Juan Vidal inunda de flores y poesía la Semana de la Moda de Madrid

Madrid – Como unas de las últimas activaciones de esta ya clausurada edición de septiembre de Madrid es Moda, el diseñador alicantino Juan Vidal ha presentado su nueva colección, “Las Flores del Mal”. Una propuesta cargada de simbolismo desde la que ha querido, a través de las flores como motivo central, salir a abordar la cuestión, siempre reflexiva, de la fugacidad de la vida.

Siguiendo con el modelo que ya es habitual en el diseñador para llegada la hora de presentar una de sus nuevas propuestas de moda, tanto en lo que respecta al modo como al fondo, Vidal daba a conocer esta última colección a través de una exposición efímera, instalada en su nuevo “atelier” del número 21 de la calle de las Infantas de Madrid. Un nuevo taller y espacio de trabajo, y para presentaciones, que el diseñador alicantino inauguraba en el mes de mayo de 2023, y que ha terminado así volviendo a ejercer de perfecto telón de fondo para una de sus nuevas propuestas. Una reducida colección de piezas desde la que Vidal sigue apostando por su formato de colecciones reducidas en forma de “drops”, y que el creativo presentaba al público este pasado miércoles, 11 de septiembre, como una de las últimas activaciones de esta nueva edición de Madrid es Moda. Iniciativa impulsada por la Asociación Creadores de Moda de España (Acme), con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid, que ha vuelto a ser la escogida por Vidal como vía para presentar sus nuevas creaciones, dentro de una nueva edición de septiembre de la Semana de la Moda de Madrid, que pasa desde este jueves a continuar con sus celebraciones, ya de la mano del calendario oficial de una nueva edición de la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.

En lo que respecta, en mayor detalle, a esta última colección del diseñador alicantino, afincado en Madrid, la propuesta se ha terminado por hilvanar a partir de dos pulsiones principales. La primera, y más obvia, la llegada de la célebre obra del “poeta maldito” francés Charles Baudelaire, una “Las Flores del Mal” de cuyo título se ha valido Vidal para dar nombre a esta nueva colección; y la segunda, de la llegada de un puñado de grabados, láminas y tejidos estampados con motivos florales y botánicos, que el mismo diseñador descubrió en unos de sus últimos viajes por Francia. Un material que ha empleado para dar forma a los mismos motivos que veremos estampados sobre las piezas de esta cápsula, tratando con ello de hilar con las mismas reflexiones sobre la vida que Baudelaire abordaba en su obra, aunque centrándose en la cuestión de la fugacidad de la vida, y de la belleza, en lugar de en esa suma de aspectos más sombríos de la condición humana, como el pecado, la lujuria o la muerte, en los que se centra la obra de Baudelaire, y cuya publicación llevó al poeta a ser condenado por “inmoralidad”.

“El viaje es importante en mi proceso creativo”, que vive del “improvisar en lugares remotos, pasear por calles que antes no había transitado” y de “dejarme sorprender por rincones ocultos que no están a mi alcance desde la pantalla del móvil”, relata el mismo diseñador. “Fue así como, en un viaje por Francia, conocí a una mujer que atesoraba cientos de láminas antiguas, libros y tejidos estampados”. Un material que Vidal devoró con los ojos durante horas, y que al final “decidí utilizar” como “punto de partida de esta colección cápsula”. Una propuesta que, en línea con lo ya señalado, se construye a partir de la poética de las flores, a cuya simbología recurrió Baudelaire y con las que Vidal se reencontró desde esos grabados y textiles en Francia, y flores que ya “eran un motivo recurrente en la indumentaria de muchas culturas”, apunta el diseñador, “antes incluso de que la moda como industria existiera”.

“Las flores no solamente representan el amor”, tema que, desde igualmente una visión sombría, también aborda Baudelaire en sus “Las Flores del Mal”, sino que “también hablan de la fugacidad del tiempo y de lo efímera que es la belleza y la vida”, apunta Vidal, desvelando ya el tema central en torno al que construido esta nueva colección cápsula. Y es que, analiza el creativo, “las flores nos acompañan en rituales de todo el mundo, como emblemas de amor, de perfección, de pureza, fertilidad, alegría o resurrección”, pero al tiempo que “su poética impregna la transitoriedad de nuestra existencia, fecundando nuestro espíritu con sofisticados perfumes llenos de recuerdos”.

Con las flores y la fugacidad de la vida (y de la belleza) como “leitmotif”

Compuesta por un total de 11 vestidos diferentes, la cápsula “Las Flores del Mal” de Juan Vidal se presenta modelada sobre una singularmente colorida y perfumada paleta cromática, compuesta a partir de rosas fucsia y pastel, negros, verdes y azules lavanda. Tonalidades puestas al servicio de una colección de marcada naturaleza atemporal, desde la que el diseñador alicantino sigue alimentando el carácter distintivo de su proyecto de casa de modas, mediante diseños que se sitúan al margen de las tendencias y de las temporadas para descubrirse modelados al son de una voz tan íntima y única como personal; diseños que ya han logrado hacerse un hueco en armarios como los de la reina Letizia de España.

En cuanto a los patrones, la colección cápsula consta de vestidos tanto largos como cortos, que cuentan como principales hilos en común sus líneas etéreas, vaporosas y fluidas, especialmente puestas en relieve desde los vestidos túnica que forman parte de la propuesta. Ocupando dentro de la misma una posición igualmente destacada tanto el vestido corto con ribete de lunares como los dos elegantísimos modelos en negro, cuyo sobrio acabado ejerce de perfecto contrapunto al colorido desbordante del resto de las piezas, caracterizadas por unos estampados florales, creados a partir de ese material original, de aproximadamente los años 60, al que accedió el diseñador desde ese viaje a Francia. Unos motivos que han sido trabajados sobre tejidos de Crepe de Chiné, inundando así la colección de toda esa poética, presente en la obra de Baudelaire, pero que en la de Vidal pone el foco en esa fugacidad de la vida, al tiempo que explota la propia e inherente al mismo lenguaje de las flores.

“Las hortensias azules”, presentes como motivos de esta cápsula, “simbolizan la feminidad pero con templanza y valentía”, y “reciben su nombre de una mujer que se vistió de hombre para aventurarse a buscar flores exóticas navegando por mares remotos con el fin de vestir los jardines de Luis XIV”. Mientras que “los tulipanes, según una antigua leyenda persa, nacieron de la sangre y lágrimas de una mujer en el desierto que buscaba a su amante perdido”, y “se convirtieron así en un símbolo de amor pasional”; por no hablar de las “narcóticas y frágiles amapolas, atribuidas a Morfeo”, y que “se asocian con la noche y los sueños para subrayar el ciclo eterno de la vida y la muerte”. Unas simbologías de las que termina por impregnarse esta propuesta, puntualiza Vidal a través de una nota, “pensada como un ‘drop’, o lanzamiento” que quedará estando “disponible en nuestra web”. Y es que, detalla el diseñador, “desde hace algunos años, preferimos realizar lanzamientos de menos diseños, pero más coherentes entre sí, para que no se pierda la identidad del proceso creativo”, en lo que ha derivado, como es este último caso, en la presentación de “algo así como pequeñas colecciones sin estacionalidad”, que “se trabajan sobre un mismo concepto y que encuentran valor fuera de tendencias y calendarios”.