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El Gobierno se suma al boicot contra la fábrica de textiles sostenibles de Altri en Galicia

Por Jaime Martinez

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La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante su encuentro con los representantes de la plataforma “Ulloa Viva” el 20 de agosto de 2024. Credits: Yolanda Díaz, vía X.

Madrid – ¿Puede la fabricación de fibras sostenibles no ser sostenible? Esa es precisamente la tesis que defienden desde Greenpeace y desde la plataforma vecinal “Ulloa Viva”, y a las que acaba de sumarse el Gobierno de España, de boca de su vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en relación con la factoría de fibras textiles sostenibles que la portuguesa Altri aspira a construir en Galicia. Un proyecto que promete una inversión de 1 000 millones de euros y la creación de 2 500 puestos de trabajo directos.

Desde que se anunciase el proyecto y se confirmase, por parte del mismo presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, su declaración como “proyecto industrial estratégico para Galicia”, ya a finales de diciembre de 2022, han venido siendo distintas, y sonadas, las manifestaciones que los vecinos de la Comarca de Ulloa han venido organizando en contra de la pretendida construcción de la megafactoría de fibras textiles sostenibles de Altri en la localidad de Palas de Rei, provincia de Lugo. Una suma de acciones reivindicativas desde las que, aseguraban por entonces desde la plataforma Ulloa Viva, llegaron a reunirse cerca de unas 30 000 personas en torno a la gran manifestación que tenía lugar, el pasado sábado 29 de junio, en la localidad de San Caetano, desde lo que se presentó como una última muestra, tras la anterior gran manifestación del pasado mes de mayo, del gran descontento y de la firme oposición que el proyecto de Altri genera entre los vecinos de la Comarca de Ulloa. Oposición apoyada, esgrimen, en los nocivos efectos ambientales que defienden que acarreará la construcción de la megafactoría de fibras sostenibles para la región; suma de cuestiones que desde la plataforma vecinal están procurando trasladar a todas aquellas voces dispuestas a escucharlas, y a las que se sumaba este martes, 20 de agosto de 2024, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en un encuentro mantenido en el municipio de Agolada, provincia de Pontevedra, con representantes de la plataforma Ulloa Viva.

Durante la ya mencionada cita, desde la plataforma vecinal se trató de poner en conocimiento, de primera mano, a la vicepresidenta segunda del Gobierno de cuáles son sus argumentos y cuáles son los datos que manejan en oposición al proyecto de Altri. Un argumentario que Díaz no dudó en suscribir a la finalización del encuentro, momento en el que compareció ante los medios junto a la portavoz de la asociación vecinal, Marta Gontá, expresando su firme “compromiso como vicepresidenta” para “luchar en contra de la ubicación y el desarrollo de este proyecto”.

Tras las palabras pronunciadas así primeramente por Gontá, desde las que manifestaba, en primer lugar, su agradecimiento a Díaz por escuchar sus posiciones de primera mano, y segundo su confianza en que se convertirá en “la mayor garante” para frenar la construcción de la planta de fibras textiles sostenibles, tal y como se encargaron de recoger desde la agencia Europa Press, la misma vicepresidenta segunda del Gobierno se encargó de tomar la palabra para dar las gracias a la asociación por “defender los valores ambientales” y un “modelo productivo para Galicia sustancialmente sostenible”. A renglón seguido, Díaz se expresó sin ambages posicionándose “radicalmente en contra de este proyecto”, por “ser altamente contaminante, por vulnerar los valores ambientales” de Galicia, “por poner en riesgo la salud pública de la población”, y por “la carencia de valores democráticos primarios”. Y es que, proseguía la vicepresidenta del Gobierno, “los proyectos, cuando se ubican en enclaves como este en el que nos encontramos, tienen que estar validados, compartidos, participados, por las poblaciones en las que se ubican”, para lo que “me atrevo a decir que esto es radicalmente todo lo contrario a lo que está haciendo la propia Xunta de Galicia”, como impulsora y validadora de la planta.

Reafirmándose en sus palabras, Díaz se mostraba así firme y clara al manifestar su intención de “luchar en contra de la ubicación y el desarrollo de este proyecto”, para lo que “nos consta que los grupos políticos que nos acompañan también lo harán así”. Una lucha con la que, afirmaba, “vamos a ser capaces, colectivamente como pueblo, de parar esta barbaridad”. “Estamos hartas de proyectos que contaminan, que no dan vida, y que desde luego desmontan el modelo que tenemos para nuestro país”. Un modelo para el que “estamos ante una Xunta de Galicia que en lugar de defender los intereses de nuestro país, de la ciudadanía, de nuestro entorno, está tratando de hacer exactamente todo lo contrario, se está posicionando al lado, como hace siempre por cierto, de una grandísima multinacional”.

Campaña en contra de Greenpeace

Con sus declaraciones, y firme posición enfrentada al proyecto de Altri, Díaz, y el Ejecutivo al que representa, pasan así a sumarse al férreo boicot en contra de la construcción de la planta que vienen fomentando tanto desde la plataforma vecinal Ulloa Viva como desde Greenpeace. Organización desde la que mantienen puesta en marcha una firme campaña de concienciación y de lucha contra la construcción de la planta, apoyada en redes sociales por diferentes rostros conocidos como la del actor gallego Luis Zahera, con la que están apunto de completar el hito de alcanzar el medio millón de firmas en oposición a la construcción de la fábrica. Rúbricas que guardan por intención emplear para forzar la paralización del proyecto y que este no termine por llevarse a cabo, a la vista de los duros efectos contaminantes y sobre el territorio que, defienden, terminaría por generar en toda la región.

“Altri quiere instalar una enorme factoría de celulosa lindando con la Serra do Careón, en Lugo, una zona de especial conservación de la Red Natura”, que lleva a que “por su importancia medioambiental, debe ser especialmente protegida”, sostienen desde Greenpeace España. No obstante, y en cifras, “46 millones de litros de agua extraerá al día esta megafábrica de celulosa del río Ulla”, una cantidad que supone “tanto como consume toda la provincia de Lugo”; y de la que “30 millones de litros al día de aguas residuales contaminadas verterá de vuelta al río”, de manera que “no solo abusará del agua, tan necesaria en tiempo de sequía, sino que contaminará la que queda”.

A este efecto, sostienen desde Greenpeace, se sumará el que generará los “75 metros de altura” que “tendrá la chimenea que van a poner al lado del Camino de Santiago para liberar a la atmósfera azufre, óxidos de azufre, óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono y material particulado”; así como las “2,4 millones de toneladas de eucalipto” que “llegarán a necesitar”, lo que propiciará un “aumento brutal de la demanda” que “obligará a llenar aún más terreno gallego de este monocultivo de eucalipto que tanto daño está haciendo a la biodiversidad del norte de la Península, y que aumenta el peligro y virulencia de los incendios en Galicia, como vemos cada año”, sostienen. Todo un cúmulo de efectos nocivos para el territorio, desde el punto de vista de Greenpeace, para el que desde Altri reclaman “250 millones de los fondos Next Generation que servirán para llevar al colapso un entorno natural”. Un situación frente a la que “la solución es clara, rotunda y evidente”, concluyen su manifiesto desde Greenpeace, “no permitirlo”. “Nuestro entorno natural no puede verse amenazado por otra papelera que se beneficie de convertir los recursos naturales en destrucción y miseria para los ecosistemas y las poblaciones locales”, por lo que “no dejemos que ocurra”, y “firma la petición”, nos invitan a hacer desde la ONG ambientalista.

Una inversión de 1.000 millones de euros, para la primera fábrica del mundo a “ciclo cerrado” de lyocell

De entre todos estos argumentarios y posiciones enfrentadas a la construcción de la planta, son las palabras de Díaz, como vicepresidenta del Gobierno, las que más inquietud es de esperar que estén generando en el seno de la compañía portuguesa Altri. Y es que como bien apuntan desde Greenpeace, la empresa lusa habría puesto como condiciones para seguir adelante con la construcción de la planta de Palas de Rei, primero, contar con la declaración ambiental aprobada, requisito para el que la consejera de Economía e Industria de la Xunta de Galicia, María Jesús Lorenzana, ya ha adelantado que esperan contar con el informe ambiental sobre Altri para principios de 2025; y segundo, acceso a 250 millones de euros de los fondos europeos Next Generation. Fondos que no es la Administración autonómica, sino el Gobierno central, el encargado de distribuir a su discreción, y que terminan así a volver a ponerse en el aire tras las declaraciones de Díaz y su compromiso de luchar contra la fábrica de fibras sostenibles de Altri; compañía desde la que seguirían barajado diferentes posibilidades desde las que acceder a ayudas de fondos europeos, pero desde otras partidas, y desde otros mecanismos de apoyo, diferentes a la de los fondos Next Generation.

Aún así, y siguiendo con lo ya manifestado por los principales directivos de la compañía portuguesa, la oposición de Díaz, y del Gobierno, vuelve a poner en dudas las inversiones por 1 000 millones de euros que, según la compañía portuguesa, supondría la construcción de la nueva fábrica de Galicia, tanto en cuanto su consejero delegado, José Soares de Pina, ya advirtió, en declaraciones al medio económico Expansión a comienzo de junio, de que “no hacemos inversiones donde no las quieren”. Una posición que, sumada a la del Ejecutivo y a las de las organizaciones sociales contrarias a la construcción de la planta, podría terminar por hacer desaparecer el proyecto de construcción de la que está, al menos aún todavía, llamada a ser la segunda fábrica de Europa, y la primera de España, de lyocell, y la primera en todo el mundo en completar el ciclo completo, desde unas mismas instalaciones, para la fabricación de esta fibra más sostenible obtenida a base de celulosa, abarcando desde el tratamiento de la madera de eucalipto hasta la fabricación del lyocell. Una fibra que se emplea dentro de la industria de la moda como una alternativa “verde” a las fibras sintéticas derivadas del petróleo, como el poliéster o el nailon, así como de otras fibras celulósicas más contaminantes, como el rayón o la viscosa.

En esa intención, y según está en la hoja de ruta de Altri para la construcción de este proyecto, impulsada a través de la compañía Greenfiber, participada en un 75 por ciento por Altri y en su 25 por ciento restante por la compañía Greenalia, vinculada a Beatriz Mato, exconsejera de Medioambiente de la Xunta de Galicia, la futura fábrica estará orientada en toda su integridad a la producción de fibras solubles de celulosa para su aplicación en la industria textil. Una producción para la que, como datos, desde Altri contemplan llegar a generar, con la planta a pleno rendimiento, más 400 000 toneladas de pasta celulósica anual, pero partiendo de una primera fase para la que se contempla la producción de unas 250 000 toneladas. Cantidad que se dividirá, tal y como adelantaban desde Altri al medio local de el Diario de Pontevedra a comienzos de este mismo mes de junio, en 190 000 toneladas de fibras solubles de celulosa que se venderán a industrias del sector textil, y en 60 000 toneladas de fibras de lyocell, para igualmente su uso dentro del sector textil y del mundo de la moda. Una cantidad esta que prevén ir aumentando en fases posteriores a medida que la demanda de lyocell, un material que defienden desde la compañía portuguesa cumple con los objetivos de la ONU contra el cambio climático, vaya aumentando dentro de la industria textil, guardando por objetivo el llegar a producir desde la planta de Palas de Rei hasta el 3 por ciento de la producción global de lyocell.

En cuanto a sus efectos que esto pueda tener sobre el territorio, desde Altri defienden la sostenibilidad del proyecto y su bajo impacto ambiental, respondiendo a todas y cada una de las alegaciones presentadas en su contra tanto por las asociaciones vecinales como desde Greenpeace. Una defensa que argumentan señalado a que, en lo que respecta al uso del agua, no se consumirá sino que se “utilizará y se tratará para devolverla depurada río arriba”, por lo que “el caudal del Ulla no se verá afectado”, defendía Sofía Jorge, directora del departamento de Sostenibilidad y miembro del Consejo Ejecutivo de Altri, en declaraciones al Diario de Pontevedra. Una no contaminación que los ecologistas igualmente cuestionan apuntando a la temperatura elevada con la que se devolverá esa agua tratada al cauce del Ulla.

En lo que respecta al resto de cuestiones, en lo relativo a la contaminación visual de las chimeneas, desde Altri se defienden alegando que la fábrica proyectada contempla la “construcción” de un cinturón verde a su alrededor que impedirá que su presencia empañe la experiencia de los peregrinos que transitan el Camino de Santiago; reconociendo el que es cierto que “desde algunos puntos se verá la fábrica”, incidencia que relativizan tanto en cuanto “el Camino pasa por muchos otros polígonos”, pero “en nuestro caso habrá un cinturón verde, por lo que los peregrinos van a poder seguir peregrinando”, defendía ante el mismo medio Bruno Dapena, director del proyecto de la fábrica de Palas de Rei.

Para concluir, en lo relacionado ya con ese “efecto llamada” para la construcción de plantaciones forestales de monocultivo de eucalipto, especie que será la empleada para “alimentar” la producción de la fábrica de fibras sostenibles, desde Astri han detallado que la planta empleará madera de eucalipto gallega certificada, en lo que defienden que no acarreará un incremento de las plantaciones de eucalipto en la comunidad autónoma. Y es que según sus objetivos, la planta lo que tratará es de captar para sus operaciones parte de los cerca de 2,5 millones de metros cúbicos de madera de eucalipto que actualmente se exportan desde Galicia. Una acción que vendría a subrayar todavía más la naturaleza sostenible y respetuosa de este proyecto, que impediría así el que la madera tuviera que recorrer los miles de kilómetros que actualmente recorre para terminar, por ejemplo, sirviendo a la industria textil, del mismo modo que podrá hacerlo ahora directamente desde Galicia. Comunidad autónoma sobre la que actualmente pesa una prohibición para la plantación de nuevas plantaciones de eucalipto, decretada por la Xunta de Galicia desde el pasado 21 de junio de 2021, lo que vendría para reafirmar del todo el argumentario de Altri, sino fuera porque está previsto el que la moratoria se termine por levantar el 31 de diciembre de 2025; fecha para la que ya tendría que estar del todo encarrilado el proyecto de la planta de Palas de Rei.

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