Balmain, rosas y espinas
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Madrid – En un especialmente emotivo paralelismo trazado entre el sentido con el que Olivier Rousteing, director creativo de Balmain, había perseguido dotar a la nueva colección de la firma de modas francesa, y los recientes acontecimientos en los que ha terminado por verse envuelta tras el robo, producido escasamente una semana antes de su presentación, de 50 de las piezas de la nueva colección, finalmente este miércoles 27 de septiembre terminaba por celebrarse el desfile de presentación de la nueva colección de Balmain, para la próxima temporada Primavera/Verano de 2024. Presentación que tenía lugar llegando para poner el broche de oro a la tercera jornada de desfiles oficiales de esta nueva edición de la Semana de la Moda de París, convertida en una cita todavía más destacada dentro del programa tras el añadido interés provocado por descubrir si la casa sería capaz, o no, de reponerse al robo de las exclusivas piezas sustraídas.
Para terminar de despejar la polémica cuestión desde el primer momento, señalaremos el que la casa de modas terminó dando una lección magistral de trabajo duro y en equipo, de la mano de una colección para la que todos los miembros de los talleres de Balmain se volcaron, día y noche, con el objetivo de sustituir las piezas sustraídas por nuevos modelos, por garantizar la celebración del desfile, y por que, desde dentro del mismo, ninguna de las piezas desmereciera frente a la calidad de la que trata de ser garante la casa de modas. Aspectos todos ellos que se terminaron por ver cumplidos, con la presentación bajo la embriagadora atmósfera del Palacio de Chaillot de París de la nueva colección de Balmain para la temporada Primavera/Verano de 2024. Propuesta con la que, trazando ese sentido paralelismo al que apuntábamos entre hechos e intenciones, Rousteing guardaba ya por interés el de salir a celebrar las singularidades de las rosas, sus pétalos, sus colores, y también sus espinas, como figura simbólica capaz de recoger a un mismo tiempo los sabores y sinsabores de la vida, así como la propia inspiración e influencia que la flor llegó a contar dentro del imaginario del fundador de la casa, Pierre Balmain, y en el de una de sus más cercanas y conocidas amigas, la poetisa y escritora estadounidense Gertrude Stein. Controvertida autora que habitó el París de entreguerras, y con cuya obra llegó para alzarse como pionera de la literatura modernista mediante composiciones como su más que célebre aforismo “Rosa es una rosa es una rosa es una rosa”. Una de las citas más reconocidas e inspiradores de la escritora, y que es precisamente en la que se inspiran obras igualmente populares como la canción “Una rosa es una rosa” de Mecano, que se descubre así del mismo modo como antecedente directo de esta colección obrada ahora por Rousteing, y el equipo de modistas de Balmain.
La presentación de esta colección de Balmain, viene a seguir así con la “celebración del increíble legado que Monsieur Balmain nos dejó”, y que viene revisitando Rousteing como dirección creativo de la firma. “Quizás la forma más fácil de analizar su mensaje, las inspiraciones y los detalles que se van a desnudar sobre la pasarela, sería vincularla con la que quizás sea la cita más famosa de la mujer que quizás fue la amiga más famosa de Pierre Balmain, Gertrude Stein”, añade el mismo director creativo desde la nota explicativa de esta misma colección que nos hacen llegar, firmada por Rousteing, desde la casa de modas francesa. Completando estas declaraciones, y en línea con esa concordancia de tiempos y de hechos, “como dice el proverbio, puedes quejarte de que los tallos de las rosas tengan espinas, o puedes celebrar el hecho de que los arbustos espinosos producen rosas”, apunta el director creativo de Balmain. Partiendo de ambos extremos, “mi equipo y yo hemos elegido lo último”, y salido a celebrar esa alegórica figura y esencia de la rosa, redescubriendo sus “tallos, flores, hojas”, sus “enrejados” y, “sí, también sus espinas”, siendo esta una suma de elementos que descubriremos decorando la amplia variedad de diseños y modelos que la casa terminó por mostrar desde su desfile de París.
Una rosa, es una rosa, es una rosa, es…
Profundizando en el valor de las piezas presentadas, siguiendo con ese hilo argumental elaborado por el diseñador francés como base y germen de la colección, la propuesta se descubrió como un continuo desfile de piezas inspiradas en esa suma de elementos característicos y vinculados a la esencia misma de las rosas. Flor que terminaba por mostrarse así desde en ramilletes anudados en forma de bolsos, a en forma de toda clase de estampados, bordados, incrustaciones, o como el motivo con el que terminaban de adquirir sus formas desde faldas a vestidos, o los distintos detalles de nudos y adornos y apliques que se mostraban recubriendo la práctica totalidad de los diseños de la colección. Propuesta desde la que también el diseñador francés entró a revisitar el estampado de lunares “petit pois” que se destaca como uno de los motivos característicos de la casa, y que puesto aquí a dialogar, en sus distintos tamaños y combinaciones, con los elementos extraídos de las rosas, devolvían la imagen de una plasmación en dos dimensiones de esos tallos espinados de la flor.
Sosteniendo toda esta serie de elementos, la colección se presentaba armada sobre una colorida y variada y primaveral paleta cromática, en la que blancos y negros pasaban a dar paso a amarillos pastel, verdes hierba, naranjas coral, azules eléctricos y en un apagado acento pastel, o a un más que encendido “rojo rosa”, que se terminó por situar como una de las tonalidades principales de la propuesta. Todo ello en especial al acompañar al escultural vestido, en acabado charol, que inundado de rojo y recubierto de una infinidad de flores sin duda que alcanzó a situarse como una de las piezas más principales de esta nueva propuesta. Colección de entre la que igualmente bien podríamos terminar por destacar desde los distintos vestidos de líneas vaporosas y fluidas, a los encorsetados y arquitectónicos y esculturales vestidos cortos. Unas piezas estas convertidas en unas auténticas obras de orfebrería, en sus versiones recubiertas de toda clase de bordados e incrustaciones realizadas en coloridos hilos metálicos e iridiscentes.
La colección de Primavera de 2024 de Balmain “hace todo lo posible para celebrar el amor que practicó durante toda la vida nuestro fundador por la rosa, una flor que siempre ocupó un lugar especial en los numerosos diseños de alta costura y de jardines de Monsieur Balmain”, sostiene Rousteing. Inspirándose así en esas intenciones, y en las piezas de archivo de la casa, especialmente de finales de los años 40 y principios de la década de los 50, “la fragante y femenina planta perenne parece aparecer en todas partes” de la colección, “en múltiples formas, desde adornos de un solo capullo hasta estampados coloridos llenos de jardines de rosas”. De este modo, de entre las profundidades de este singular jardín, “las rosas tridimensionales están elaboradas con una amplia variedad de materiales, que incluyen charol, caucho, látex, porcelana e incluso botellas de plástico recicladas”. Siendo su presencia un elemento con el que se deja “claro que es el espíritu de la rosa”, y “la alegría, la belleza y el amor asociados con esta flor” lo que “impulsa esta colección”, dado que a “a todos nos vendría bien mucha más alegría, belleza y amor hoy”.
A pesar de este manido mensaje, y de que además se de en compañía y de la mano de una colección para la temporada de Primavera/Verano, “me gustaría tratar de evitar la gratuita asunción de que una ofrenda floral para la primavera en la que se celebra el amor, la belleza y la alegría, debe por definición ser superficial”, defienden Rousteing. “El amor es complejo”, y “después de todo, cada rosa viene con sus espinas. Y abrazamos de todo corazón esa complejidad, con espinas que aparecen en múltiples tamaños y formas a lo largo de este desfile”. “Dudo que quienes me conocen se sorprendan demasiado con esto, ya que siempre me ha encantado ampliar la fascinante tensión causada por los opuestos que se complementan, y esa afición por los opuestos es particularmente pronunciada en nuestros diseños para la próxima temporada”. “Esta es una colección llena de colores vibrantes, así como de estrictos monotonos, donde la suavidad, la fluidez y las curvas sensuales se combinan con la sastrería parisina más nítida, y desde donde continuamos construyendo sobre el potencial de una extraordinaria herencia de alta costura”, que es capaz de transformarse en “algo aún más notable cuando se complementa con una renovada mentalidad fresca y moderna”.
“Gracias”
Completando las palabras ofrecidas para detallar el sentido de esta nueva colección, el diseñador francés, de orígenes etíope y somalí, ha querido igualmente dar las gracias por todo el apoyo que ha recibido durante estos últimos días, después de que se anunciase la sustracción de esas cincuenta piezas de esta nueva colección de Balmain para la temporada Primavera/Verano de 2024. Unas muestras de cariño y afecto que ya el mismo Rousteing quiso hacer aún más palpables, saliendo a saludar a los seguidores de sus trabajo que permanecieron reunidos en los jardines del Trocadero siguiendo la celebración del desfile desde las pantallas que, para tal propósito, se habían dispuesto frente a la silueta de la Torre Eiffel.
“El reciente robo de cincuenta de nuestras piezas definitivamente no era el tipo de noticia que mi equipo y yo esperábamos escuchar en los días previos a esta presentación”, aunque, se recomponía el diseñador en sus declaraciones, “una gran parte de trabajar en moda es siempre intentar afrontar lo mejor posible los contratiempos inesperados”. De este modo, “en lugar de recrearnos en los hechos, me encantaría añadir una nota a este comunicado para dar las gracias. Y le debo de dar mucho las gracias a mucha gente”, añade el diseñador francés. “Primero al equipo Balmain”, del que “siempre recordaré sus impresionantes esfuerzos, cuando todos se unieron y trabajaron mucho más duro para compensar nuestras pérdidas”, y del que “ahora, incluso más que antes, estoy lleno de admiración por vuestros talentos y agradecido por vuestro increíble espíritu”. “También me conmovieron mucho todos los mensajes de preocupación y solicitudes de ayuda que recibí de mis amigos y colegas del mundo de la moda”, así que “gracias, de nuevo, a todos los que se acercaron”, ya que “vuestros mensajes fueron muy valorados”. “Y, por último, y en nombre de toda la familia Balmain, muchas, muchas gracias a la policía de París, que ha trabajado muy duro en este caso desde el primer día”, y desde donde ya “han recuperado la furgoneta robada y algunas de las cajas”, y desde donde “siguen trabajando” en el caso. Así que por ello, apostilla Rousteing, “mil gracias”.