Gatitos y estética Y2K: María Escoté firma una nueva cápsula para Desigual
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Completando la serie de colaboraciones que han venido protagonizando, y manteniendo firmemente de manera anual, desde el año 2020, la televisiva diseñadora española María Escoté acaba de firmar una nueva colección cápsula diseñada para Desigual. Una propuesta de marcada estética Y2K, desde la que la diseñadora ha entrado a fusionar las partes más atrevidas y “juguetonas” de su universo creativo, para con todas ellas terminar de componer una colección que se descubre tan evolutiva sobre los códigos de su casa de modas, como ajustada al ánimo de Desigual de apostar para sus colecciones con creaciones de un carácter único y singular.
Ya disponible y a la venta a través tanto de la página online de Desigual como de una selección de tiendas de la firma de las distintas partes del mundo, la colección se presenta como la cuarta cápsula diseñada por María Escoté, una de las caras más reconocibles de la actual escena de la moda española, para la firma de moda barcelonesa. Cadena con la que empezaba a colaborar con el lanzamiento de una primera colección en septiembre de 2020, con la que ambas partes llegaban para inundar de color el clima gris que prevalecía como resultado de la pandemia. Una asociación cuyo buen sabor de boca les ha llevado a desde entonces venir reeditando su colaboración, año tras año, llegando hasta este momento en el que termina viendo la luz la cuarta colección cápsula diseñada por Escoté para Desigual, como parte de las propuestas de la firma para esta nueva temporada Otoño/Invierno de 2023. Una colección con la que la diseñadora viene a seguir tratando de dar respuesta a las mismas pulsiones, de alegría, de ilusión y de fuerza, que ya le llevaron a unir su talento al de los equipos de Desigual a finales de 2020.
“Saber que muchas personas se sienten empoderadas, guapas, listas o creativas cada vez que usan una de mis prendas”, apunta precisamente a este respecto Escoté, a lo largo de unas declaraciones que nos hacen llegar desde Desigual, “no me puede hacer más feliz”. “Desde el principio he recibido historias de empoderamiento, feminidad, sensualidad... y muchos mensajes de agradecimiento de personas que pasan por malos momentos”, y que “agradecen la felicidad que les dan nuestras prendas”, valora sobre esta serie de cápsulas que ha venido lanzando de la mano de la firma de moda barcelonesa. Y es que “dar felicidad a una parte de la sociedad”, subraya, “es el mayor regalo de nuestra profesión”.
Una colección colorida de estética Y2K
Entrando ya a partir de este punto a analizar las singularidades y principales características de esta nueva colección colaborativa, cuyo lanzamiento oficial tuvo lugar a finales de este ya pasado mes de octubre desde un evento organizado en la flagship store de Desigual del centro de Madrid, para el conjunto de las prendas que integran la colección la diseñadora ha entrado a combinar las dos principales estéticas que dominan dentro de su imaginario: lo naíf y lo “techno”. Dos pulsiones que en esta ocasión han terminado deviniendo en una reivindicación de los gustos y de los ritmos que dominaron durante finales de los año 90 y los primeros años 2000, recogidos en torno a esta estética Y2K (Year 2000) que veremos dominando a lo largo y ancho de toda la colección, mientras estampados, combinaciones cromáticas e ilustraciones de gatitos, no únicamente se encargan de enfatizar cada una de esas dos principales pulsiones, sino de aportar ese toque oriental por el que también son especialmente reconocidas las piezas de Escoté.
Partiendo así pues de estas pautas estéticas apuntadas de maneras más generales, la colección cápsula se sustenta sobre unas tonalidades cromáticas en las que priman las coloraciones en negro y en azul índigo, procedente de los tejidos vaqueros, junto a acentos en verdes lima, violetas, rosas y rojos. Tonalidades que encontraremos representadas tanto de manera monocromática, como muy especialmente poniéndose a combinar entre sí, para terminar de dar forma a los psicodélicos y geométricos estampados, y con motivos de gatitos, que terminan por adueñarse del conjunto de la colección. Una propuesta que, siguiendo con la metodología de trabajo de la diseñadora, ha sido modelada en torno a la idea de diseñar un conjunto completo de “total looks” diseñados por María Escoté para Desigual, en una intención que es la que ha permitido terminar por alumbrar, como base de la misma propuesta, desde toda clase de prendas de indumentaria, hasta una distinta serie de complementos.
Poniendo precisamente el foco sobre el carácter de estas piezas, como elementos clave de la colección se descubren desde una sudadera de naturaleza unisex —una de las piezas clave de todas las colecciones diseñadas por María Escoté para Desigual— con estampado de gatitos (99,95 euros), a unos vaqueros en motivo “patchwork” confeccionados en algodón certificado BCI (159 euros), un vestido largo en estampado psicodélico (159 euros), un colorista jersey en canalé a rayas con trampantojo en efecto corsé (79,95 euros), una minifalda de tablas de poliuretano en efecto piel (99,95 euros), un vestido corto asimétrico con detalle de lazada (159 euros), o una chaqueta tipo bomber reversible en efecto piel y verde “peluche” por la otra cara (199 euros). Encargándose ya de completar la colección una serie de complementos y accesorios, entre los que encontraremos desde unos coloridos calcetines (15,95 euros), a un bolso diseñado por María Escoté en tejido denim (99,95 euros), con una edición limitada en piel (249 euros), y un sombrero en verde lima en tejido “peluche” (79,95 euros).
“El mayor reto de colaborar con Desigual era arriesgar con prendas que en mi marca son hits comerciales, pero aún no lo eran para Desigual”, apunta María Escoté, haciendo precisamente referencia a esa sudadera unisex que se mantiene, edición tras edición, como una pieza clave de sus colaboraciones junto a la firma de moda barcelonesa. “Demostrar que una sudadera, bien trabajada y desarrollada, se puede colocar en los primeros puestos de venta temporada tras temporada y convertirla en una pieza icónica para Desigual ha sido sin duda uno de los mayores retos alcanzados”, defiende la diseñadora.
Más allá de ahí, y desde un punto de vista más general, “en mis prendas se mezcla lo naïf con el punk y el techno”, describe la diseñadora, sobre estas dos pulsiones sobre las que se ha terminado construyendo esta colección, con la que viene a responder a los gustos que profesan tanto sus seguidores, como los de Desigual. Y es que “si hay algo que identifica a nuestra comunidad”, y frente a lo que se ha buscado especialmente de dar respuesta desde esta cápsula, “es la identidad en un lenguaje cromático y gráfico” propio, fácilmente reconocible de un solo vistazo. Y eso “es lo que más ilusión me hace”, el poder “salir a la calle y ver gente con nuestras prendas”, apunta Escoté. “Muchas de esas veces esa persona lleva un total look” completo, y “no es algo que me sorprenda ya que, a la hora de diseñar, yo trabajo así, por lo que mis clientas y clientes entienden a la perfección el concepto de prenda o look que estoy vendiendo”. Looks y conceptos de entre los cuales, y en lo que respecta al marco concreto de esta última y cuarta propuesta diseñada para Desigual, en esta ocasión, junto a los efectos de visión térmica, las imágenes en cuatricomía y los estampados de motivos geométricos y psicodélicos, se destacan de manera singular las imágenes y motivos en forma de gatitos, “uno de los prints más ‘freaks’ y arriesgados que hemos hecho”, valora Escoté.