Beyoncé x Balmain (al detalle)

Madrid – El fin de las relaciones, a falta todavía de una confirmación oficial, entre Adidas y Beyoncé, como consecuencia del poco éxito que habrían llegado a despertar las últimas colecciones firmadas para la multinacional deportiva por Ivy Park, la firma de moda de la diva de la música, no significarán ni mucho menos que la reina de la música vaya a cortar lazos con el mundo de la moda, ni nada más lejos de esa realidad. Un punto que precisamente la ganadora de 32 premios Grammy se ha encargado de salir a subrayar, firmando una colección cápsula de prendas con una manufactura más que a la altura de la alta costura, para la firma de moda francesa Balmain.

Diseñada bajo el título de “Renaissance Couture, by Beyoncé x Balmain”, la colección se eleva como todo un auténtico y sincero homenaje a “Renaissance”, el séptimo álbum de estudio de la cantante estadounidense, lanzado el pasado 29 de julio de 2022. Una pieza integrada por un conjunto de 16 temas inéditos, de los que Olivier Rousteing, director creativo de Balmain desde 2011, llegó a sentir una auténtica obsesión, hasta el punto de ya no solamente escucharlos en bucle, sino de empezar a diseñar bocetos inspirados en toda la serie de sensaciones y sentimientos que le embriagaban a cada nueva entonación de la cantante. Unos bocetos que fueron los que finalmente le decidieron a ponerse en contacto con la misma Beyoncé, para proponerle el proyecto de fusionar sus respectivos universos creativos, y, como fruto de esa conexión, dar paso a una colección exclusiva de auténticas piezas de alta costura. Una oferta cuyo guante no dudó en recoger la cantante tejana, dando así pues a un proyecto del que también ha terminado participando Marni Senofonte, la estilista de Beyoncé, y que finalmente ha cristalizado en forma de esta colección “Renaissance Couture”, para la que se habían marcado como objetivo rasgar las costuras de la moda para presentar las bases de lo que, a su entender, sería una colección de alta costura verdaderamente moderna y ajustada a esta nueva realidad y a estos nuevos tiempos postpandemia, a los que precisamente salía a tratar de poner ritmo y color la diva de la música con la presentación de “Renaissance”.

“¿Alguna vez se ha programado mejor el lanzamiento de un álbum?”, se pregunta Rousteing, al tiempo que no duda en salir a destacar cómo “Renaissance” “surgió en el momento en el que más lo necesitábamos”. “Tras años de confinamiento y preocupación debido a la pandemia, Beyoncé comprendió a la perfección lo ansiosos que estábamos todos de volver a bailar”, destaca el diseñador francés a lo largo de unas declaraciones difundidas desde Balmain. “Además de eso”, apunta “el espíritu, las melodías, los compromisos y los mensajes de Bey” en este nuevo álbum, para su caso particular, “desencadenaron una explosión de ideas frescas y creatividad que me impulsaron a ampliar mi visión de la moda hacia ciertos caminos emocionantes, antes inexplorados”. “Día tras día, no dejaba de soñar y esbozar nuevos conceptos inspirados en el Renaissance de Beyoncé, el álbum que sonaba constantemente en mi casa, en mi oficina y e mi taller, y que se reproducía en un bucle infinito en mi cabeza”. “No tenía planes, proyectos ni expectativas” para esos esbozos, confirma el diseñador, por lo que “no había absolutamente ninguna razón para dedicar tanto tiempo a esos bocetos, a excepción del mero placer que me producía concebir algo completamente nuevo, mientras canalizaba su divino arte colmado de alegría en el mío propio”.

Entre flecos, corpiños y un infinito mar de piezas de strass

Naciendo así pues de esa pulsión instintiva del diseñador francés hacia las magnéticas melodías de Beyoncé, es como finalmente el diseñador terminó por formar tándem con la diva de la música, ejerciendo ambos de codirectores creativos de esta propuesta. Una colección para la que, como decíamos, contaron tanto con la colaboración del equipo de diseño de Balmain como con la de la estilista de cabecera de Beyoncé, Marni Senofonte, y a la que terminaron dando lugar tras seis meses de estrecha colaboración conjunta entre Rousteing y Beyonce.

Como resultado, y más allá de este lenguaje de propuesta “de alta costura verdaderamente moderna”, tal y como la describen desde la misma Balmain, nos encontramos frente a una exclusivísima colección, integrada por un total de 16 diseños distintos. Modelos todos y cada uno de ellos inspirados directamente en los tiempos, los ritmos y las letras de cada una de las 16 canciones que integran el álbum de la cantante; sencillos a los que se han encargado así de materializar y de traer a la vida, con la moda como vehículo de canalización para la construcción, desde el medio físico, de todas esas canciones, a base de unas fibras y tejidos tan delicados como deslumbrantes, y de unos procesos artesanales que han sabido a bien adaptarse en el marco de esta colaboración, para de mostrar una vez más su ductilidad y resiliencia a la hora de servir de herramienta para el diseño y la confección de piezas tan artesanales como de vanguardia.

Sobre esta serie de premisas, nos encontramos con una colección verdaderamente exclusiva, en la que, conjugando a un mismo tiempo lo que podríamos entrever como referencias a los universos de McQueen o Schiaparelli, Rousteing y Beyoncé consiguen no obstante crear una estética asentada sobre un lenguaje propio. Un lenguaje extraído de un universo creativo construido a base de costillas y plumas, referencias a un mundo animal que se enfrenta al igualmente surrealista juego de convertir dameros en el estampado fetichista de una prenda construida a partir de un sin fin de texturas y acabados, mientras lámparas de noche y bolas de discoteca terminan por erigirse en el otro principal leitmotiv de esta colección “Renaissance”. Una propuesta colmada de piezas de strass y acabados iridiscentes, en la que como piezas más destacadas encontramos desde esas piezas inspiradas en la cultura ball a partir de la revisitación de los candelabros y de las lámparas de salón, al mono drapeado en rojo carmesí con corpiño en 3D, el conjunto inspirado en “I’m that Girl” creado junto al escultor Elie Hirsch o el festivo, y plateado, vestido de fiesta inspirado en “Summer Renaissance”, el sencillo que se encarga de poner el broche de oro al séptimo álbum de estudio de la cantante.

“Obviamente, Beyoncé es una mujer fuerte y con carácter, y con una letra y un mensaje como estos, fue realmente fácil escoger el rumbo adecuado para este primer diseño”, explica el mismo Rousteing sobre el primer diseño que abre de algún modo la colección, inspirado en ese “I'm That Girl” que abre el álbum de la cantante. “Puesto que sabíamos exactamente el mensaje que queríamos transmitir, recurrimo al escultor Elie Hirsch para concebir este sublime corpiño de metal con corona de halo”, del que “me encanta sobre todo cómo esos pinchos aportan el perfecto toque de peligro”.

Del otro extremo, del disco, “para estar a la altura del espíritu de absoluta alegría del tema final con aires de música disco de Renaissance, caracterizado por su mezcla de aplausos y las sorprendentes notas altas de Beyoncé, a la par que samplea el clásico de Donna Summer I Feel Love, Beyoncé y yo sabíamos que teníamos que aspirar a nada menos que a la extravagancia festiva total”, detalla Rousteing. En respuesta, “el minimalismo del vestido corto, y perfectamente entallado, de Balmain, con su construcción a modo de corpiño y sus líneas horizontales, combina coherentemente con el maximalismo de la larga capa, diseñada específicamente para ser colocada sobre los hombros de una reina de la música disco, con su impresionante porte vertical y su peluca a juego”. “Todo está unido por esa gran cantidad de flecos plateados”, flecos “cada uno de ellos hábilmente realizado por los artesanos de la Maison, que juntaron tres materiales diferentes brillantes, resplandecientes y relucientes para dar vida a cada filamento perfectamente centelleante”, detalla el diseñador francés; y flecos que, “una vez agrupados”, terminan de darle todo ese carácter de “conjunto tan ‘so good’ para la pista de baile” para la que está concebido este “Summer Renaissance”.