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Kevin Plank retoma las riendas de Under Armour como nuevo presidente y CEO

Por Jaime Martinez

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Tienda de Under Armour en el centro comercial Liverpool One de Liverpool (Reino Unido). Credits: Liverpool One.

Madrid – Desde la multinacional estadounidense especializada en prendas y equipamiento deportivo Under Armour han anunciado que Kevin Plank, fundador de la compañía, volverá a tomar todas sus principales funciones ejecutivas, asumiendo nuevamente el cargo de presidente y director ejecutivo, en sustitución de Stephanie Linnartz. Quien hasta ahora, y desde hace escasamente poco más de un año, se venía manteniendo como la nueva directora ejecutiva de la multinacional, tras asumir sus funciones a fecha del pasado 27 de enero de 2023.

Fundador de Under Armour en el año 1996, desde entonces y hasta el mismo día de hoy Plank se ha mantenido en todo momento, a lo largo de todos estos 28 años de vida de la compañía deportiva, vinculado y responsabilizándose del buen desarrollo de la compañía. Empresa en la que se mantuvo como director ejecutivo y presidente de la junta directiva desde 1996 a 2019, año en el que pasó a cederle el testigo a Patrik Frisk, hasta entonces el director de operaciones de la compañía, pasando por su parte Plank a asumir, desde enero de 2020, el cargo de presidente y director de marca de Under Armour. Tras la salida de Frisk, anunciada en mayo de 2022, y allanada por los malos resultados económicos que venía registrando las cuentas de la compañía, la compañía pasaba a quedar en manos de Colin Browne, nombrado director ejecutivo interino mientras se completaba el proceso de búsqueda de un nuevo CEO para la empresa, proceso que culminaba con el anuncio, en diciembre de 2022, del nombramiento de Stephanie Linnartz, hasta el momento presidenta de la cadena hotelera Marriott International, como nueva presidenta, directora ejecutiva y miembro de la junta directiva de Under Armour, a partir del 27 de enero de 2023. Unas responsabilidades de las que va a ser relevada a partir de este próximo 1 de abril de 2024, fecha a partir de la cual Plank pasará nuevamente a convertirse en presidente y director ejecutivo de la multinacional deportiva, en sustitución de una Linnartz que por su parte se mantendrá como asesora de la empresa, hasta únicamente el próximo 30 de abril, fecha para a partir de la cual terminará abandonando la compañía. Una Under Armour que termina así nuevamente en manos de su fundador, como resultado de una última reestructuración de sus órganos directivos y ejecutivos, que terminará de completarse con el nombramiento de Mohamed A. El-Erian, director independiente desde 2018 y “Lead Director” desde 2020, como nuevo presidente no ejecutivo de su consejo de administración.

“En nombre de todo el equipo, quiero darle las gracias a Stephanie por sus contribuciones a Under Armour”, no ha dudado en querer salir a valorar el mismo Plank, fundador y nuevamente presidente y director ejecutivo de la multinacional deportiva, a lo largo de unas declaraciones difundidas desde la dirección de la misma compañía. “Apreciamos profundamente su arduo trabajo y su dedicación”, practicados durante un periodo durante el que “fortaleció el equipo de dirección con contrataciones de ejecutivos en áreas críticas, incluidas las de productos, diseño, cadena de suministro, conectividad con el consumidor y para la gestión regional”, ha querido valorar Plank. “Su experiencia previa liderando marcas importantes resultó fundamental para centrar nuestra estrategia de consumo, incluido el lanzamiento del programa de fidelización en EEUU ‘UA Rewards’”. Con todos “sus esfuerzos”, apostilla el fundador de Under Armour, y a pesar del poco más de un año que Linnartz ha terminado manteniéndose al frente de la compañía, ha “ayudado a redirigirnos por el camino correcto”, por lo que “le deseamos el mayor de los éxitos en sus futuros proyectos”.

“En nombre de la junta, quiero darle las gracias a Stephanie por sus valiosas contribuciones a Under Armour”, ha apuntado por su parte El-Erian, el nuevo presidente entrante de la junta de administración. A partir de ahora, “desde la visión y el impulso de Kevin como suma de componentes críticos, los miembros de la junta directiva y yo esperamos trabajar estrechamente con él y el equipo de dirección de Under Armour, para destapar un mayor valor para los accionistas e impulsar a la empresa hacia adelante”.

“Me siento honrada de haber trabajado como presidenta y directora ejecutiva de Under Armour, y de haber trabajado con todos los compañeros de unos equipo increíbles, que se preocupan profundamente por el propósito y por la misión de esta empresa”, ha querido por su parte destacar la propia Linnartz. “Estoy orgullosa de nuestro progreso en relación a nuestro plan estratégico, incluido el fortalecimiento de nuestro equipo, la evolución de nuestros productos y del marketing, y de la mejora en nuestros objetivos de rentabilidad”, analiza la saliente directora ejecutiva de Under Armour. Gracias en buena parte a esta suma de avances, añade, “contamos con una base sólida para el futuro crecimiento” de la compañía, que se descubre con un “potencial ilimitado”; compañía cuyo éxito “seguiré apoyando”, ya desde fuera de sus órganos de dirección una vez que termine cesando de todas sus funciones, a partir de este próximo 30 de abril.

Con el objetivo de volver al crecimiento de las ventas

Analizando el contexto en el que se ha terminado anunciando la salida de Linnartz de la dirección ejecutiva de Under Armour, esta no ha podido más que sorprender, principalmente por el breve periodo de tiempo en el que la ejecutiva se ha terminado manteniendo al frente de la empresa, liderando un desempeño que no habría terminado de convencer ni a su fundador ni a los miembros de la junta de administración de la multinacional deportiva. Desempeño que si bien sí ha permitido corregir, y mejorar, el rendimiento de la compañía, en términos de rentabilidad, lo ha hecho a costa de un crecimiento que no ha venido acompañado de unos mayores volúmenes de facturación, dibujando un entorno especialmente complejo para la compañía, a futuro, dado que, de no venir acompañado de un mayor incremento de la facturación, a todas luces se termina por vislumbrar corto y de un breve recorrido la mejora de la compañía en términos de rentabilidad. Y es que por mucha optimización de recursos y de operaciones que pudieran llevarse a cabo, estas resultan herramientas necesarias para corregir costes, pero no para asentar una base de crecimiento, que debe venir, sí o sí, de la mano de un incremento de la facturación. Una cuestión para la que de igual modo habría que terminar de cuestionar hasta qué punto Linnartz habría podido terminar de tener mano en ese proceso de buscar destapar todo el potencial y de generar un mayor atractivo de la marca entre los consumidores, frente a un Plank que, no lo olvidemos, se ha mantenido, además de como presidente ejecutivo del consejo de administración, como director de marca de Under Armour.

Sea como sea, y haciendo balance de estos últimos meses de rendimiento de la multinacional deportiva, a las puertas de cerrar, a fecha del próximo 31 de marzo, su último ejercicio fiscal de 2023/2024, desde Under Armour daban cuenta, a comienzos del pasado mes de febrero, de los resultados financieros recogidos durante los nueve primeros meses del ejercicio. Periodo finalizado a fecha del 31 de diciembre de 2023, que Under Armour completó contrayendo ventas un -2,99 por ciento, desde los 4 504,72 a los 4 369,81 millones de dólares; al tiempo que mejoraban en términos de rentabilidad, logrando aumentar su beneficio neto un +7,43 por ciento con respecto al recogido durante el mismo periodo de hace un año, tras elevarlo desde los 216,22 a los 232,3 millones de dólares. Actualización que hacían acompañar de un empeoramiento de su ya de por sí mala previsión de evolución de las ventas para el cierre de ejercicio, pasando a contemplar una caída de entre un -2 a un -4, a una de un -3 a un -4 por ciento de las ventas anuales.

Plenamente consciente de la situación compleja en la que termina asumiendo nuevamente la dirección ejecutiva de la compañía, Plank apunta a cómo “durante casi 30 años, Under Armour se ha mantenido enfocada en inspirar a los atletas con las últimas innovaciones tecnológicas de la industria”, puestas al servicio de “soluciones de alto rendimiento que nunca supieron que necesitaban, y que una vez que las prueban, no pueden imaginarse vivir sin ellas”. Desde esa misma filosofía, apunta Plank, “a medida que la empresa continúa sorteando por los distintos factores derivados del cambio en los hábitos de compra de los consumidores tras el final de la pandemia, de la propia industria, y específicos de la marca, estamos trabajando duramente para reconstruir nuestras fortalezas, y tomando decisiones comerciales bien valoradas y equilibradas, destinadas a generar un mayor valor, y duradero, para atletas, consumidores y accionistas”. Frente a esta serie de desafíos, apostilla, “estoy entusiasmado con el equipo que hemos creado, y esperamos poder aprovechar todas las oportunidades que se nos presenten”.

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