CCOO tilda de “ridícula” la propuesta de la CEOE y reclama una subida del +7 por ciento del SMI

Madrid – Desde el sindicato CCOO no han dudado en salir a mostrar su frontal rechazo al ofrecimiento de la CEOE, con el respaldo de CEPYME, para fijar una subida del salario mínimo interprofesional (SMI) de un +1,5 por ciento para 2026. Una propuesta que han calificado de “ridícula”, y frente a la que reclaman que desde el Gobierno se apruebe un incremento del salario mínimo para el próximo año de en torno a un +7 por ciento.

Era a este respecto el mismo secretario general de CCOO, Unai Sordo, quien se encargaba de manifestar la total oposición del sindicato al ofrecimiento de la patronal española, poco antes de participar este miércoles en Bilbao en la jornada “Respuestas sindicales frente a la mitología fascista”. Una cita durante la que, previamente a su celebración, Sordo salió a atender a los medios de comunicación, concediendo unas declaraciones desde las que calificaba como de “ridícula” la propuesta planteada por la CEOE para incrementar un +1,5 por ciento el SMI durante 2026. Un ofrecimiento que desde la organización empresarial justificaban en detalle, y que desde el sindicato rechazan de plano, primero, por proponer un incremento que se situaría por debajo de la inflación —que se prevé que termine por cerrar el año en una tasa de entre un +2,5 y un +2,8 por ciento—; y segundo, por plantearse en un contexto en el que los trabajadores, y especialmente afectando a los que cobran el SMI o unas cantidades ligeramente superiores, están viendo caer su poder adquisitivo, por la decisión de las empresas de compensar las nuevas subidas del SMI con los complementos salariales y otros pluses que habían venido disfrutándose. Una cuestión la de la compensación a la que justamente supeditaban su ofrecimiento desde la CEOE, señalando al respecto de que su oferta se daba condicionada “al cumplimiento de las reglas de absorción y compensación del Estatuto de los Trabajadores”.

Ante esta suma de circunstancias, dos son los puntos que desde CCOO aseguran que exigirán al Gobierno como base para alcanzar un acuerdo y respaldar el SMI que proponga el Ejecutivo para 2026. En primer lugar, el que para esa subida se establezca un incremento “contundente” del SMI, que concretan que “debería situarse en torno al +7 por ciento”, y no a ese escaso +1,5 por ciento, para alcanzar la cifra del 60 por ciento del salario medio de España, que establece como base estimativa la Carta Social Europea. Y en segundo lugar, la exigencia de que esa subida se dé acompañada además de una reforma de la regulación del SMI que impida la compensación de pluses y complementos salariales. Una dinámica que, censuran desde el sindicato, ha llevado a que a día de hoy quienes cobran el SMI, o apenas por encima del mínimo, no hayan percibido mejoras reales en sus nóminas, a pesar del incremento acumulado del +61 por ciento del SMI que se ha logrado alcanzar a lo largo de los últimos años.

“Millones de personas trabajadoras tienen su salario base vinculado al SMI, complementado con pluses que muchas empresas han reducido en la misma proporción que subía el salario mínimo”, denuncian desde CCOO. Y ante ese escenario, se le “ha exigido al Gobierno dos compromisos para alcanzar un acuerdo: una subida contundente del SMI”, y “la modificación del reglamento que impida que las empresas compensen los aumentos recortando complementos”.

Una “relajación” frente al +7,5 exigido en noviembre

Mostrándose muy alejada por tanto la exigencia de CCOO de la propuesta de ese +1,5 por ciento presentada por la patronal, su +7 por ciento de incremento se situaría no obstante ligeramente por debajo del +7,5 por ciento en el que desde CCOO y desde UGT apuntaban, a finales de este pasado mes de noviembre, que debería de terminar de situarse el aumento del SMI para 2026. Una “relajación” de ese incremento que parece evidenciar una cierta “flexibilización” del sindicato para la hora de acercar posturas, no tanto con la CEOE como con el Ejecutivo.

Como resultado directo de esta “atenuación” de sus reclamaciones, se reducirían esas cifras que las dos mayores organizaciones sindicales del país planteaban en noviembre como SMI para el próximo año. Un 2026 para el que entonces reclamaban que el SMI debería de aumentar en ese +7,5 por ciento, para situarse en los 1 273 euros brutos mensuales en 14 pagas, tras un aumento mensual de 89 euros y que daba como resultado un salario bruto anual de 17 822 euros. Unas cifras e incrementos que, con la propuesta de subida de este +7 por ciento sobre el SMI de 2025 —fijado en los 1 184 euros brutos mensuales y 16 576 anuales—, se reducirían ligeramente hasta un salario de 1 267 euros brutos mensuales, con un aumento de 83 euros al mes y hasta llegar a un salario bruto anual de 17 736 euros. Cantidades en cualquier caso superiores a las que se derivarían de la oferta de la CEOE, cuyo +1,5 por ciento de subida se traduciría en un SMI a 14 pagas con un sueldo de 1 202 euros brutos mensuales, con un aumento de 18 euros al mes, y hasta llegar a un salario bruto anual de 16 825 euros.

Entre medias de unas exigencias y otras, se ha filtrado que el grupo de expertos que asesora al Ministerio de Trabajo han propuesto al Ministerio de Yolanda Díaz una subida del SMI para 2026 que debería de situarse, como mínimo, en un +3,1 por ciento, con un salario de 1 221 euros brutos al mes en 14 pagas, si el SMI se mantiene exento de tributación por IRPF, alcanzando un sueldo anual que se situaría en los 17 094 euros. Mientras que para el caso en el que se acuerde que el SMI sí empiece a aportar al IRPF, según lo adelantado por el medio generalista El País, el equipo de asesores habría planteado al Ministerio que acordase una subida del SMI de un +4,7 por ciento, hasta los 1 240 euros brutos mensuales, y los 17 360 euros anuales.