El renacer de Ferragamo
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Más depurado, más minimalista, más sexy y eternamente más atrevido. Así es como bien podríamos comenzar a definir al nuevo Ferragamo que ha comenzado ya ha emprender su nueva andadura, ahora ya sí de una manera oficial, bajo la dirección creativa del diseñador británico Maximilian Davis. Un hasta ahora prácticamente desconocido, y hasta incluso se ha llegado a señalar que demasiado inexperto para ser merecedor del cargo, y quien debutaba al frente de la casa florentina este pasado sábado 24 de septiembre con la presentación de su primera colección diseñada para la célebre firma de moda italiana.
Como uno de los principales reclamos y citas ineludibles de esta nueva edición de la Semana de la Moda de Milán, pasarela cuyas celebraciones tocarán hoy finalmente a su fin con una jornada reservada a presentaciones exclusivamente digitales, Davis realizaba su debut al frente de Ferragamo con desfile que tenía lugar en el interior del claustro del palacio del antiguo Seminario Arzobispal de Milán. Una construcción anclada en pleno corazón de la capital de la Lombardía, de estilo neoclásico y cuyos orígenes se remontan hasta mediados del siglo XVI, en la que actualmente se están ultimando las labores de trabajo para su reconversión en destino hotelero, de compras y de restauración. Un destino para el que el recinto hacía un alto en el camino acogiendo este evento de presentación de la nueva era de Ferragamo, casa a la que se encargaba de acoger el espacio inundándose de esa misma tonalidad rojiza que se ha convertido ya en el nuevo tono corporativo de la casa. Una firma cuyos orígenes se remontan a los de su fundación en torno al año 1927 por el célebre zapatero italiano Salvatore Ferragamo, y que ahora Marco Gobbetti, director ejecutivo de la firma desde el pasado 31 de enero de 2021, se ha marcado como objetivo revitalizar, recurriendo para ello a la perspectiva inclusiva de Maximilian Davis.
En ese objetivo por devolver a Ferragamo al indudable lugar que le es natural en lo más alto de la industria del sector del lujo, replicando el proceso que abriese para el reposicionamiento de Burberry, al poco de asumir las riendas de la casa italiana Marco Gobbetti daba la bienvenida a Maximilan Davis como nuevo director creativo de la firma. Un anuncio que se desvelaba como el primero de los grandes cambios que el italiano tenía por objeto comenzar a implementar en el seno de la casa florentina, en lo que posteriormente venía seguido de la presentación de una nueva hoja de ruta para impulsar el crecimiento de la firma, enfocándose para ello especialmente en los nuevos consumidores del sector del lujo. Un nicho en el que guardan por objetivo apoyarse y crecer desde Ferragamo, en una acción para la que ya han emprendido distintas iniciativas como las de dar un mayor impulso a sus procesos de digitalización mediante una asociación con Farfetch, o mediante el rebranding completo de la marca que acaban de practicar. Una nueva imagen corporativa que daban a conocer apenas unas horas antes de la presentación en Milán de esta colección de debut de Davis para la temporada Primavera/Verano de 2023.
Un homenaje a los años dorados de Salvatore Ferragamo como “zapatero de las estrellas”
Como parte así pues más física, visible y real del cambio que ha comenzado a originarse en el corazón de Ferragamo, Davis presentaba el sábado una ambiciosa y exquisita colección, con la que bien salía a demostrar las virtudes y el talento del que dispone para sacar brillantemente adelante sus responsabilidades como director creativo de esta nueva Ferragamo. Cobrando un especial interés la buena capacidad que ha demostrado el británico a la hora de fusionar su moderna y contemporánea manera de entender la moda, desde una perspectiva abiertamente genderless, con la propia herencia y el legado artístico que Ferragamo atesora en sus archivos. Una característica esta que terminó destapándose como una de las más interesantes de esta primera colección de debut.
Entrando a profundizar en sus aspectos más relevantes, empezando por la paleta cromática, esta primera colección de Davis para la firma florentina llega asentada sobre una reducida selección de terminaciones monocromáticas, en beige, negro, blanco y en ese nuevo, y patentado, “rojo Ferragamo” que se erige como nueva tonalidad corporativa de la firma. Un mar de tonos a los que se sumaron los destellos, en forma de estampados degradados, en naranjas y azules, extraídos de la serie “Sunset” de fotografías de la artista Rachel Harrison. Elementos todos ellos a su vez vinculados a esa arena tan propia del periodo estival al que nos hace viajar esta propuesta para la temporada Primavera/Verano de 2023, presenta igualmente, y de manera física, en el desfile a través de ese mar de arena rojiza que se encargaba de alfombrar todo el interior del claustro en el que tuvo lugar el desfile.
“La arena se relaciona con Ferragamo, con Hollywood, con el océano, pero también forma parte de mí y de mi propio ADN”, entraba a explicar el propio Davis a lo largo de unas declaraciones que nos hacen llegar desde Ferragamo. Con estas referencias, el diseñador quería mostrar “lo que el mar significa para la cultura caribeña”, como “un lugar donde se puede reflexionar y sentirse a gusto”. “Quería mostrar ese punto de vista”, característico de las colecciones que ha venido desarrollando bajo el paraguas de su propia casa de modas, “pero ahora a través de la lente de Ferragamo”.
Sobre este mar de relajantes tonalidades estivales carentes de toda muestra de estridencias, el británico terminaba armando una elegantísima propuesta, no por ello exenta de un seductor atrevimiento que llegaba en forma de veladas transparencias, escotes asimétricos o brillantes acabados en lentejuelas. Un material que, a más de hablarnos de esa sensualidad estival, se mostraba aquí en clara referencia hacia el propio legado de la casa italiana, a través de lo que resultaba ser una revisitación de los brillantes zapatos rojos que, cuales los iconísimos chapines de rubíes que luciera Judy Garland en “El Mago de Oz”, Salvatore Ferragamo hizo para Marilyn Monroe en el año 1959. Unas piezas que se convierten aquí en el origen de esos acabados iridiscentes que salpican la colección, deslumbrando entre ese océano de terminaciones monocromáticas, tejidos líquidos y transparencias.
Como piezas clave de la colección, y en lo que desde la propia casa italiana y su director creativo señalan como una referencia al lado más “fetichista” de Hollywood, encontraremos conjuntos acabados en cuero y ajustados al cuerpo, como muestras de ese perfil más atrevido que continuaremos observando en los conjuntos, formados por sobrecamisas, vestidos o túnicas, realizados en un vaporoso tejido de punto que parece desvanecerse bajo la mirada. Siendo todas ellas piezas confeccionadas en una misma línea genderless, que encontraremos igualmente como raíz de las diferentes prendas de sastrería de esta colección abierta para hombre y mujer, en la que prendas básicas, como camisas ajustadas sin mangas y de manga largas, logran alcanzar su máxima potencia, gracias a un brillante ejercicio de reconstrucción formal con el que Davis consigue devolvérnoslas tan esenciales como lo son en sus orígenes, pero dotadas de un grado más, y menudo grado, de creatividad. Terminándose ya de completar la colección con una serie de complementos, entre los que han sobresalido las sandalias de ante de inspiración renacentista, o una nueva versión del bolso “Wanda” de Ferragamo de 1988, bautizado con el nombre de la esposa del fundador de la casa.
“Se trataba de buscar en el archivo y de establecer lo que se podía redefinir para que fuera relevante en la actualidad”, entra a explicar a este respecto Davis. Creativo que remarca sus intenciones por querer hacer que, independientemente de sus orígenes, “cada pieza” de esta colección “se sienta divertida, pero también deseable como objeto” y “que se mantenga por sí misma”. En definitiva, y como pulsión primigenia y generadora de toda esta colección, a lo que aspiraba el diseñador era a través de ella a “rendir homenaje a los inicios de Salvatore” y a todos aquellos años que el zapatero pasó en la meca del cine, revisitando “la cultura de Hollywood”, pero con la intención de mostrarla como un referente para el “nuevo Hollywood”, con “su facilidad” de estilo y “su sensualidad”.