El activista pakistaní Ehsan Ullah Khan carga contra Inditex, Mango, H&M y Gap y las acusa de fomentar “crímenes de esclavitud infantil”
cargando...
Madrid – En una carta remitida a FashionUnited, el reconocido activista pakistaní Ehsan Ullah Khan, fundador y presidente del Frente de Liberación del Trabajo Forzado Global (BLLF Global, por sus siglas en inglés), ha cargado muy duramente contra las multinacionales de la moda Inditex, Mango, H&M y Gap, a las que ha acusado abiertamente de alimentar “la esclavitud moderna”, no dudando incluso para ello a recurrir y beneficiarse de prácticas esclavistas y de mano de obra infantil. Unos pretendidos abusos por los que exige que estas, al igual que cualquier otra compañía en su misma situación, respondan, de manera moral, legal y financiera.
Reconocida voz en la defensa de los derechos humanos y contra la explotación y la explotación infantil en Pakistán y todo el sur de Asia, una laboral a la que Ullah Khan ha venido dedicando la práctica totalidad de toda su vida, desde su condición como fundador y presidente del Frente de los Trabajadores de las Fábricas de Ladrillos (Brick Kiln Workers Front) y del BLLF Global, así como coordinador nacional en Suecia de la Marcha mundial contra el trabajo infantil, Ullah Khan se convirtió en todo un símbolo de la batalla contra la nueva esclavitud posmoderna a mediados de la década de los 90, después de lograr liberar, hacia el año 1992, al niño esclavo Iqbal Masih del taller pakistaní de confección de alfombras para el que trabajaba en régimen de esclavitud y esposado a un telar, desempeñando jornadas de trabajo de más de 14 horas diarias. Una situación en la que se vio sumido después de ser vendido por su padre como garantía de un préstamo a saldar con su trabajo como tejedor de alfombras; situación ante la que el niño se revelaría logrando escapar de su cautiverio, y finalmente encontrando refugio en el centro de capacitación del BLLF fundado por Ullah Khan. Una situación de amparo que se vería finalmente truncada con el asesinato del niño-esclavo, para para entonces, y a sus solamente 12 años, ya todo un símbolo y una muestra de la durísima realidad que se escondía tras la industria de la confección de Pakistán, contra la que ha seguido luchando, desde entonces y hasta el día de hoy, Ehsan Ullah Khan, no dudando en para ello de participar de foros y mesas de trabajo sobre las formas contemporáneas de esclavitud impulsadas por organizaciones y entidades como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las Naciones Unidas (ONU) o incluso, desde España, la Junta de Castilla y León.
- El activista pakistaní Ehsan Ullah Khan acusa a las multinacionales Inditex, Mango, H&M y Gap de fomentar prácticas de esclavitud y de trabajo infantil dentro de sus respectivas cadenas de suministro.
- Khan exige el fin inmediato de los contratos con los proveedores involucrados en dichas prácticas, auditorías independientes y el procesamiento legal de los ejecutivos responsables.
- Las acusaciones de Ullah Khan se sostienen y ven la luz a raíz de la investigación hecha pública a principios de 2025 por la organización no gubernamental Transparentem, de la que ya hemos informado en detalle desde FashionUnited, y en la que sin embargo no se hace mención alguna a Mango como compañía relacionada con las presuntas prácticas de trabajo esclavo e infantil supuestamente identificadas por la organización durante su investigación.
Puesto de este modo en valor el bagaje que acumula a sus espaldas Ullah Khan como activista y defensor de los derechos humanos y contra la explotación y la explotación infantil, una tarea para la que se cifra en más de un millón de trabajadores a los que desde el BLLF Global han logrado rescatar de las condiciones de esclavitud en las que se encontraban sometidos, ahora el reconocido activista ha salido a cargar muy duramente contra las multinacionales de la moda Inditex, Mango, H&M y Gap. Empresas a las que acusa de manera directa de ser cómplices en la explotación de los trabajadores, entre ellos niños, que forman parte de su cadena de valor.
“Son cómplices en la explotación de los más vulnerables”
Para sostener sus acusaciones, Ullah Khan señala en su misiva a la reciente investigación hecha pública por la organización no gubernamental estadounidense Transparentem, de la que ya nos hacíamos eco, y entrábamos a desgranar en detalle, desde FashionUnited a mediados de este pasado mes de enero de 2025. Una investigación que, señala el activista pakistaní, quien vive en el exilio desde que en el año 1995, tras el asesinato de Iqbal Masih, el gobierno paquistaní le retirase el visado, impidiéndole regresar al país, aprovechando su participación en una mesa de trabajo de la Organización Internacional del Trabajo en la que estaba previsto que participase junto al mismo Masih, ha vuelto a sacar a relucir “una realidad espantosa”, con “niños trabajando en condiciones de esclavitud moderna” para granjas de algodón relacionadas con las cadenas de valor de algunas de las grandes multinacionales de la moda.
“Yo, Ehsan Ullah Khan, Fundador y Presidente de BLLF Global, y defensor incansable de los derechos de la infancia, me pronuncio hoy con absoluta determinación para condenar los atroces crímenes de esclavitud infantil y trabajo forzado facilitados por gigantes multinacionales de la moda como Inditex (Zara), H&M, Mango y Gap”. “Estas corporaciones, a pesar de su poder y riqueza, son cómplices en la explotación de los más vulnerables”, unos “niños obligados a trabajar en condiciones inhumanas, despojados de su infancia y dignidad”, censura en su misiva el reconocido activista. Eso es, advierte, lo que se pone de manifiesto desde “la reciente investigación de Transparentem”, que “ha sacado a la luz una realidad espantosa”, con unos “niños trabajando en condiciones de esclavitud moderna en Madhya Pradesh, India, expuestos a productos químicos tóxicos, atrapados en la servidumbre por deudas, y privados de su derecho a la educación”. Unas durísimas condiciones en las que los habrían mantenido “empresas como Pratibha Syntex, Remei India y Maral Overseas, proveedores de estas marcas globales”, que “han acumulado fortunas sobre la base del sufrimiento infantil”. Unas prácticas que no son “solo una atrocidad moral”, sino también “un crimen legal en la Unión Europea”.
Exigencias de medidas correctivas: procesamiento legal y confiscación de productos
Dando un mayor sentido a esa apreciación como conductas que deben considerarse como ilícitas dentro del territorio de la Unión Europea, Ullah Khan hace referencia con sus palabras al Reglamento (UE) 2024/3015 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de noviembre de 2024, por el que se prohíben en el mercado de la Unión los productos realizados con trabajo forzoso y se modifica la Directiva (UE) 2019/1937. Norma mediante la que se establece, desde su Artículo 1, que “se prohíbe a los operadores económicos introducir y comercializar en el mercado de la Unión o exportar desde dicho mercado productos realizados con trabajo forzoso, con el fin de mejorar el funcionamiento del mercado interior y contribuir, al mismo tiempo, a la lucha contra el trabajo forzoso”.
En respuesta a sus directrices, lejos de contentarse con reprobar la que a su parecer ha sido una conducta de connivencia con la que un grupo integrado por grandes y destacas multinacionales de la moda se han terminado por beneficiar de las prácticas esclavistas y de trabajo infantil que se habrían dado dentro de sus cadenas de valor, Ullah Khan exige un total de cuatro medidas: que se terminen de manera inmediata todos los contratos con los proveedores implicados en trabajos forzados e infantil; la transparencia total y la realización de auditorías independientes de las cadenas de suministros, con la redacción de informes que se hagan públicos; el procesamiento legal de los ejecutivos corporativos que se identifiquen como cómplices “de estos crímenes”; y por último, la confiscación y destrucción de todos los productos fabricados por manos esclavas que haya en Europa “sin excepción”.
“Gracias a 10 años de campaña incansable en España y Suecia, y con el apoyo incondicional del Gobierno y la sociedad civil española, logramos un hito histórico”, con “la aprobación de la Ley de Repudio del Trabajo Forzado de la UE, el 23 de marzo de 2024”. “Esta ley es la legislación más poderosa contra el trabajo forzado en el mundo, incluso más fuerte que las leyes antiesclavistas del siglo XVIII”, y “establece que”, entre otras medidas, “se prohíbe cualquier producto fabricado parcial o totalmente con trabajo forzado o infantil en la Unión Europea”; “se imponen sanciones severas, incluidas multas significativas y enjuiciamiento penal para las empresas que importen estos productos”; y que “se confiscarán, reciclarán o destruirán todos los productos hechos por esclavos, incluso si llegan a través de servicios de mensajería como Amazon”, señala Ullah Khan. “Esto significa que incluso si un coche fabricado en EE.UU., Japón o China cumple con el 99 por ciento de los estándares éticos, si su batería contiene cobalto extraído por niños esclavizados en el Congo, ese coche será prohibido en Europa. Sin excepciones. Sin vacíos legales”. Y desde esas mismas exigencias, señala el activista pakistaní, “corporaciones como Inditex (Zara), Mango, H&M y Gap deben rendir cuentas”. “Saben que están alimentando la esclavitud moderna al priorizar la mano de obra barata sobre las vidas humanas”, así como que “sus cadenas de suministro están construidas sobre el sufrimiento de los niños, y deberán enfrentar las consecuencias: moralmente, legalmente y financieramente”.
Cuestiones en duda: de la presencia de Mango, a la reclamación de cese de las relaciones con los proveedores
En un esfuerzo por terminar de poner en contexto las declaraciones y exigencias reclamadas por Ehsan Ullah Khan, y sin que ello naturalmente interfiera en cualquier decisión en cuanto a sanciones y demás actuaciones como las que reclama el activista, sí consideramos necesario remarcar el que desde la misma Transparentem recomendaban desde su informe a todas las empresas identificadas como relacionadas con los proveedores indios puestos bajo sospecha, que continuaran con sus relaciones comerciales con las mismas compañías. Una práctica que entendían como la más beneficiosa y como la que mejor podía servir para tratar de lograr llevar a cabo un cambio real sobre las prácticas identificadas como de trabajo forzoso e infantil por la organización no gubernamental.
De igual manera, y para lo que hace referencia a las dos compañías españolas mencionadas por el activista, incidimos desde FashionUnited en el hecho de que, hasta lo que nos consta, y así consta en el informe hecho público por Transparentem a fecha del pasado mes de enero de este 2025, Mango no aparece señalada en ningún momento en el mencionado informe, por lo que desconocemos si su señalamiento por parte de Ullah Khan responde a un error o a lo que pudiera estar relacionado con una causa ajena a los hechos recabados durante la investigación realizada por la ONG estadounidense. Mientras que para el caso de Inditex, que al igual que H&M, Gap y un total de 50 compañías vinculadas a unas 60 marcas de moda, sí aparece citada en el citado informe, preguntados ya en enero por esta cuestión por FashionUnited, la compañía española, que recordamos que no adquiere materias primas sino que trabaja con sus proveedores a partir de encargos de piezas ya terminadas, respondió en su día a las informaciones hechas públicas por la ONG declarando su compromiso con una cadena de valor asentada sobre unos sólidos principios éticos, naturalmente sin presencia de trabajo esclavo, y certificada de manera independiente por terceros.
“En Inditex llevamos años colaborando con diversas organizaciones clave para mejorar las condiciones laborales en las granjas de algodón en India, independientemente de si forman parte de nuestra cadena de suministro”, siendo un “ejemplo destacado” de esta política “nuestra alianza público-privada con la OIT, firmada en 2017, para promover los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo en la agricultura del algodón en países como India o Pakistán”. “En línea con estos esfuerzos, estamos trabajando junto a más de 20 marcas, organizaciones sociales y proveedores locales para poner en marcha un plan de remediación conjunto en los campos de algodón en 32 aldeas del distrito indio de Madhya Pradesh con el objetivo de impulsar medidas de protección para los trabajadores y sus familias”. Mientras que con “respecto a nuestro suministro de algodón”, señalaban, “las prendas de Inditex incorporan únicamente algodón validado por certificadores externos y nos hemos comprometido a que, para 2030, solo utilicemos algodón con menor impacto —ya sea orgánico, de cultivo regenerativo, reciclado o de nueva generación—”. En línea con ese compromiso, concluían desde la multinacional de la moda española, “en la fabricación de nuestras prendas”, además “promovemos que nuestros proveedores prioricen el uso de algodón procedente de productores que Inditex ha seleccionado en función de su cumplimiento social y medioambiental, certificados por terceros independientes y con trazabilidad completa”.