frente a los 3 518 millones facturados durante el mismo periodo de hace un año, en lo que termina dejando a la compañía cayendo hasta un -13,7 por ciento desde los 3 895 millones de dólares facturados durante el mismo periodo de 2019; el último ejercicio como ya sabemos que llegó a completarse al margen de los efectos de la pandemia por coronavirus.

Mientras tanto, y en términos de rentabilidad, desde la dirección de la multinacional de la belleza informan de un primer trimestre del año que la compañía ha completado recogiendo unas pérdidas netas por valor de -156 millones de dólares. Una cantidad bien alejada del beneficio neto, en positivo, por 36 millones de dólares que la compañía recogía al cierre del primer trimestre de hace un año; y más aún de con respecto al beneficio neto de 598 millones de dólares que llegó a generar durante el primer trimestre de 2019. Unos indicadores, el de ventas y el de beneficios, que desde su dirección justifican que finalmente se han situado en la línea de las malas previsiones sobre las que ya trabajaban para el arranque de este ejercicio de 2024/2025.

“Nuestros resultados durante el primer trimestre están en gran medida alineados con nuestras perspectivas, sobre una base ajustada, y a pesar del hecho de que los vientos en contra esperados en China y en Asia para el canal ‘Travel Retail’ fueron mayores de lo previsto”, ha querido salir a defender Fabrizio Freda, presidente y director ejecutivo de The Estée Lauder Companies, y quien ya se ha anunciado que se retirará de su cargo, siendo sustituido por Stéphane de La Faverie a partir del próximo 1 de enero de 2025. Mientras tanto, y en lo que sigue haciendo referencia a este primer trimestre de ejercicio, “nuestro plan estratégico de regreso al beneficio y al crecimiento impulsó la expansión del margen bruto, que se vio parcialmente compensada por el desapalancamiento operativo”, todo al tiempo que “otros pilares de nuestro reinicio estratégico también arrojaron resultados iniciales prometedores”.

Bajada generalizada de las ventas, por productos y mercados

Pasando, muy brevemente, a analizar el comportamiento experimentado por la multinacional de la belleza en este arranque de año fiscal, por categorías de producto, las ventas de los productos de cuidado para la piel “Skin Care” se mantuvieron como la principal fuente de ingresos de la compañía, a pesar de que su facturación cayó hasta los 1 529 millones de dólares (-7 por ciento frente a los resultados de hace un año). Una bajada que se dio de manera generalizada, con las ventas de la división de maquillaje “Makeup” cayendo hasta los 1 038 millones de dólares (-2 por ciento); las de perfumería “Fragance” hasta los 630 millones (-1 por ciento); y las de cuidado capilar “Haire Care” bajando hasta los 139 millones de dólares (-6 por ciento); completándose las partidas con la de ajustes y “otros” ingresos, por 25 millones de dólares (-22 por ciento).

En cuanto ya a su rendimiento por mercados, EMEA se posiciona como la principal generadora de ingresos de la multinacional estadounidense, con ventas por 1 230 millones de dólares (-2 por ciento). Ingresos que se contemplan con las ventas generadas en la región de las Américas, donde han caído hasta los 1 187 millones de dólares (-2 por ciento); y en la región de Asia-Pacífico, donde se han hundido hasta los 944 millones de dólares (-11 por ciento).

Previsiones en caída para el corto plazo, desde China y Asia a Norteamérica

De cara a lo que resta de año fiscal, después de incidir en que el comportamiento de la compañía se ha situado en líneas generales con su guía de perspectivas para este mismo periodo, adelantadas durante el pasado mes de agosto, desde Estée Lauder han advertido de que los efectos derivados de la pérdida de confianza de los consumidores en la China continental y en el resto de Asia fueron mucho mayores de lo esperado. Cuestión a raíz de la cual, y aún a pesar de haber valorado las medidas de estímulo económico que ya se han empezado a poner en marcha en el país por parte del Gobierno chino, desde la compañía han querido pasar a adoptar una posición “cautelosamente optimista” sobre las posibilidades de crecimiento a medio y largo plazo que puedan terminar por generarse a partir de estas políticas. Una posición que parte no obstante de una visión mucho más pesimista para el corto plazo, periodo para el cual desde Estée Lauder no contemplan el que las medidas de estímulo puedan llegar a afectar de manera positiva a su rendimiento en la región, al menos durante el segundo trimestre; periodo para el que del mismo modo estiman que el resto de sus operaciones en otras regiones, y especialmente en Norteamérica, terminen por seguir viéndose afectadas por una mayor “normalización”, léase caída de las ventas.

En respuesta a esa suma de valoraciones, desde Estée Lauder han anunciado que, y a la vista igualmente del relevo en la dirección que se va a llevar a cabo con la entrada en enero de Stéphane de La Faverie como nuevo nuevo presidente y director ejecutivo, retiran sus previsiones para todo el conjunto de este año fiscal de 2024. Ejercicio al que seguirán dando paso, han añadido, de la mano de un segundo trimestre para el que prevén que las ventas caigan, en términos orgánicos, en entre de un -6 a un -8 por ciento en comparación con el mismo periodo de hace un año.

Sobre las previsiones para este mismo periodo, “si bien creemos que las nuevas medidas de estímulo económico en China presentan un potencial a medio y largo plazo para la estabilización y, en última instancia, para el crecimiento de la ‘belleza de prestigio’, anticipamos caídas aún fuertes a corto plazo para la industria en China y para las operaciones del comercio ‘travel retail’ en Asia”, declara Freda. Mientras que para “el resto de nuestro negocio”, apunta, “seguimos esperando una continua normalización del crecimiento de la belleza de prestigio, sobre todo en América del Norte”. Ante este “complejo panorama industrial, incluida la particular dificultad de pronosticar el momento de la estabilización y recuperación del mercado Chino y del sector del ‘travel retail’ en Asia, y en el contexto de los cambios de dirección”, desde la compañía líder de la belleza se han decidido por emitir únicamente, y siguiendo con lo ya apuntado, “una perspectiva para el segundo trimestre, retirando nuestra perspectiva para el año fiscal 2025”. Una postura que han adoptado mientras al tiempo “estamos reduciendo nuestro dividendo a una tasa de pago más apropiada”, desde los 0,66 a los 0,35 dólares por acción, “lo que también creará más flexibilidad financiera para que nuestro equipo de dirección entrante vuelva a acelerar nuestra trayectoria de crecimiento y rentabilidad”.

Desplome de un -20,89 por ciento en Bolsa

Ante este cúmulo de nuevas actualizaciones a nivel económico y financiero, la respuesta en los mercados no tardaba de darse, con una valoración de las acciones de Estée Lauder que se hundía bruscamente un -20,89 por ciento, pasando de los 87,15 dólares en los que habían cerrado la jornada del miércoles, día 30, a los 68,94 dólares en los que cerraban la sesión de este pasado jueves, 31 de octubre de 2024. Última caída de unas acciones que acumulan, en el conjunto de los últimos 12 meses, una bajada de un -34 por ciento de su valor, desde los 104,51 dólares en los que cotizaban a fecha del pasado 1 de noviembre de 2023; y de hasta un -56 por ciento desde el máximo en los 159,75 dólares que rozaban a mediados del pasado mes de marzo.