Adidas acuerda la venta (al coste) de todo el inventario restante de su línea Yeezy

Madrid – Tras el buen desempeño experimentado por la venta previa, y controlada, de buena parte del inventario almacenado de la línea Yeezy-Adidas con el que contaba la multinacional deportiva en el momento de anunciar, de manera unilateral, la rescisión de todos sus acuerdo con Kanye West a finales de octubre de 2022, desde Adidas han acordado proceder con la venta de todo el inventario restante con el que continúan contando en sus almacenes de la cancelada línea colaborativa. Una venta que realizarán a precio de coste, y sin por tanto recoger ninguna clase de beneficios, que han anunciado al tiempo que adelantan sus resultados del cierre de su último ejercicio fiscal de 2023, y sus primeras estimaciones de cara a este nuevo ejercicio anual de 2024.

Manteniéndose como uno de los factores que más han desestabilizado los estados financieros de la multinacional deportiva alemana desde que se anunciase, a finales de 2022, que la compañía pasaba a rescindir su asociación con la firma de moda Yeezy del controvertido productor y rapero estadounidense Kanye West, ahora conocido simplemente como Ye, así como a retirar de la venta todos los productos de la línea, a pesar de contar en sus almacenes y con pedidos comprometidos por valor de miles de millones de euros, era a comienzos de este pasado ejercicio de 2023, bajo la dirección ya de Bjørn Gulden como nuevo director ejecutivo, cuando desde Adidas anunciaban sus intenciones de proceder a acometer la venta de una parte inicial de todo el inventario almacenado de su línea Yeezy-Adidas. Una comercialización que a lo largo de estos últimos meses se ha llevado a cabo de manera controlada, concentrándose en torno a un total de dos lanzamientos, que, confirman ahora desde la dirección de Adidas, terminaron generando unas ventas netas por valor de 750 millones de euros. Unos ingresos que no han repercutido en beneficio alguno para la compañía, desde donde acordaban destinar los mismos a distintas organizaciones sociales que contribuyen a la lucha contra la discriminación, el odio, el racismo y el antisemitismo, entre las que se encontraba la fundación Philonise & Keeta Floyd, dirigida por el hermano del malogrado George Floyd.

A pesar de este modo de no servir para encauzar la rentabilidad de la multinacional deportiva, manteniéndonos sobre su partida de ventas, los ingresos de estas ventas del inventario almacenado de Yeezy-Adidas, sí han servido para compensar parte de la caída de los niveles de facturación que venía registrando la compañía, pero sin ser por sí mismos suficientes como para compensar las ventas de más de 1 200 millones de euros que la línea Yeezy-Adidas aportaba a las cuentas de Adidas durante el ejercicio de 2022. Generando en consecuencia un efecto negativo por una pérdida de ingresos de cerca de 500 millones de euros, que, sumándose a la estrategia de reducir precios en el canal mayorista que han seguido desde Adidas como medida con la que tratar de paliar el exceso de inventario, más los efectos negativos ocasionados por los tipos de cambio, y en especial por la devaluación del peso argentino, han terminado dejando a la multinacional deportiva contrayendo ventas al cierre de este ejercicio de 2023. Año fiscal que, según los indicadores preliminares adelantados por la dirección de Adidas, hace escasamente unos minutos, la multinacional deportiva ha alcanzado a cerrar con unos niveles de facturación por 21 427 millones de euros, cerca de un -5 por ciento menos que frente a los 22 511 millones facturados durante el pasado ejercicio de 2022.

En cuanto a en términos de rentabilidad, y a la espera de poder conocer en detalle las cuentas de la compañía, frente a su previsión de llegar a cerrar el ejercicio con unas pérdidas operativas de -100 millones de euros, según sus primeros análisis Adidas ha logrado completar en contra el ejercicio con un beneficio operativo, en positivo, por valor de 268 millones de euros. Una mejora en términos de rentabilidad que ha sido posible, analizan desde la multinacional deportiva, gracias al rendimiento, mejor de lo estimado, experimentado durante el cuarto trimestre del año, así como a su decisión de no cancelar su inventario y de proceder a la venta, al coste, del stock almacenado de la línea Yeezy-Adidas. Estrategia que es la que confirman que se van a decidir por seguir adelante en este próximo ejercicio de 2024, durante el que procederán a la venta de todo el inventario restante de la línea deportiva colaborativa, igualmente al coste. Una política que es de esperar que no conlleve a una reducción del precio de venta de los artículos, sino a seguir apostando por la estrategia de destinar los beneficios obtenidos a distintas organizaciones sociales.

“Nuestro cuarto trimestre se desarrolló un poco mejor de lo esperado y hemos decidido publicar cifras preliminares” sobre el cierre de ejercicio, ha querido salir a poner en contexto Bjørn Gulden, director ejecutivo de Adidas, a lo largo de unas declaraciones hechas públicas desde la dirección de la misma multinacional deportiva alemana. “Durante todo el ejercicio, nuestros ingresos sin efectos a tipo de cambio se mantuvieron estables y alcanzamos un beneficio operativo de 268 millones de euros”, lo que “supone 368 millones de euros más de lo que previmos”. “La mejora se debe a la mejora del negocio operativo, en alrededor de 100 millones de euros, y a la decisión de no cancelar 268 millones de euros de inventario de Yeezy”. “Nuestra investigación llevada a cabo junto a consumidores, socios minoristas y comerciantes, ha puesto en evidencia que podemos vender este inventario restante en 2024, al menos por el precio de coste”, razón por la que “solo hemos cancelado el inventario que estaba dañado o contaba con muy poca disponibilidad de tallas”.

Perspectivas para 2024

De cara a este próximo ejercicio de 2024, como primeras estimaciones, desde Adidas esperan que los tipos de cambio continúen siendo un lastre para sus resultados, confiando en que, a tipos de cambio constante, sus ventas alcancen a crecer en una tasa de un solo dígito de rango bajo, de entre un +4 a un +6 por ciento. Una evolución para la que prevén ventas de cerca de unos 250 millones de euros aportadas por la comercialización del restante inventario de la línea Yeezy-Adidas, para unas ventas que arrancarán planas en los primeros meses del año, para a partir de ahí crecer en al menos un +10 por ciento durante el segundo semestre. Contemplando con todo ello, y como resultado, llegar a generar un beneficio operativo de alrededor de 500 millones de euros en 2024.

“Sentimos que hemos mejorado nuestra presencia frente al consumidor, que tenemos mejores productos en el mercado con mayor aceptación, que hemos aumentado nuestra visibilidad invirtiendo nuevamente en más equipos y atletas, que hemos lanzado con éxito nuestra nueva campaña ‘Originals’, que hemos mejorado nuestra relación con nuestros socios minoristas, y que hemos reducido nuestros inventarios sustancialmente”, analiza Gulden. “Por supuesto, sabemos que nuestro desempeño financiero no es bueno”, pero “estamos en camino de hacer que Adidas vuelva a ser una buena empresa”. Un objetivo para el que, “como dijimos desde el primer momento, sólo necesitamos tiempo”. “Siento que la actitud y la agilidad en nuestros equipos ha vuelto, y que volvemos a mostrar el antiguo ADN de Adidas”, palancas con las que la multinacional se abre a este nuevo ejercicio, que deberá ser el del “siguiente paso necesario para que Adidas vuelva a ser una empresa con un crecimiento a doble dígito y con un margen operativo del 10 por ciento”.