Adidas vuelve a la carga contra Thom Browne y recurre el fallo del jurado
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Madrid – Lejos de conformarse con haber perdido la causa por la defensa de la propiedad intelectual de “sus rayas”, tras el fallo acordado por los miembros del jurado que debía de terminar de resolver su enfrentamiento con la firma y el diseñador de moda estadounidense Thom Browne, desde Adidas han hecho finalmente cumplir su palabra, y han pasado ya a interponer un recurso contra la sentencia del juicio, acordada por el Tribunal federal del Distrito Sur de Nueva York a comienzos del pasado mes de enero.
Haciendo una breve recapitulación de todo lo acontecido hasta la fecha relacionado con esta singular batalla legal que mantiene enfrentadas, de un lado a la multinacional de la moda deportiva Adidas, y del otro al diseñador y a la marca de moda estadounidense Thom Browne, propiedad en su 85 por ciento del Grupo Ermenegildo Zegna desde finales de agosto de 2018, debemos de retrotraernos hasta la fecha de comienzos del mes de julio del pasado 2021. Momento este para el que desde Adidas terminaban por presentar ante el Tribunal federal del Distrito Sur de Nueva York una demanda contra la firma de moda y el diseñador Thom Browne, alegando el que habían estado de manera sistemática vulnerando sus derechos como marca registrada, al hacer uso, sin derechos, como elemento distintivo de sus colecciones de una serie de rayas blancas, así como de rayas en las franjas en rojo, blanco y azul que dan forma a la banda “grosgrain” por la que también es visualmente reconocida la firma de moda estadounidense. Unas figuras todas ellas que, alegaban, y alegan, constituyen una vulneración de la propiedad intelectual de las bandas que mantienen registradas como elemento e imagen protegida de la marca Adidas.
En consecuencia, y mientras que en oposición desde Thom Browne, por boca de sus representantes legales, rechazaban las acusaciones vertidas contra la firma y el diseñador por parte de Adidas, la multinacional deportiva reclamaba, primero, que la casa de modas fuese condenada a pagar una compensación por valor de 867.225 dólares, en concepto del valor del pago que deberían de haber abonado para el caso de que se hubiera acordado un acuerdo de uso de licencia por parte de Adidas para el uso de sus emblemas distintivos en el marco de una supuesta asociación. Una cantidad a la que sumaban la reclamación de un pago por algo más de 7 millones de dólares, como cifra estimada del beneficio que Thom Browne habría podido llegar a recibir gracias al uso de “sus rayas” en sus prendas de moda y de calzado. Reclamaciones a las que, claro está, se añadía una declaración por cese y desistimiento para que Thom Browne continuara haciendo uso de las rayas como motivo representativo de sus diseños y de su marca.
Frente a toda esta suma de peticiones incluidas en su escrito de demanda, debía de ser un jurado compuesto de 8 miembros, el que debía de terminar de resolver este particular enfrentamiento legal en la popularmente ya conocida como “batalla de las rayas”, después de que, sin haber podido llegar a ninguna clase de acuerdo extrajudicial previo, el juicio arrancase el pasado martes 3 de enero de 2023. Un proceso que terminaba por alargarse hasta la fecha del jueves 12 de enero, momento tras el cual, y tras una serie de vistas a las que no dudó en asistir, perfectamente ataviado con algunos de sus más singulares diseños el diseñador estadounidense, el juicio terminaba quedando visto para sentencia. Una sentencia fruto de las deliberaciones de ese jurado, que acordaba fallar en contra de Adidas, y acordar el que Thom Browne podría continuar haciendo uso de rayas en sus colecciones, negando el que estas estuvieran vulnerando la propiedad intelectual y los derechos como marca registrada de Adidas.
Escrito de recurso frente al Tribunal de Apelaciones
Una vez conocida la sentencia, cuyas mayores particularidades ya nos encargamos por entonces de adelantar desde estas mismas páginas digitales de FashionUnited, desde el mismo equipo legal de Adidas no dudaban en mostrar su contrariedad frente a la resolución acordada por los miembros del jurado. Un punto para el que desde la misma dirección de la multinacional deportiva europea, igualmente no vacilaron por entonces a la hora de salir a directamente señalar cuán “decepcionados” estaban con el veredicto, prometiendo en respuesta “la presentación de las apelaciones correspondientes” al fallo. Una promesa esta frente a la que habrían terminado ahora de responder, con la presentación del correspondiente recurso de apelación frente al Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para el Segundo Circuito, con jurisdicción para estudiar la solicitud de apelaciones de los fallos acordados por los tribunales de distrito de Connecticut, de Vermont, y del Este, Norte, Sur y Oeste del estado de Nueva York, como una de las trece cortes de apelaciones que existente en los Estados Unidos.
En relación a este nuevo proceso, en respuesta al fallo del jurado, desde el equipo legal de Adidas habrían recurrido la sentencia del juicio, presentando como alegaciones el que el juez Jed Rakoff, encargado de dirigir la causa en primera instancia, habría dado al jurado unas instrucciones incorrectas sobre la confusión que el uso de las rayas podrían resultar en el punto de venta. Aspecto para el cual, tal y como adelantan desde el medio de noticias estadounidense Wwd, el equipo de Adidas habría presentado como alegación el que esa “confusión” por parte de un supuesto consumidor, “no tiene por qué ocurrir en el punto de venta, sino que también puede tener lugar durante la fase de ‘interés inicial’ o de ‘postventa’”, citando para ello el caso Polaroid de 1961. Incorporando igualmente como argumento el que el juez decidió excluir de las comparecencias el testimonio de uno de sus expertos, mientras que “inexplicablemente” determinó que sí se le permitiera testificar a un experto citado por Thom Browne que abordó la cuestión del uso de las rayas en la ropa. Por todo ello, rezaría el escrito de apelación, Adidas entiende que “este tribunal debería de anular la sentencia a la luz de los errores perjudiciales cometidos por la corte de distrito, y devolver la causa a la celebración de un nuevo juicio”.
En respuesta a esta argumentación, desde el equipo legal de Thom Browne habrían ya respondido frente al mismo tribunal de apelaciones, indicando que en ningún caso las indicaciones dadas por el juez a los miembros del jurado resultaron engañosas, y que su perito ofreció un testimonio que, en tienden que de manera objetiva, “no perjudicó de manera plausible a Adidas” ni a sus intereses, solicitando al Tribunal de Apelaciones que rechace el intento de Adidas de tratar de volver a abrir la causa. A este respecto, quedaría contemplado en su escrito de refutación, presentado, según las mismas fuentes, a finales de esta pasada semana ante el citado Tribunal, “los argumentos de Adidas están plagados de declaraciones erróneas y de datos obviados”, mientras que el juez ofreció a los miembros del jurado “instrucciones claras sobre la naturaleza de las reclamaciones hechas por Adidas”. Siendo así, y “tomando en consideración las instrucciones dadas al jurado en su totalidad, junto con los argumentos y testimonios ofrecidos durante el juicio, no cabe duda de que el jurado era muy consciente de que no estaban evaluando la confusión” entre las marcas que pudiera darse solamente “en el punto de venta”, sino también en las fases de “interés inicial y de postventa, justo como Adidas quería y argumentó”.
Tras la presentación del escrito de apelación, y de las correspondientes alegaciones realizadas por una y otra parte, el proceso de apelación de la sentencia seguirá a partir de aquí con un periodo durante el que ambas partes podrán presentar escritos adicionales en favor y en contra de que el Tribunal entre a evaluar si se acuerda o no revisar la sentencia emitida por la Corte de Distrito el pasado mes de enero. Cuestión para la cual el procedimiento de apelación contará además con una sesión posterior de alegaciones orales, durante la que los representantes legales de una y otra parte podrán terminar de exponer sus respectivas posturas enfrentadas, antes de que el Tribunal de Apelaciones termine tomando una decisión sobre el sentido que finalmente terminan dando a la solicitud de apelación presentada por parte de Adidas.