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Altaroma: una maleta perdida y el día que conocí a Pierpaolo Piccioli

Por Jaime Martinez

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Moda |Opinión

Photo Credits: Saman Loira, colección “Il giardino di Venere” para la temporada Primavera/Verano SS23.

Completando las informaciones que a comienzos de esta misma semana salían publicadas desde estas mismas páginas, digitales, de FashionUnited España relacionadas con la última edición de Altaroma, hoy daremos pie a una crónica desde la que trataré de narrar algunas de las circunstancias más notables que se vivieron durante aquel viaje al que, a título personal, fui invitado por su organización para poder asistir a esta última edición de julio del certamen. Una pasarela que recuerdo, para aquellos los más distraídos, que no solamente se destaca por ser el sobrenombre por el que se autodenomina la Semana de la Moda de Roma, sino especialmente por presentarse como una plataforma dedicada exclusivamente a la proyección de los nuevos y jóvenes talentos de la moda italiana.

Nadando entre los géneros de la crónica y del artículo de opinión, ya adelanto que lejos de ser un mero relato cronológico sobre las primeras jornadas de esta pasada edición de la pasarela, que tuvo lugar sobre la capital italiana desde el lunes 11 y hasta el pasado viernes 15 de julio, presentaré estas líneas más como una narración de carácter constructivo y con una clara moraleja. Una lección que dejo especialmente al alcance de aquellos que emprenden un viaje en avión, en un momento como el de ahora en el que tras estos dos últimos años de pandemia vuelven a coger ritmo los vuelos internacionales, y que se resume en el siguiente consejo: por breve que pueda resultar el viaje, no metas toda tu ropa en una misma maleta. Advertencia que lanzo y que puede extrapolarse a otros ámbitos de la vida, y para la que además, y para el caso que nos ocupa, me dispongo además a dar unos pequeños consejos que puedes seguir a la hora de armar tu equipaje.

Photo Credits: Desfile y ceremonia de entrega de los premios “Who Is On Next?” desde la Piazza del Campidoglio de Roma, por cortesía de Altaroma.

Una maleta perdida

Empezando ya por la narración de los hechos, el viaje se prometía como una oportunidad única para adentrarse en ese ámbito tan vital y necesario, aunque en ocasiones deliberadamente obviado —ya sea a veces por urgencia, otras muchas por falta de altura de miras—, como lo es el de la proyección de los nuevos talentos de la moda. Permitiendo además conocer como a estos se les trata de defender desde el mismo corazón de una potentísima industria como lo es la industria de la moda italiana, un sistema que no ha tenido reparo alguno de valerse y de servirse de la que es la capital del país, y principal tractor y foco de su millonaria industria turística, para convertir la ciudad de Roma en el plató que sirva de soporte para la proyección de las jóvenes promesas de la moda italiana.

Con ese ánimo, el lunes 18 emprendía un maratoniano vuelo, con corta escala en Madrid-Barajas, que terminaba con la llegada al Aeropuerto de Roma-Fiumicino poco antes de las 14:00h de la tarde, tal y como estaba previsto. Una buena hora para comenzar ya a imbuirse de ese “espíritu italiano” que todos buscamos apenas haber puesto un pié en el país transalpino, pero que arrancaba con un ligero imprevisto. Y es que mientras me dejaba embelesar por el ambiente que se respira en las modernas instalaciones de la nueva terminal romana, desembocando ya en las cintas de recogida de equipaje terminaba por confirmar los peores augurios de todo viajero. Que la maleta facturada con la que viajaba, esa misma maleta que todos cuidamos y preparamos hasta el extremo antes de emprender un viaje especialmente señalado, para el que además hay citas de trabajo y eventos programado, había decidido no acompañarme en mi último vuelo.

Photo Credits: Aeropuerto de Roma-Fiumicino, por Jaime Martínez.

Ya fuera por decisión propia de la maleta o de la compañía aérea, y tras aguardar pacientemente esos minutos en los que esperas a que termine apareciendo de manera dramática sobre la cinta transportadora para salvarte de mayores inconvenientes y distraídos quebraderos de cabeza, no quedaba más remedio que acercarse al mostrador de información de la terminal. Pero buenas noticias. Contrariamente a lo que le comentaban a la apresurada viajera que era atendida inmediatamente antes que a mí, y a la que advertían que su maleta se la harían llegar en un plazo aproximado de unas dos semanas, se me comunicaba que mi maleta vendría a reunirse conmigo en mi hotel de Roma, cual cita clandestina, al día siguiente.

Solventados ya los molestos trámites de la gestión, y sin nada más que hacer que aguardar a que la maleta hiciera finalmente su aparición, llegaba la hora de empezar a disfrutar de las primeras horas del viaje y, sobre todo, de salir en busca de ese “espíritu italiano” que seguía sin llegarme a embrujar. Los primeros desfiles de las jóvenes marcas italianas participantes de esta edición no estaban programados hasta la mañana del martes, así que había tiempo para empezar a pisar Roma. Tras un primer Aperol Spritz, seguido de un segundo, desde el que sería el bar de confianza del grupo de periodistas asistentes a Altaroma concentrado en el mismo hotel, ese “espíritu italiano” parecía que empezaba a asomarse, para terminar por desnudarse a los pies del Castillo de Sant’Angelo al atardecer. Una visita a la que continuaría un recorrido nocturno por los principales monumentos de Roma, desde la Piazza Navona al Panteón de Agripa, y desde ahí al Monumento a Vittorio Emanuele II, el Foro Romano, la Columna de Trajano y la Fontana di Trevi.

Photo Credits: Desfile de Reamerei, durante la pasarela “Rome is my Runway” de Altaroma del jueves 14 de julio. Fotografía de cortesía.

Amanecer en Roma y los primeros desfiles

Amanece en Roma. Es martes y un día especialmente señalado dentro del programa oficial de Altaroma, ya que no solamente empieza la primera jornada de presentaciones oficiales, con los desfiles programados de Caterina Moro, Saman Loira y el desfile múltiple, ya por la tarde, de Annagiulia Firenze, Andrés Romo, Yarden Mitrani y Somine Tessadori, sino que es el día en el que se harán entrega de los premios “Who Is On Next?” organizados por Altaroma en colaboración con la edición italiana de la revista Vogue. Con ese programa la primera visita del día es obligada. Recepción. Pero ni rastro de la maleta perdida ni señales de vida por parte de la aerolínea.

Aún hay tiempo y margen. No llegan a ser las 8 de la mañana y el primer desfile no arrancará hasta la 13:00h, así que es hora de empezar a conocer la Roma diurna tras la fugaz visita de la ciudad al anochecer de la noche anterior. Y allá que vamos un reducido grupo de los allí congregados. Castillo de Sant’Angelo, Piazza Navona, entrada al Panteón, al Monumento a Vittorio Emanuele II… la misma Roma de anoche pero de día y en versión extendida, y volviendo ahora con tiempo al Hotel. Sin señales todavía de la maleta, y momento para, después de una larga ducha, desplazarnos hasta el recinto de Ex Caserma Guido Reni desde donde iba a tener lugar esta edición de Altaroma. El desfile de Caterina Moro sorprende por sus plisados. En una colección dominada por blancos, verdes bosque, verdes lima y por unos estampados florales que dieron paso a tonalidades ocres, rosas y violáceas, la del plisado es una técnica elaborada que sorprende por su elegancia dentro de cualquier colección. Requiere metros de tela y de saber trabajarla, y el que por esa razón aparezca dentro de la propuesta de una firma novel resultaba una sorpresa. Y no sería la única, ya que además de Moro, con buen gusto se descubriría a lo largo de esta edición de Altaroma que gran parte de los participantes recurrieron al plisado como elemento característico de una gran variedad de sus prendas.

Photo Credits: Caterina Moro, colección “Matemorphoses” para la temporada Primavera/Verano SS23.
Photo Credits: Interior de uno de los espacios del “Showcase” de Altaroma, por Jaime Martínez.
Photo Credits: Saman Loira, colección “Il giardino di Venere” para la temporada Primavera/Verano SS23.

En ese impasse entre desfile y desfile, y con un ambiente que térmicamente empezaba ya a apretar en el exterior, es hora de acudir a visitar las firmas participantes del “Showcase” de Altaroma. Un showroom en el que se reunieron las últimas creaciones de cerca de 90 marcas y diseñadores emergentes italianos, entre las que se encontraban muestras de los trabajos de los 11 finalistas a los premios “Who Is On Next?”, así como de marcas como Nita Collection. Una firma especializada en piezas de joyería de vidrio cuyo fundador, Nicolo Taliani, me explicaba en particular el sentido de las piezas de su colección “Ouroborus”, realizada en colaboración con el diseñador nigeriano Kenneth Ize, finalista al premio LVMH Prize de 2019. Una conversación a los que siguieron los encuentros con los responsables de diseño de Femea, una marca de bolsos realizados en piel; de Essenziale Seta, desde donde me explicaban los patrones inspirados en la plaza de San Pedro, en el Panteón o en la Piazza del Campidoglio que utilizan para sus complementos en seda; o con los de Fatherson Firenze, quienes me comentaban los secretos que encierran y cuáles son los planes de crecimiento que manejan para su firma de gafas de lujo, cuyos diseños geométricos se encargan de enriquecer con aplicaciones en terciopelo y brocados de seda tejidos a mano.

De esa primera aproximación a las firmas presentes en este “Showcase” de Altaroma, me gustaría especialmente remarcar la selección de marcas que se hizo para, ya no solamente dar cabida a últimas novedades, innovaciones y técnicas —como a esos bolsos hechos de cuero de manzana de Krocette—, sino la nuevamente puesta en valor que se buscaba hacer de las técnicas y de esa tradición artesanal, aplicada a los ámbitos de la moda y del calzado, de la industria italiana. Pasado este punto, y mirando ya la hora del reloj, era la hora de asistir al segundo de los desfiles, para descubrir las creaciones de la joven casa emergente Saman Loira. Firma que presentó su colección “Il giardino di Venere” para la próxima temporada Primavera/Verano de 2023, de la que caben destacar las sugerentes creaciones, tanto para mujer pero especialmente para hombre, en plumeti de plumas.

Photo Credits: Desfile y ceremonia de entrega de los premios “Who Is On Next?” desde la Piazza del Campidoglio de Roma, por cortesía de Altaroma.

Un fugaz encuentro con Pierpaolo Piccioli

Cerrándose ya los desfiles del martes desde el recinto de Ex Caserna con la primera de las tres sesiones de esta edición de Altaroma del programa “Rome is my Runway”, por el que terminarían desfilando el martes, miércoles y jueves las creaciones de las firmas noveles Annagiuilia Firenze, Andrés Romo, Yarden Mitrani, Simone Tessadori, Be Nina, Dadamax, Francesca Cottone, Marinella Piccinno, Aelle, Feelomena, Reamerei y Valentina Poltronieri, era hora de poner rumbo hacia la colina capitolina de Roma, desde donde estaba programada la ceremonia de entrega de los premios “Who Is On Next?”. Itinerario que emprendíamos, previa parada en hotel. El equipaje extraviado lo traerán hoy, me informan, pero todavía no ha llegado.

Acercándose la hora ya de salir hacia la entrega de los premios, después de varias duchas para tratar de despojarme del calor romano, sin tiempo para poder acercarse a ningún lado y con una maleta aún sin llegar, había llegado el momento de buscar algo completamente limpio que ponerse, cuando… ¡Ah! sorpresa. Recuerdo que en la bolsa de mano hay una sudadera con cremallera. No es gran cosa pero sirve, y completamos el atuendo con unas gafas negras de sol tal útiles a última hora de la tarde cuando el sol empieza a acercarse a la línea del horizonte. En una combinación entre turista extraviado y fanático de la moda, el grupo de periodistas arrancamos entre bromas los comentarios sobre el “parecido razonable” que muestro con una suerte de hermano pequeño de Pierpaolo Piccioli, y con esas emprendemos el viaje hasta nuestros puestos asignados entre el público asistente a la entrega de los “Who Is On Next?” en la Piazza del Campidoglio de Roma. Espacio en el que se dispuso una pasarela que se encargaba de abrir con una actuación musical la cantautora italiana Gaia, dando paso a las presentaciones de las colecciones de los finalistas a los premios de esta edición, las firmas emergentes 10.2'', Çanaku, Gams Note, Karim Daoudi, Lessico Familiare, Lucia Chain, Maison Laponte, Mokoo, Morphine, Setchu y Vìen. Lista de la que finalmente se alzarían como ganadoras Gams Note, de Alessandro Marchetto, y la firma de calzado Karim Daoudi como merecedoras del premio especial Franca Sozzani, con Mokoo, del diseñador Bum-Mo Koo, y Lessico Familiare como segunda y tercera marcas finalistas, respectivamente, de un premio que terminaría recayendo en manos del diseñador Satoshi Kuwata y en las de su casa de modas Setchu.

Photo Credits: Jaime Martínez Sena junto a Pierpaolo Piccioli, director creativo de Valentino.

Finalizada la entrega de los premios, tras las respectivas intervenciones a lo largo de la gala de Silvia Venturini Fendi, presidenta de Altaroma, de la consultora de moda Simonetta Gianfelici o la del concejal Alessandro Onorato, entre el revuelo y el acercamiento entre los allí reunidos se termina por confirmar la asistencia por sorpresa al evento de Alessandro Michele, director creativo de Gucci, y de Pierpaolo Piccioli, director creativo de Valentino, generado, como era de esperar, un momento “twins” que terminaría inmortalizándose en una fotografía difícil de olvidar. Tras el peculiar encuentro, celebraciones en un jardín de Roma y vuelta al hotel de madrugada. La maleta ha llegado. El viaje puede continuar. Y así siguió con los demás tres días de presentaciones y desfiles, que pueden y cualquiera puede seguir visualizando desde la plataforma digital oficial de Altaroma.

Photo Credits: Desfile y ceremonia de entrega de los premios “Who Is On Next?” desde la Piazza del Campidoglio de Roma, por cortesía de Altaroma.

Un final con moraleja

Tras el final feliz que trajo consigo la pronta aparición del equipaje, en lo que vino inmediatamente acompañado de una tardía y refrescante nueva ducha, surgía la pregunta de cuántas veces una mala organización de una maleta o de un equipaje de mano puede amagar con llegar a amargarnos la que se prometía como la mejor de nuestras aventuras. De ahí el valor de la lección que dejan relatos como este, pero que a pesar y con todo es difícil que lleguemos a apreciar hasta el momento mismo que nos encontramos frente a frente con circunstancias como las descritas.

Sabedor de que suele ser así la costumbre entre los hombres, de no aprender sino a golpe de experiencias, el consejo que dejo es que sea cual sea, y dure lo que dure, el viaje que estés a punto de emprender, más en especial en unas fechas como las actuales —y sobre todo si se trata de un vuelo con escala—, en el caso de facturar maleta viaja siempre con una bolsa de mano en la incluyas los básicos, desde una muda a una camiseta y una sudadera, e inclusive y a poder ser ese conjunto —ya sabes cuál es— que te has preparado a conciencia para ponerte en algún momento especial de tu escapada, ya sea por cuestiones laborales o por turismo. Porque no olvides que a medida que la pandemia empieza a remitir y vuelve el frenético ritmo a los aeropuertos, también vuelven los retrasos en los vuelos, el extravío y las pérdidas de maletas, y mejor estar bien preparado frente a cualquier imprevisto.

Photo Credits: Fotografía del Coliseo de Roma, por Jaime Martínez.
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