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El Consejo Intertextil alerta de los riesgos para el sector de un “absentismo estructural”

La patronal de la industria textil ha sacado a relucir y tratado de poner sobre la mesa las principales medidas que deberían empezar a ponerse en marcha con el fin de corregir al que sitúan ya como uno de los principales problemas operativos de las empresas del sector: el absentismo laboral.
Por Jaime Martinez

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Interior de una planta de producción textil. Credits: Consejo Intertextil Español.

Madrid – A lo largo de un extenso y completo comunicado, el Consejo Intertextil Español (CIE), la organización empresarial que se encarga de representar al conjunto de la industria textil española, y en la que se integran la Confederación de la Industria Textil (Texfor) y la Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana (Ateval), ha alertado de los presentes riesgos para las empresas del sector que presenta ya un absentismo laboral que han pasado a calificar de “problema estructural”. Un problema fruto de múltiples factores, tanto sociales como propios del sector, para el que reclaman al Gobierno que ponga en marcha una batería de medidas, y cuyo origen estaría en el nuevo paradigma laboral que ha terminado por imponerse tras la pandemia por coronavirus.

Poniendo en primer lugar el foco de atención sobre el contexto en el que actualmente se encontrarían operando las empresas españolas del textil y de la confección, desde el Consejo Intertextil dibujan un entorno industrial y laboral bien distinto al que imperaba antes de la irrupción de la pandemia por coronavirus. Un entorno en el que reinarían de un lado una desmotivación que llevaría a muchos de los nuevos trabajadores llamados a completar el relevo generacional dentro de la industria a renunciar a sus trabajos, incluso después de haber recibido la formación requerida para desempeñarlos; y del otro una suma de factores estructurales y propios de la industria textil, relacionados con justamente la falta de personal cualificado, o con los esfuerzos, los horarios y la actividad física propia de los trabajos del sector. Unos aspectos que a la postre lo que dibujan es un entorno laboral que no estaría siendo capaz de responder a las nuevas exigencias que reclama para sí misma la nueva clase trabajadora que ha entrado al mercado laboral tras la pandemia; así como tampoco a las que demandan las propias empresas del textil español.

El resultado, según se desprende de la radiografía que han presentado desde el CIE, es el de una realidad laboral de la que huyen aquellos nuevos trabajadores que ingresan a ella, o de la que buscan abstenerse aquellos trabajadores que siguen participando de ella, en además un tan alto número que, sumándose a la falta de personal cualificado, ha empezado a afectar al normal funcionamiento de las empresas e incluso a paralizar sus líneas de producción, comprometiendo el cumplimiento en la entrega de pedidos. Todo ello como consecuencia de un absentismo laboral que, aludiendo a datos de Randstad Research, desde el CIE señalan que ha aumentado un +40 por ciento en los últimos cinco años dentro del sector manufacturero, en el que se enmarca la industria textil. Un crecimiento que habría contribuido a situar el absentismo laboral en España en esa posición que actualmente ocupa, añaden, entre los más altos de toda la Unión Europea, para el conjunto del sector industrial con una tasa superior al 7,5 por ciento, golpeando a la competitividad productiva del país; también y especialmente en lo que atañe a las empresas de la industria textil y de la confección.

Falta de personal y absentismo, como consecuencia de un nuevo paradigma laboral

Partiendo de todo lo expuesto, desde el CIE lo que presentan es un contexto ciertamente complejo para las empresas españolas del textil, abocadas directamente hacia la incapacidad para operar como resultado tanto de esa falta de nuevos trabajadores que quieran desempeñar su actividad dentro del sector, como del creciente absentismo entre su actual plantilla. Dos causas para las que señalan como origen, en lo referente a la primera, a la desconexión que actualmente se daría entre el sistema educativo y las necesidades reales del tejido industrial del país; y a la segunda, a la actual legislación vigente, a la que tachan de excesivamente laxa y permisiva para la hora de tratar las bajas laborales, alimentado con esas dinámicas este contexto que denuncian de “absentismo estructural”. Dos causas que realmente como se presentan son como dos caras de una misma moneda, que habla de los profundos cambios de mentalidad con los que está entrando al mercado laboral la nueva generación de trabajadores, nada dispuestos a supeditar el modo de vida que quieren y buscan a un puesto de trabajo. Algo que desde el sector han venido a calificar como “falta de compromiso”.

“Falta compromiso”, como demostraría el que “la mayoría de los operarios se marcha al poco tiempo y en muchos casos, cuando ya han recibido la formación específica para su posición en fábrica”, apunta al respecto, y desde unas declaraciones compartidas por el CIE, Josep Pujol, responsable de la empresa de hilaturas técnicas Selvafil de Girona, que emplea a más de 350 trabajadores, y a la que entre octubre de 2024 y junio de 2025 se incorporaron 240 nuevos trabajadores, de los que solamente siguen en plantilla 65. “Antes de la pandemia esto no pasaba”, añade, reconociendo con sus palabras, y en línea con lo ya señalado, cómo “la actitud ha cambiado”.

En cuanto ya a esas dos causas que desde el CIE advierten con que se estaría trasladando a la realidad del sector ese cambio de mentalidad que ha empezado a arraigar dentro de la clase trabajadora, “el envejecimiento de las plantillas y la falta de relevo generacional hacen cada vez más difícil sustituir bajas en puestos técnicos”, señala con respecto a la falta de nuevos trabajadores Pilar Rubio, directora de Hilaturas J. Rubio. “Hay perfiles que requieren hasta dos meses de formación interna”, por lo que “si no se apuesta decididamente por la industria”, corrigiendo esa “desconexión” entre la realidad formativa y laboral, “llegaremos tarde”.

Mientras tanto, y en lo relativo a ese absentismo que se presentaría como el reflejo más duro para el sector del cambio que están imponiendo los nuevos trabajadores, “la reforma laboral de 2021 ha facilitado la acumulación de bajas sin limitación temporal, lo que impacta directamente sobre las líneas de producción”, apuntan desde Selvafil, al tiempo que denuncian igualmente esa falta de perfiles técnicos disponibles, y subrayan cómo “nunca nos habíamos encontrado en una situación como la actual”, en la que la media de bajas entre el periodo de octubre 2024 a junio 2025 ha sido de 35 personas, llegando a 50 en momentos puntuales”. “Esto afecta a los plazos de entrega y genera una sensación de frustración e indefensión total por parte de la empresa”.

“Si no se corrige la actual gestión de las bajas por contingencias comunes, muchas fábricas no podrán mantener su actividad en territorio nacional”, denuncia por su parte Càndid Penalba, CEO de la textil Cotoblau de Ontinyent, desde donde reconocen haber tenido que anular pedidos por falta de personal. Unas dinámicas para las que Xavier Morera, director ejecutivo de Nueva Fabril Sedera, señala que “la mayor permisividad normativa”, pero también “la evolución del concepto de esfuerzo”, estarían “detrás del incremento de las bajas vinculadas a malestar emocional o estrés” que están afectando al sector.

Medidas para corregir la potencial incapacidad productiva del sector textil

Ante esta suma de casuísticas estructurales, pero como hemos visto ojo también sociales, que estarían afectando al correcto desempeño de la industria textil española, desde el CIE han presentado una batería de medidas que reclaman que se pongan en marcha para corregir la actual situación por la que atraviesan las empresas del sector. Medidas con las que, una vez vistas, lo que parecen reclamar son acciones que fuercen a volver a sus puestos de trabajo a unos trabajadores sobre los que extienden la sombra del fraude, y la de la sospecha de abstenerse de manera tramposa de sus obligaciones contractuales, sin abordar ese ya palpable en ambiente cambio de mentalidad de la clase trabajadora que estaría, primero, ahuyentando a la nueva generación de trabajadores del sector; y en último término, alimentando esa desmotivación que podría estar afectando a las actuales plantillas.

Apreciaciones ya al margen, el CIE propone para revertir el absentismo laboral en el sector cinco líneas de actuación “urgentes”, y que pasan por “revisar los sistemas, gestión y protocolos de baja para permitir reincorporaciones más ágiles”; por “dar más capacidad de seguimiento a las mutuas, especialmente en bajas traumatológicas”; por igualmente “dar a las mutuas mayor capacidad de seguimiento en bajas por dolores musculoesqueléticos”; por “controlar mejor el fraude, tomando como referencia modelos europeos”; por “establecer protocolos específicos adaptados a los entornos industriales”; y por último, por “impulsar una mayor implicación institucional, acorde con la magnitud del problema”. Un punto este último que, debido a su enunciado flexible, sí podría abrir una puerta a tratar de abordar en mayor profundidad ese rechazo que la nueva generación de trabajadores, y también parte de la actual, estarían encontrando para la hora de desempeñarse a nivel laboral dentro de las empresas del sector.

“Si no se facilita un modelo más flexible de reincorporación y seguimiento, muchas pymes industriales no podrán mantener el ritmo de actividad”, y es que “la normativa actual no se ajusta a la realidad de la producción” del sector, reivindica José María Mestres, presidente del CIE. Unas declaraciones que en su misma línea se ha encargado de apuntalar León Grau, director de la textil Hilaturas Miel y presidente del centro tecnológico Aitex de Alcoi, y quien declara que “el absentismo laboral ya no es una incidencia puntual”, sino que se presenta como “el principal problema operativa en muchas empresas del sector”.

En resumen
  • El Consejo Intertextil Español (CIE) alerta sobre el aumento del absentismo laboral en el sector textil, considerándolo un problema estructural.
  • El CIE señala que este absentismo, junto con la falta de personal cualificado, afecta la producción y el cumplimiento de pedidos de las empresas.
  • El CIE propone medidas urgentes al Gobierno, incluyendo la revisión de protocolos de baja y un mayor control del fraude, para corregir la situación y evitar la incapacidad productiva del sector.
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