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El “marciano” universo Schiaparelli

Por Jaime Martinez

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Moda
Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.

Madrid – Encargándose de abrir e inaugurar, en una edición más, y atendiendo para ello a las normas fijadas desde la Fédération de la Haute Couture et de la Mode francesa (FHCM), el calendario oficial de desfiles de esta nueva edición de la Semana de la Alta Costura de París, la casa Schiaparelli presentaba este mismo lunes, 22 de enero, su colección de Alta Costura para la próxima temporada Primavera/Verano de 2024. Una propuesta nuevamente firmada por el diseñador de modas estadounidense Daniel Roseberry, director creativo de la célebre “maison” desde abril del año 2019, desde la que en esta ocasión el reconocido modista ha querido poner en valor las conexiones, familiares, imaginativas e inspiracionales, que la fundadora de la casa, la siempre vibrante y controvertida Elsa Schiaparelli, mantuvo a lo largo de su vida hacia con el mundo de las estrellas y con todo aquello que se descubre más allá de los límites de nuestro pequeño planeta azul.

Descubriéndose, una temporada más, como una de las propuestas más y mejor elaboradas de cuentas han alcanzado a ver ya la luz durante estas primeras horas de esta nueva edición de la Semana de la Alta Costura de París, la colección se desarrolla bajo un ya más que revelador título de “Schiaparalien”. Nombre surgido de la fusión entre el nombre de la casa, Schiaparelli, con el de “Alien”, término prestado por el inglés a la lengua española para hacer referencia a un alienígena, a un ser supuestamente venido desde el espacio exterior, de cuya existencia siguen sin haberse dado todavía muestras visibles e indubitables, pero cuya mera posibilidad de existir ya inquietó y abrió debates en el seno de la aristocrática familia italiana de los Schiaparelli. Un interés por lo existente más allá del mundo conocido, que sin duda serviría de germen para alimentar la febril imaginación y la disruptiva inventiva de la que terminaría haciendo gala como modista la célebre diseñadora, como reflejo de una serie de inquietudes sobre las que ahora Roseberry se ha decidido a profundizar, revisitándolas y reinterpretándolas para terminar de dar paso a esta deslumbrante nueva colección de Alta Costura, de la que ya son distintas las piezas que se prometen que terminaremos de ver desfilando sobre las alfombras rojas de estos próximos meses.

Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.
Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.
Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli
Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.
Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.

“En 1877, el tío de Elsa Schiaparelli, Giovanni Schiaparelli, director del Observatorio de Brera” de Milán, “descubrió algo nuevo”, una “serie de canales, un área tan grande como el Gran Cañón, que surcaban la superficie de Marte”, en lo que al tiempo también lo llevó a acuñar “el término ‘marciano’”, dando con ello el primer paso a “nuestra fascinación moderna por las criaturas de ahí fuera”, y que “continúa hoy en día”, explica a este respecto el mismo Roseberry, a través de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la dirección de la misma célebre casa de modas francesa. Contando con estos antecedentes familiares, añade el modista norteamericano, “tiene sentido que el espacio haya sido siempre un código informal de la ‘maison’”, dado que la misma “Elsa era famosa por su preocupación por la astrología, ¿y por qué no?”, puesto que “mirar las estrellas era claramente un pasatiempo familiar”. Un pasatiempo, y unas inquietudes por tratar de discernir sobre lo oculto, sobre lo desconocido, frente a lo que esta colección trata de mostrar como “un homenaje a esa obsesión, así como un estudio de las contradicciones” que siempre sirvieron para “alimentar” el universo creativo de la casa, y que se mantienen como una pulsión principal de Roseberry para la hora de revisitar su legado, y dar pie a las nuevas y sucesivas propuestas con las que ha logrado volver a situar a la casa en lo más alto de la escena de la moda y de la Alta Costura.

Un brillante juego de contrarios

Poniendo justamente atención sobre este juego de antónimos y de contrarios que ha sabido mantenerse, desde su fundación y hasta llegar al día de hoy, como una fuerza y un pilar central de la metodología de trabajo que se ha seguido desde dentro de la casa Schiaparelli para el momento de dar pie a cada una de sus distintas colecciones, en esta ocasión el “juego” se ha practicado desde una perspectiva más íntima y personal, con un Roseberry que no ha dudado en retrotraerse a una distinta serie de referencias propias, de orígenes marcadamente americanos, y que, siguiendo con esta práctica, ha enfrentado con el histórico lenguaje y “savoir-faire” de inspiración francesa de la casa de modas. Una dualidad entre lo americano y lo francés, entre la practicidad del prêt-à-porter y la poética de la Alta Costura, que se ha terminado de enfatizar sumándole a todo ello la dualidad entre lo exógeno y lo propio a este planeta nuestro en el que habitamos. Conceptos entendidos y trabajados como antónimos en el contexto de esta propuesta, que, siguiendo con ese mismo espíritu, se ha terminado por modelar poniendo igualmente a dialogar técnicas artesanales con procesos de vanguardia, para la hora de confeccionar una serie de prendas que, del mismo modo, encontraremos diseñadas desde en tradicionales y exquisitas fibras trabajadas primorosamente a manos, hasta en piezas tecnológicas de desecho, pero elevadas aquí, y ahora, a la categoría de preciada materia prima.

Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.
Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.
Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.
Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.
Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.

La propuesta parte de este modo de la familia de contradicciones que surgen del hecho de enfrentar motivos y sensaciones venidas de “lo heredado y lo vanguardista, de lo bello y lo provocador, de lo terrenal y lo enviado por el cielo”, y con la intención de validar lo que “el arte (y la naturaleza) nos enseñan una y otra vez”, y que es que “las cosas y las ideas que parecen diametralmente opuestas, también pueden combinarse para crear quimeras sorprendentes, objetos compuestos de partes familiares que, cuando se unen, crean algo inesperado y nuevo”, apunta Roseberry, descubriendo con sus palabras lo que ha sido una metodología constante durante los años en lo que ha venido destacándose como director creativo de la casa de modas francesa. Metodología que, como él mismo reconoce, “es, de hecho, una de las filosofías rectoras de la ‘maison’”.

Entre hebillas y seres recubiertos de escamas y pedrería

Partiendo así pues de, de un lado, las pulsiones y tensiones inspiracionales llegadas del mundo de las estrellas, y del otro, de esa práctica de enfrentar antónimos para terminar de dar paso a una nueva y excitante realidad, la colección vuelve a descubrirse como una concatenada serie de suma de referencias de elementos ya vistos, conocidos y vividos, pero que, como consecuencia de esa adición, se descubren como completamente originales, nuevos y sorprendentes. Características generales que encontremos dando forma a esta colección de Alta Costura, dominada en esta ocasión por una especialmente contenida paleta cromática, armada a base de negros y blancos, con ligeras entonaciones en tonos nude, que alcanzan hasta un rosa empolvado, única nota de color, más allá de las señaladas, que termina por descubrirse, y no sin esfuerzo, dando forma a esta colección.

Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.
Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.
Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.
Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.
Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.

En cuando, justamente, a las formas de las prendas, los diseños vuelven a descubrirse como marcadamente arquitectónicos y esculturales, encontrando entre ellos, y como piezas y elementos más destacables de la colección, a corsés de acabado brillante y acharolado; faldas voluminosas de forma globo; a vestidos y cuerpos en escote corazón de líneas distorsionadas hasta el extremo; o a pantalones y chaquetas recubiertos de un mar de hebillas y de nudos. Piezas de entre las que sobresalieron, como no ya uniformes, sino pieles que daban forma a criaturas venidas de otros mundos, distintos vestidos recubiertos de escamas, de bordados y de pedrería, así como el distópico vestido confeccionado a partir de residuos tecnológicos. Mismo material que se empleó para terminar de dar forma a la silueta de una suerte de bebé-cibernético, que se mostró sobre la pasarela portado entre los brazos de una modelo que lucía un conjunto a modo de revisitación de un uniforme de astronauta, portando los que quizás sean los pantalones tipo cargo más inspiracionales de cuantos hayan llegado a existir hasta el momento. Pantalones que justamente evidencian ese gusto por los contrarios, por enfrentar, en este caso, la alta costura francesa con la practicidad americana, que como ya veíamos se mantiene como uno de los motores principales que han dado pie a esta colección de Alta Costura.

Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.
Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.
Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.
Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.
Schiaparelli, colección “Schiaparalien” de Alta Costura para la temporada Primavera/Verano SS24. Créditos: Schiaparelli.

A este mismo respecto, profundiza el director creativo de la casa de modas francesa, la propia “Elsa se comprometía a que los matrimonios improbables generaran su propio diseño, y los looks de esta colección honran esa tradición, combinando técnicas del viejo mundo”, en forma de “encajes de guipur sobre bordados, detalles de terciopelo y encaje, y flecos de chenilla cortados y bordados a mano”, con “formas y referencias del nuevo mundo”. Un proceso en virtud del cual se han terminado por modelar piezas como la de ese “vestido de microchip con placa base y microfichas incrustadas de artefactos tecnológicos anteriores al 2007”, una “tecnología con la que crecí”, y que ahora “es tan anticuada que es casi tan difícil de encontrar como ciertos tejidos y adornos vintage”, relata Roseberry. “También”, en el contexto de esta misma colección, añade, se “unen sus referencias personales con las mías”, con “referencias abstractas a iconografías de mi estado natal, Texas”, que van “desde el pañuelo, aquí rehecho en paillettes pintados a mano; a la bota de vaquero, rediseñada como una fantasía hasta el muslo con hebillas”, hasta “los icónicos nudos de doma de trenza de caballo, rediseñados como púas de satén de seda y que se contienen en una cazadora bomber de ante camel y e un traje vaquero de corsé blanco”. Elementos y referencias que encontraremos junto a los más propios de la casa, como “el ojo de la cerradura, la cinta métrica” o las distintas “partes anatómicas del cuerpo”, y que, apostilla el diseñador norteamericano, “hemos incrustado” en “joyas, zapatos, bolsos de mano y bordados”, a modo de “un mensaje secreto nuestro para la mujer que los lleva”. ¿El resultado de todo ello?, “una serie de perfiles a la vez familiares y no tan familiares”, sintetiza Roseberry, al igual que “en parte humanos, en parte otra cosa”, y “por tanto, totalmente Schiaparelli”.

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