McCollough y Hernandez abrazan el legado de Anderson en su debut para Loewe
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Madrid – Continuismo, y herencia. Esos serían los dos términos que mejor resumirían el nuevo camino por el que ha empezado ya a transitar la española Loewe, tras la salida de Jonathan Anderson y la entrada de la pareja formada por Jack McCollough y Lazaro Hernandez como nuevos directores creativos de la firma de moda española. Un nuevo capítulo en sus cerca de 200 años de historia, para el que los norteamericanos han firmado su primera entrada este viernes, con motivo de la presentación de su colección de debut para la casa durante la Semana de la Moda de París.
Cita ya más que destacada, y esperada, de esta nueva edición de la Semana de la Moda parisina, como el segundo desfile del día programado de esta quinta jornada de presentaciones del calendario oficial de Paris Fashion Week, McCollough y Hernandez han debutado como nuevos directores creativos de Loewe presentando su nueva colección de mujer, para la temporada Primavera/Verano de 2026. Una propuesta desde la que, siguiendo por otro lado con el que fue el camino que se decidió a seguir Anderson cuando asumió la dirección creativa de Loewe en septiembre de 2013, han buscado realizar una reinterpretación actual y propia del histórico legado de la firma. Un legado y una historia que sitúan íntimamente arraigada en sus orígenes como casa española, y desde ahí hasta llegar a los últimos años en los que ya esa herencia terminó por ser revisitada y recontextualizada por el diseñador británico, hoy director creativo de Dior. Un paso por tanto, el más inmediato de toda esa huella patrimonial, al que han terminado por abrazarse McCollough y Hernandez, para desde ahí, y en ese gesto de asimilar como propias, ya no solamente los orígenes de la marca, sino la reconstrucción de sus códigos ejecutada por Anderson, empezar a construir esta nueva Loewe a la que han empezado ya a dar forma.
En esa intención, lo primero que cabría destacar es tanto la sutileza como la buena mano con la que McCollough y Hernandez han entrado a trabajar sobre el trabajo realizado por Anderson durante sus años al frente de Loewe. Una labor sobre la que esta colección ha terminado de poner de manifiesto hoy en París la buena elección que se hizo de los creativos estadounidenses como relevo, en un momento en el que Loewe había pasado a exhibir un lenguaje visual propio, y ya no solamente potente, sino además también de un notable interés para los fieles amantes de firma, y de la buena moda. Un clímax que todo hacía indicar que pudiera perderse tras el obligado relevo en su dirección creativa, pero para el que hoy ha quedado claro que McCollough y Hernandez se encuentran en plena sintonía con el estilo y el perfil que ha venido exhibiendo la firma durante los últimos años. Tanto así, que difícilmente podríamos encontrar una pieza que, aún mostrándose con unas sutilezas propias de los creativos norteamericanos, no pudiéramos decir que perfectamente habría firmado Anderson también para Loewe. Un por tanto claro continuismo estético, del que naturalmente cabe esperar que poco a poco, temporada a temporada, McCollough y Hernandez terminen de tomar distancia, a medida que siguen haciendo evolucionar el imaginario de Loewe a partir de sus propias sensibilidades.
“Entrar en Loewe es asumir unos códigos forjados a lo largo de más de 180 años de historia, definidos, ante todo, por un largo compromiso con la artesanía y su identidad española”, relatan McCollough y Hernandez a lo largo de un comunicado emitido por parte de la propia dirección de la firma de moda española. Como nuevos directores creativos de la casa, “nuestra tarea es hacer avanzar este espíritu, interpretándolo a través de nuestra visión personal”, pero “¿cómo redefinir hoy la artesanía? ¿Hasta dónde puede llevarse la expresión de lo hecho a mano antes de que desaparezca incluso la huella de su creación? ¿Qué significa la españolidad en 2025, liberada del peso de la historia, pero respetuosa con ella?”, se auto preguntan los creativos.
Dando respuesta a esas dudas que les asaltaban para llegada la hora de tomar las riendas de Loewe, “para nosotros, la creatividad es el único camino posible” para darles respuesta, sentencian. La creatividad por tanto como herramienta desde la que “afrontar estas preguntas con rigor, valentía y una visión personal coherente”; y desde una creatividad que “debe seguir siendo íntima, pero conectada a una narrativa cultural más amplia”. Y para ello, añaden, “en Loewe tenemos la libertad de explorar y experimentar, apoyados por una cultura singular de creación y materialidad, expresiva, vital y profundamente vinculada al arte y la cultura”.
Luz, color y sensualidad
Poniendo el foco ya sobre esta colección de debut, una colección de manifiesto en torno a la que han buscado compendiar todos esos principios que van a tratar de desarrollar como nuevos directores creativos de Loewe, en primer lugar nos encontramos con la obra “Yellow Panel with Red Curve (1989)” del artista estadounidense Ellsworth Kelly. Una obra a la que directamente señalan McCollough y Hernandez que sintetiza todas las cualidades con las que identifican a Loewe, y que van a tratar de exaltar como sus códigos más distintivos, por su asimilación con principios como los de la fluidez y la sensualidad de las líneas, la luz y la materialidad de las siluetas, o la intensidad del color. Unas intenciones que quedaron especialmente claras en el look que se encargó de abrir el desfile; perfecta reinterpretación de esa obra de Kelly.
Empezando precisamente por ese último punto de los anunciados, y para lo que respecta a esta colección, la propuesta se presenta armada sobre una intensa paleta cromática en CMYK, equiparable a los cartuchos de una impresora. Tonalidades a partir de las cuales la sinfonía de color va a abriéndose a coloraciones mucho más mágicas como verdes menta, naranjas coral, o aun impactante rosa “shocking”.
A partir de estas entonaciones de color, a las que se suma ese estampado floral que en otras temporadas ya habían exhibido las piezas de la firma, la colección de Loewe presenta un amplio abanico de siluetas, desde las que McCollough y Hernandez reinterpretan algunos de los patrones más llamativos de la era Anderson. Resultando destacables al respecto las nuevas y múltiples versiones de los vestidos toalla, los vestidos de corte “baby doll”, o los vestidos coraza, que no solamente revisitan los nuevos directores creativos de Loewe, sino que además presentan en forma de chaqueta escultórica. Prendas entre las que vuelven a destacar aquellas trabajadas a partir de una distinta variedad de cueros, un material que vuelve a exhibirse como el propio de la firma desde esta colección, en la que también se destacan las siluetas y los materiales propios del “streetwear” y de la moda deportiva. Una estética que igualmente reinterpretan y adoptan como propia McCollough y Hernandez, a través de vaqueros, polos, parkas, anoraks o camisetas de tirantes. Prendas clave de esta colección, junto a esos especialmente llamativos vestidos desestructurados, y a complementos como el nueva bolso “Amazona 180” de Loewe.
“La colección recurre a un lenguaje visual de formas depuradas, a veces escultóricas, y a una paleta elemental, inspirada en arquetipos del ‘sportswear’ y a menudo expresada a través de la artesanía en piel”, entran a profundizar los mismos McCollough y Hernandez. “Estas formas toman vida con una sensualidad y un fervor que reinventan la herencia de Loewe”, siendo “la obra ‘Yellow Panel with Red Curve (1989)’ de Ellsworth Kelly” la que mejor “sintetiza estos elementos en un objeto único”. “En ella reside un brío y una cualidad táctil que resultan fundamentales para la casa, así como una intensidad cromática y una sensualidad que parecen inherentes a sus raíces españolas. Representa, en definitiva, un optimismo y un espíritu con los que nos identificamos profundamente”, ejerciendo como “un punto de partida, un preludio de lo que está por venir”.
- Jack McCollough y Lazaro Hernandez debutan como directores creativos de Loewe en la Semana de la Moda de París, presentando su colección Primavera/Verano 2026.
- La colección busca reinterpretar el legado histórico de Loewe, abrazando tanto los orígenes de la marca como la reconstrucción de códigos ejecutada por Jonathan Anderson.
- La propuesta se centra en la luz, el color y la sensualidad, inspirándose en la obra de Ellsworth Kelly y reinterpretando patrones de la era Anderson con un enfoque en la artesanía en piel y elementos del “streetwear” y la moda deportiva.