Rechazando los excesos y abrazando la informalidad: Armani pone el broche de oro a la Semana de la Moda de Milán
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Madrid – A lo largo de un desfile en directo y con público, sí con público, que pudo seguirse de igual manera a través de los principales canales digitales de la casa y de la plataforma oficial de la pasarela, el diseñador Giorgio Armani daba a conocer en la tarde de ayer la propuesta masculina de su línea Giorgio Armani para la próxima temporada Primavera/Verano de 2022. Una colección veraniega e informal, con la que la célebre casas de modas italiana firmaba su definitivo regreso a brazos de su público, al tiempo que se valía para poner el broche de oro a esta última edición de la Semana de la Moda masculina de Milán. La primera que ha supuesto el regreso, pese a su levedad, a los desfiles con público, de la mano de los espectáculos previos de las casas Dolce&Gabbana, el sábado, y Etro, el domingo, a los que ponía punto y final el desfile de ayer de Armani.
A la espera de la clausura definitiva de las celebraciones, que se está llevando a cabo a lo largo de esta presente jornada para la que están programadas las presentaciones —digitales— de Magliano (10:00h), Vìen (10:30h), Apn73 (11:00h), Solid Homme (12:00h) y Dima Leu (13:00h), Armani cerraba el grueso de estos últimos cinco días de presentaciones manifestando una vuelta a los propios orígenes de la casa. Y no ya solamente en su aspecto más literal, acometiendo la presentación desde el cuartel general de la firma en la céntrica Via Borgnuovo de Milán, el lugar desde el que iniciase su transformación hasta convertirse en el gran Grupo de la moda internacional que es a día de hoy, sino también en su aspecto más figurativo. Mostrándose como una propuesta de la que viene a servirse la casa italiana para destacar aún más aquellos mismos principios, ligados a la sofisticación y la comodidad, a los que ha sabido mantenerse fiel a lo largo de todos estos años.
“En Via Borgnuovo, el lugar donde comenzó todo”, el diseñador italiano “explora una vez más la idea de un estilo que libera en vez de limitar, relajado pero no descuidado” y “clásico”, pero como una muestra de “progreso”, nos explican desde la firma italiana. Y esto “lo hace observando los tiempos en los que vivimos”. Una época en la que es evidente que el “estilo se aleja cada vez más de la formalidad”, para acoger “de forma decisiva la informalidad del estilo deportivo”.
Una colección de prendas ligeras e informales alejadas de cualquier exceso
Reformulando de este modo las propias líneas formales de la casa, al tiempo que logrando mantenerse fiel y destacar sus mismos valores, nos encontramos con una colección 100 por cien Armani, diseñada por el diseñador junto a su equipo. Entre cuyos miembros se destaca la figura de Pantaleo Dell’Orco, mano derecha de Armani y director del área masculina de todas las colecciones de la casa para sus líneas Giorgio Armani, Emporio Armani y Armani Exchange.
Sobre una paleta cromática en la que primaban las tonalidades tan características del universo Armani, como sus azules, las tonalidades arenas y los blancos tiza, junto a destellos de unos rejos y verdes inspirados en el mundo natural, se nos mostraba una propuesta ligera construida a partir de materiales ligeros y líneas fluidas. Una colección tan contemporánea, como alejada, como viene siendo igualmente seña de identidad de la firma italiana, de cualquier muestra de exceso que contribuya a corromper la integridad atemporal de la propuesta. Una suma con la que desde Armani no hacen más que potenciar el carácter tranquilo y despreocupado que buscan imprimir sobre unas prendas, que resultan en consecuencia tan elegantes como cómodas y prácticas, a partes iguales.
“Armani nunca abandona su sentido de pertenencia”, lo que resulta en “una idea de dignidad” hacía sus mismos valores, y “de rechazo hacia cualquier exceso”, incluso cuando se busca enfatizar características como esa “despreocupación”, mediante actos como ese “liberador gesto” de descubrir las piernas masculinas mediante el uso de pantalones cortos. Una marcada muestra de esa informalidad que prima sobre toda una colección, en la que veremos como “el traje se moderniza en sus formas, proponiendo la idea de combinar parte de arriba y abajo” mediante “una camisa de noche con cuello elevado o una pieza con corte de chaqueta en denim”, combinadas “con pantalones con pinzas creadas en raya diplomática de la misma lana”, o mediante conjuntos como los formados mediante “un chaleco-chaqueta con bermudas”.
En consecuencia, nos situamos frente a una colección “teñida de un sentido particular de ligereza”, compuesta por “materiales ligeros” y “formas que acarician de manera fluida el cuerpo”, apostillan desde la casa italiana. Una muestra de una “actitud tranquila y despreocupada”, a la que viene a servir una colección que se erige como firme defensora de una “forma deportiva de vestir”, tan “dinámica” y “cómoda”, como “elegante”.
¿Armani se retira?
Al margen de las cuestiones propias ligadas a la colección y al desfile, el hecho, sin precedentes, de que el diseñador saliera a despedir al público al finalizar el desfile en compañía de Pantaleo Dell’Orco, hacía disparar toda clase de comentarios y rumores entre los asistentes y los críticos de moda. Quienes veían tras este gesto la que podría ser la más pronta que tardía retirada del diseñador de la primera fila del diseño.
Por ahora, parece ser que el propio Armani rechaza la idea de su, inmediata, retirada, debiendo de entenderse así pues el gesto como el merecido reconocimiento a un Dell’Orco que ha permanecido junto al diseñador durante 67 años, y que, sí, una vez que Armani decida retirarse, todo hace indicar que terminará haciéndose cargo de la dirección creativa de las líneas masculinas de la casa. Trabajo que desempeñaría al tiempo que Silvana Armani, sobrina y colaboradora del diseñador, pasaría a dirigir el área creativa de las colecciones femeninas. Entendiéndose ambas figuras como las que el diseñador habría ya dispuesto como sus dignas sucesoras al frente de la casa italiana, una vez ya decida finalmente retirarse, y como parte de una estrategia que habría diseñado el italiano con el fin de salvaguardar tanto la viabilidad como la integridad de la firma y de su universo creativo.