Moisés Nieto rinde tributo al “contestatario” estilo americano-japonés, en una colección circular junto a Recovo

Madrid – Destacándose como una de las activaciones más significativas de la segunda jornada de esta nueva edición de la Semana de la Moda de Madrid, desde dentro del programa oficial de la iniciativa Madrid es Moda, el diseñador jienense Moisés Nieto presentaba este martes, 13 de febrero de 2024, su nueva colección para la temporada Otoño/Invierno 2024/2025. Una propuesta inspirada en el estilo “Ivy League” japonés, fabricada íntegramente a partir de los residuos textiles de la plataforma B2B especializada en soluciones circulares Recovo.

Encargándose justamente de inaugurar las activaciones y presentaciones de la tarde de este segundo día de la Semana de la Moda de Madrid, y de Madrid es Moda, la iniciativa impulsada por la Asociación Creadores de Moda de España (Acme), con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid, que de manera bianual se encarga de inaugurar cada nueva edición de la Semana de la Moda madrileña desde septiembre de 2025, era como en torno a las 17:00h de la tarde Nieto terminaba por presentar la nueva propuesta que ha diseñado desde su posición como fundador y director creativo de su casa de modas homónima. Unas tareas a las que se encuentra ya completamente volcado tras abandonar las filas de la institución educativa del IED de Madrid, con su nueva, y primera, tienda física en el número 7 de la calle del Conde Duque de la capital como principal baluarte de su imaginario y de su moda de autor artesanal, que ha terminado por poner así al servicio de esta última colección, para la próxima temporada Otoño/Invierno 2024/2025. Una propuesta que alcanzaba finalmente a ver la luz este martes, desde la suerte de desfile/performance que organizaba la casa de modas madrileña desde el Espacio Nueva Carolina, ubicado en el número 18 de la calle Carolinas de Madrid. Una presentación que, además de destacarse como uno de los platos fuerte de toda la jornada, y de todo el conjunto de presentaciones programadas para esta nueva edición de la Semana de la Moda de Madrid, alcanzaba del mismo modo a actuar de punto de inflexión de las activaciones del día, entre la presentación de Guillermo Décimo, la apertura de la pop-up de Álvaro Calafat o el desfile de Devota&Lomba en el Ateneo de Madrid que tenían lugar durante la mañana, y a presentación de Dominnico y los desfiles de Evade House y de Maison Mesa que se destacaban entre las principales activaciones programadas para la tarde/noche.

Centrando ya toda nuestra atención sobre la última propuesta diseñada por Nieto, una de las voces más aclamadas de la actual escena de la moda española, reconocido con menciones como la del premio “Who’s On Next” —ahora premio “Vogue Fashion Fund”— organizado por la revista Vogue en 2016, o con el Premio Nacional de la Industria de la Moda en la categoría de “Nuevo Valor” de 2016, esta ha sido una colección desde la que el creador jienense ha vuelto a dar una lección magistral de lo que debe ser hoy una propuesta de moda de autor. Un valor y una catalogación frente a los que la colección, de la mano del creativo, ha sabido a bien responder de manera brillante, tanto en fondo como en forma. Dos aspectos para los que guardamos un especial cuidado para la hora de valorar una propuesta, y que en esta ocasión Nieto ha hecho pivotar en torno a la escena y la atmósfera que se respiraba en Japón tras la ocupación estadounidense de la isla, tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Un momento y un lugar hacia los que nos invita a viajar Nieto al abrazo de esta propuesta, para descubrir cómo el estilo de la moda americano que llevaron consigo los “ocupantes” norteamericanos, terminó por ser asumido por las nuevas generaciones de jóvenes japoneses como una identidad contestataria de la que podían valerse, tanto para reivindicar su propia identidad, como para mostrar un firme rechazo a las normas sociales de la época. Un propósito para el cual, nos añade Nieto cual nota a pie de página, al tiempo que reafirmando el valor de la colección como una propuesta pensada desde dentro de la misma historia de la moda, resultarían decisivas las figuras de Kensuke Ishizu y la de su tienda Van Jacket.

“Fue él quien, durante la ocupación norteamericana de Japón en la segunda Guerra Mundial, cautivado por el estilo occidental, decidió importar a la isla el traje de chaqueta y, con los años, el estilo ‘Ivy League’”, defiende el diseñador jienense, en palabras de su casa de modas, a lo largo de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la dirección de la misma firma de moda madrileña. Una figura cuya relevancia alcanzaría una huella global e histórica, apunta Nieto, dado que, valora, “no existiría Yohji Yamamoto, ni Rei Kawakubo, ni siquiera existiría Uniqlo, si en los años cincuenta no hubiera existido Kensuke Ishizu y su tienda, Van Jacket”.

Lejos de quedarse en esta influencia que Ishizu habría terminado por ejercer dentro del propio histórico de la moda, Nieto ahonda en cómo el empresario textil, que antes de empresario lo que fue es un joven emprendedor obsesionado con el estilo de la moda americana, influyó sobre el conjunto de toda la sociedad japonesa, al convertirse en el primer precursor e importador del “estilo americano” al mercado nipón. Y es que “los jóvenes japoneses”, relata Nieto, “acostumbrados a vestir con los uniformes históricos de su cultura, comenzaron a llevar cazadoras, gabardinas, jerseys de punto y polos mientras sus mayores fruncían el ceño”. “A algunos les prohibían vestir ‘a la americana’, y salían de casa con el kimono puesto y la blazer escondida en una bolsa de cartón”, un rechazo, fruto de la ocupación estadounidense de Japón, que no obstante no hizo más que destacar el carácter contestatario del estilo americano a ojos de las nuevas generaciones de jóvenes japoneses.

De este modo, añade el diseñador jienense, “la ropa servía para comunicar rebeldía, modernidad, aperturismo”, con además “el estilo ‘Ivy’” escribiendo “el primer capítulo de la moda japonesa, hoy una de las más celebradas del mundo”, al margen de la indumentaria tradicional del país asiático. Para ello, enfatiza el modista español, es que “ni siquiera hizo falta tirar de grandes juegos creativos o de estilos muy desarrollados”, puesto que “bastaba con cuatro o cinco prendas de ropa para que un joven de la época creara su propia estética fuera del sistema”. Un posicionamiento estético contracultural, que “supuso una revolución en las calles de Tokio”, impulsada por las manos de unos jóvenes que empezaban a “descubrir que había una estética más allá de la suya”; que empezaban a “descubrir que existía la moda”.

Una colección de moda de autor, pensada para ser “vivida”

Asentada así pues, ya no solamente sobre esta estética “Ivy League”, nombre que no hace sino referencia a la moda y manera de vestir que vestían los estudiantes de las ocho universidades históricas de los EEUU, y las más elitistas, sino en la misma manera en la que era adoptada por los jóvenes japoneses durante aquellas mismas décadas tras el final de la Segunda Guerra Mundial, es como terminamos encontrando frente a esta última colección de Moises Nieto. Una propuesta desde la que, en respuesta, el modista jienense, asentado en Madrid, vuelve a demostrar tanto su buen saber hacer, como el extraordinario cuidado, mimo y profesionalidad, de los que se sirve para terminar de dar forma a cada una de sus colecciones, en las que nada, absolutamente nada, como se ve reflejado en el contexto de esta última propuesta, termina quedando en manos de la arbitrariedad. Una exquisitez metodológica, modelada a partir de trabajos y procesos artesanales, de los que el modista se ha valido para terminar de dar forma a una colección, pensada para ser lucida y para ser vivida, desde el día a la noche, lanzado con ello el mensaje de que la moda está para ser llevada y para reivindicarse como espejo de nosotros mismos, no para permanecer oculta y escondida en los armarios.

Empezando por desgranar ya las particularidades de la colección, en cuestión de diseño, la propuesta se descubre modelada sobre una paleta cromática que se descubre 100 por cien Moisés Nieto, en la que abundan las tonalidades neutras en beige, blancos rotos y grises, junto a agudas notas de color en azules klein y rosas empolvados. Una paleta cromática que termina de completarse con ligeros acentos de color en rosas fucsia, amarillos mostaza y rojos teja, reservados en esta ocasión para las piezas de complemento, así como con la presencia del negro, tonalidad completamente inusual dentro del universo creativo de Nieto, pero con una presencia cada vez más constante desde que el diseñador comenzase por asimilarla como base para algunos de sus diseños, desde su introducción en la colección “Siesta”, para la temporada Otoño/Invierno de 2023. No pudiendo a este mismo respecto dejar de destacar igualmente la presencia dentro de este mismo espectro cromático de un tan leve como etéreo azul-lavanda, que se eleva como la tonalidad más ilusionante de toda la colección.

Desde esta combinación de colores e inspiraciones, y desde esa firme intención de crear una colección de moda de autor pensada para ser vivida, Nieto alcanza a componer una completa propuesta para mujer, entre la que no faltan abrigos de corte kimono, blazers, pantalones de pinzas o las cazadoras de formas desestructuradas, pero de volúmenes arquitectónicos. Categorías a las que termina de sumarse sudaderas con lazadas de seda, vestidos tipo abrigo de cortes asimétricos, conjuntos de falda y cuerpo con detalles en forma de fruncidos, o vestidos, blusas, faldas y tops de líneas fluidas. Destacándose especialmente entre el conjunto de las piezas de la colección, tanto un top en rosa empolvado como ese vestido en azul lavanda —pieza clave de la propuesta—, ambas prendas en un provocador y más que sugerente escote bardot.

“Esta colección bebe del legado de Ishizu y su estilo Ivy”, y como en el mismo, “no hacen falta más prendas ni más ideas para que la ropa cuente una historia”, que las que se han modelado como base de esta propuesta. Una colección que, en respuesta, presenta “prendas sencillas, limpias, de corte clásico y sartorial realizadas en lana”, que se destacan justamente por sus “pequeños detalles, pocos patrones y apenas fornituras”. Elementos todos ellos que Nieto ha empleado para terminar de dar forma a esta colección, desde la que aboga por “una moda pensada para la vida cotidiana”, y por “la prenda de calidad que sirve en cualquier circunstancia”. Esta “es también la idea sobre la que gira el desfile”, defiende, y esta colección, desde la que se habla del diseño “como oficio real”, y del “producto como absoluto protagonista” de todo el discurso estético. Y es que en definitiva, sintetiza el modista, lo que se ha buscado es que “sea la ropa la que hable sin necesidad de envolverla de espectáculos visuales”, y “dejar que el propio proceso del desfile discurra a vista de todo el mundo, como herramienta de comunicación transparente”; porque, “al fin y al cabo”, apostilla, “la finalidad de un creativo es que sus creaciones acaben colgadas en los armarios de las personas anónimas que han establecido un vínculo con ellas, que sus prendas sean significativas para el que decide ponérselas”, como lo fueron para “aquellos jóvenes de Japón que paseaban orgullosos con sus blazers color camel y, sin saberlo, estaban cambiando el curso de la moda”.

Confeccionada en su 100 por cien en “tejido muerto”, de Recovo

Merecedora de una mención aparte, requiere la colaboración llevada a cabo por Moisés Nieto junto a la plataforma española especializada en soluciones circulares Recovo. Compañía B2B, participada por Mango desde octubre de 2022, que se está descubriendo a cada vez más como un socio de referencia para creadores y marcas, que se decidan a impulsar su valor como empresas más sostenibles y circulares, empleando como base de sus operaciones y procesos parte del excedente y de los sobrantes textiles que desde Recovo comercializan desde su marketplace digital. Una acción inspiradora para la que, en el contexto de esta edición de la Semana de la Moda de Madrid, desde Recovo han terminado por colaborar con un destacado grupo de hasta cuatro diseñadores de moda de autor y firmas de moda emergentes; grupo del que Nieto ha pasado a ser el primero en dar a conocer su colección, fabricada íntegramente, y en su 100 por cien, a partir de los excedentes textiles de la plataforma de Recovo, en una acción inspiracional desde la que se confía en invitar a otras marcas y creadores a seguir por este modelo circular para la hora de dar forma a sus distintas nuevas propuestas de moda.

“Todos los tejidos de la colección son tejidos ‘deadstock’ de la plataforma Recovo”, apuntan a este respecto desde la casa Moisés Nieto. En respuesta, no se trata de un proyecto de “upcyling”, dado que “no es reciclaje de algo que ya existía, sino la creación de algo nuevo a partir de metros de tela de calidad que permanecían en los almacenes”, puntualizan, aclarando la diferencia entre reutilizar y llevar a cabo un trabajo de “upcyling”, que sería la reconversión y revalorización de una pieza ya confeccionada, para dar lugar a un nuevo diseño. “Una marca como la nuestra, que produce localmente en pequeñas tiradas es por definición sostenible”, añade a este mismo respecto el modista, pero aún así, apunta, “el hecho de no haber fabricado ningún material ha hecho, además, que se hayan ahorrado grandes cantidades de recursos y energía”, que cifra en “2 181 litros de agua, 3 236 kilos de CO2 y 1 005 gramos de sustancias químicas no liberadas” al medio natural.