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47 días de huelga indefinida: los trabajadores de H&M mantienen su lucha contra “la digitalización agresiva” del comercio textil

Por Jaime Martinez

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Trabajadores del centro de Atención al Cliente de H&M frente a las puertas de la tienda de la cadena en el paseo de Gracia de Barcelona (España). Credits: CGT.

Madrid – Y ya van 47. Esos son todos los días que la plantilla de trabajadores del centro de atención al cliente con el que cuenta H&M en Barcelona, llevan sosteniendo la huelga indefinida que arrancasen el pasado 25 de abril de 2024. Un acto de reivindicación y de protesta desde el que están intentado forzar a la multinacional de la moda sueca para que se avenga a mejorar sus condiciones laborales, defienden que seriamente mermadas como resultado de la “digitalización agresiva” que está llevando a cabo la compañía.

Desde una realidad que, defiende desde la Confederación General del Trabajo (CGT), lejos de afectar solamente a H&M, y solamente al equipo de atención al cliente de H&M, también lo está haciendo sobre las plantillas de otras multinacionales de la industria minorista, como Inditex, Ikea o Primark, el pasado 25 de abril, haciendo valer su posición como organización sindical mayoritaria dentro del Comité de Empresa del centro de Atención al Cliente de la tienda online de H&M, la CGT se decidía finalmente a convocar, con el respaldo de las asambleas de los trabajadores, una huelga indefinida que, con esta jornada del lunes día 10 de junio, terminar por alcanzar los 47 días de huelga. Un paro que vendrían secundando de manera mayoritaria los 190 trabajadores que actualmente forman parte del equipo del centro de Atención al Cliente de la tienda online de H&M en Barcelona. Unas instalaciones desde las que realmente se da servicio al soporte online de la cadena en hasta ocho mercados, entre los que se encuentran España, Italia, Francia, Grecia, Chipre, Portugal, Finlandia y Noruega, y servicio que se estaría viendo seriamente dificultado, a vista de los clientes, como resultado de esta huelga indefinida. Un paro que los trabajadores de la multinacional sueca se mantienen firmes en tratar de seguir adelante, mientras la dirección de H&M no se decida a poner fin al que desde la CGT han bautizado como proceso de “digitalización agresiva”. Una medida que estaría permitiendo a la compañía optimizar y reducir sus costes, pero a costa de aumentar la carga de trabajo de unos trabajadores que además seguirían sin haber podido compensar la caída de poder adquisitivo experimentada como resultado de las últimas tensiones inflacionistas.

“La plantilla lucha contra las consecuencias del proceso de digitalización agresiva que la marca sueca ha emprendido a nivel global”, y “que en Atención al Cliente ha significado decenas de despidos y de modificaciones de puestos de trabajo”, como consecuencia de “la implantación de programas informáticos”; y eso, sin olvidar los “también graves problemas en la conciliación personal” que habrían venido provocados como resultado de la implantación igualmente de “sistemas de control de tiempos gestionados en buena parte por algoritmos inhumanos”, defienden desde la dirección de la CGT. “Estos cambios generan beneficios a H&M, pero afecta enormemente en la salud laboral de las personas al otro lado del teléfono, centradas en solucionar los problemas de los clientes, pero condicionadas a una pronta respuesta por encima de la calidad acostumbrada”. Una suma de problemáticas que, lejos de ser puntuales, estarían empezando a dibujar una nueva realidad, que desde la CGT ya han empezado a abordar mediante “encuentros internacionales con otras organizaciones sindicales” con representatividad “en diversas empresas como H&M, Inditex, Ikea o Primark, enfocados en afrontar de forma conjunta la digitalización agresiva de las grandes multinacionales del sector comercio textil”.

En huelga indefinida desde el 25 de abril

Para lo que respecta al caso concreto del centro de Atención al Cliente de la tienda online de H&M, en respuesta al proceso de reestructuración que, como resultado de la digitalización de sus servicios, la multinacional de la moda sueca se decidió a llevar a cabo en el verano de 2022, en lo que cristalizó en decenas de despidos que han llevado al centro a pasar de una plantilla de 250 a una de 190 trabajadores, los empleados del centro convocaron distintas manifestaciones “para protestar por la deshumanización y desprofesionalización” de los equipos. Actos a los que siguieron, de noviembre de 2023 a enero de 2024, la convocatoria de hasta siete jornadas de huelga que contaron con un seguimiento cercano, apuntan desde la CGT, al 60 por ciento.

Durante todo este tiempo, advierten desde la organización sindical, ni previamente a la convocatoria de las huelgas, ni durante los actos de mediación o posteriormente a estos, desde la dirección de H&M habrían terminado por presentar una propuesta lo suficientemente atractiva como para calmar los ánimos de sus equipos. Unos trabajadores que en respuesta se decidían a finalmente acordar “escalar el conflicto”, convocando una huelga indefinida el 25 de abril, después de que por parte de H&M se presentara una última oferta con “una serie de medidas puntuales consideradas insuficientes por CGT”, y de que rechazasen su propuesta de abrir una mesa de negociación dentro del Comité de Empresa.

Por aquel entonces, y como última propuesta, “H&M ofreció una subida de un +1 por ciento, a partir de enero de 2025”, además “de pequeñas mejoras cosméticas que fueron rechazadas por la plantilla en Asambleas previamente al inicio de la huelga indefinida”. Con su postura, esgrimen desde la organización sindical, “H&M muestra su irresponsabilidad social al no atender a las reclamaciones de la plantilla, que sigue firme en su rechazo a las consecuencias del proceso de digitalización abusiva en el que se encuentra”. Un ajuste que, a nivel global, ha llevado a la compañía a reducir “la plantilla en 20 000 puestos de trabajo”, y a anunciar “un ERE que afecta a 28 tiendas y más de 600 personas trabajadoras”, en España; realidad frente a la que los trabajadores del centro de Atención al Cliente “reclaman recuperar el poder adquisitivo, retribuciones por las nuevas tareas absorbidas por la reestructuración, mejoras en la conciliación y contrataciones de calidad”.

De manera algo más detallada, y tal y como se encargaban de defender desde la CGT en el momento de anunciar el arranque de la huelga indefinida, “la pretensión de la plantilla es la creación de una mesa de negociación para abordar una subida lineal para compensar la pérdida de poder adquisitivo que se arrastra desde la pandemia”, así como “la implantación de pluses por las nuevas tareas que se cargan en la plantilla”, con, entre otras medidas, “la sustitución del plus voluntario por un plus de responsabilidad no compensable ni absorbible, entre otras medidas retributivas”. Reclamaciones a las que suman el que, “frente al aumento de la intensidad y carga de trabajo”, se realicen “contrataciones que cubran las bajas por contingencias comunes y excedencias”; incorporaciones que además, sostienen, “no deben ser precarias, acabando con las contrataciones temporales” a medida que se convierten los contratos parciales “existentes a tiempo completo”.

“Responsabilizamos a H&M por la apuesta de un modelo de digitalización agresiva que comenzó con despidos masivos en verano de 2022, sustituyendo puestos de trabajo por la implementación de sistemas de control de tiempo y organización de tiempo automatizados, que han afectado muy negativamente la conciliación de la vida personal y laboral y la salud laboral de las trabajadoras”, sentenciaban desde la CGT. “Este cambio de política ha afectado al volumen de la plantilla, que ha bajado en tan solo un año de 250 personas a 190”, y todo ello al tiempo que los que quedaban continuaban arrastrando esa “pérdida de poder adquisitivo”, frente a lo que la compañía solo ofrecía esa “subida del +1 por ciento a partir de enero de 2025”, y debían afrontar el aumento de carga generado por su salida, al tiempo que verían peligrar su futuro a medida que la compañía prosigue con la digitalización de sus servicios. Duras realidades frente a las que, al menos por el momento, se mantienen firmes los trabajadores del centro de Atención al Cliente de H&M de Barcelona, en una constante movilización frente a las puertas de la “flagship store” de H&M en el paseo de Gracia de la Ciudad Condal. Una protesta a la que este pasado viernes, 7 de junio, se sumaron, en una muestra de “solidaridad”, los miembros de la sección sindical de la CGT de la Plataforma Europa Inditex, trabajadores por su parte embarcados igualmente en una escalada de movilizaciones frente a la multinacional de la moda española.

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