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“La pandemia ha destrozado el negocio” un repaso al panorama de la moda flamenca desde SIMOF

Por Alicia Reyes Sarmiento

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Ferias|Entrevistas
Imagen de SIMOF 2022 por cortesía de Kike Illanes

Como venimos hablando desde FashionUnited, el panorama de la moda flamenca se ha visto fuertemente afectado por los efectos de la pandemia, pero poco a poco, con la paulatina apertura de las medidas sanitarias que vuelven a permitir la celebración de ferias, romerías y demás eventos relacionados con este traje regional andaluz, el sector va volviendo a su forma natural.

Hoy les ofrecemos un repaso al panorama de la moda flamenca de la mano de varios artistas de la aguja con distintas trayectorias en el mundillo, que nos ofrecen con su conversación una visión panorámica del estado actual de este sector.

La artesanía y moda andaluzas

Pilar Vera lleva más de 40 años dedicada a la moda flamenca. Además de tener su propia firma homónima, de moda flamenca y nupcial, es la presidenta de la Asociación Mof&Art, de diseñadores y artesanos de moda flamenca, que fue creada en 2006 y por la que desde entonces han pasado muchas firmas.

Actualmente se compone de un total de dieciséis marcas que abarcan todas las artesanías de la moda flamenca desde las castañuelas a los vestidos, pasando por los mantones y otros complementos, todos fabricados a mano.

Su objetivo principal es el de preservar la artesanía y moda andaluza, así como su calidad. Tanto SIMOF como el resto de pasarelas flamencas locales son para la Asociación un gran escaparate de su labor y trabajo, “el pistoletazo de salida para que los clientes llamen a tu puerta” en muchos de los casos.

Imagen de SIMOF 2022 por Alicia Reyes Sarmiento

“Esta edición de SIMOF se ha notado, con un buen número de clientes han llamado para conseguir su cita en los talleres y hacer los encargos”, comparte Pilar Vera que además asegura que la moda flamenca se ha visto muy afectada por la pandemia, teniendo en cuenta que el fin último de su trabajo son las ferias y demás eventos de la cultura regional andaluza que fueron canceladas durante dos años, dejando “sin sentido” su trabajo y haciendo a los artesanos de la aguja atados a las inversiones de un 2020 que de un día para otro les obligó a bajar las persianas de sus talleres a las puertas de la temporada grande del sector con unas colecciones que ya tenían terminadas y a las que no pudieron dar salida.

Calcula en un 30 por ciento el número de sus clientes que cancelaron sus pedidos en marzo de 2020, pero también comparte que algunos de ellos han llegado a retomar los proyectos que entonces dejaron en stand by, lo que es un buen signo de recuperación y que demuestra un cambio en la disposición de los compradores, con mucha voluntad.

Más de 70 años en el sector

“La pandemia ha destrozado el negocio” cuenta Mercedes Campos, que posee una perspectiva bastante panorámica de lo que el sector de la moda flamenca supone para los artesanos y diseñadores que participan de esta.

Mercedes Campos está jubilada desde hace años, pero hace mantones desde pequeña y este año ha participado junto a los vecinos de su pueblo, Cantillana (Sevilla), en un stand colectivo para mostrar en la feria la tradición del enrejado, una técnica artesanal para hacer los mantones que se utilizan como accesorios al vestir la moda flamenca.

Imagen por cortesía de Kike Illanes

Cuenta que hacer un mantón es una labor muy ardua, que puede llegar a tardar semanas en acabarlo, pues la seda de la tela y los flecos se tiñen por separado para posteriormente unirse hilo a hilo con un gancho, y anudarse con una técnica similar al macramé, antes de decorar el mantón con flores bordadas.

Después del último SIMOF, en el que vieron disparados los encargos, empezaron a recibir una cancelación tras otra.

Gracias a las ayudas estatales y de los Ayuntamientos han conseguido tomar aire, para coger fuerza y poder continuar su labor ahora que la situación sanitaria lo permite.

Una oportunidad que tarda en llegar a los nuevos talentos

Guillermo Peralta y José Joaquín Gil estudiaron en la Escuela Sevilla de Moda (ESSDM) y para ambos esta ha sido la primera edición de SIMOF a la que se presentan de forma profesional. Han compartido pasarela y stand, un recurso alternativo a los desfiles individuales muy recurrente entre las firmas emergentes para repartir los gastos que supone mostrarse en un escaparate como este.

Imagen de Guillermo Peralta y José Joaquín Gil en SIMOF por cortesía de Kike Illanes

Guillermo Peralta acaba de nacer como firma, pues según cuenta a FashionUnited tuvo que esperar año y medio antes de lanzarse, debido a la situación derivada de la pandemia por coronavirus.

Para él presentarse a la que considera “la pasarela por excelencia para cualquier diseñador de moda flamenca” de este sector es su forma de decir al mundo de la moda “estoy aquí”, que la gente vea su estilo, una flamenca tan tradicional como elegante, y se anime a pedirle un traje, pues Peralta trabaja bajo pedido, ya que aunque también diseña colecciones como la presentada en SIMOF “Si me das a elegir” lo que más le gusta es dar forma, con su toque personal, a las ideas de sus clientas.

Los trajes de flamenca varían tanto en su precio como lo hacen en su estética, pues se trata de un traje regional versátil que puede mostrarse de mil formas. Es por ello que el precio varía mucho de unos a otros, pues según explica Guillermo, no todos llevan la misma cantidad de tela y de trabajo. En su colección hay trajes que llevan hasta 50 metros de tela, y que varían en torno a los 700-800 euros, mientras que una falda de capas más sencilla rondaría los 300-400 euros.

Considera que la moda flamenca está viva y no para de cambiar, pero hace hincapié en lo dura que ha sido para el sector la pandemia, que “ha llegado a obligar a muchas firmas de moda flamenca a echar el cierre, mientras que las que quedaban en pie han logrado sobrevivir abriéndose”, como en su caso, “a otros mercados como el de la moda prêt-à-porter o de noche”, en muchas ocasiones, de inspiración flamenca.

Por otro lado, José Joaquín Gil, tras recibir parte de su formación, decidió volcarse de lleno en su firma, la cual empezó hace unos 4 años, presentando su primera colección de moda flamenca en Almonte (Huelva), de donde es natural y la cual tuvo muy buena aceptación, lo que le animó a participar en la pasada edición de SIMOF, hace dos años, en el Certamen de Jóvenes Diseñadores, donde ganó el Premio Diseñador Revelación por la colección más original.

Imagen de José Joaquín Gil en SIMOF por Alicia Reyes Sarmiento

A raíz de esto pasó de tener una clientela eminentemente local a notar como empezaron a llegarle encargos de fuera, lo que le hizo tomar la decisión de presentarse de forma profesional a esta 27 edición del Salón Internacional de la Moda Flamenca tras el parón de 2021.

Para su firma, el parón ha sido bastante fuerte, pues la moda flamenca supone su principal fuente de ingresos, sobre todo, para la romería del Rocío, típica de Huelva.

Espera con ilusión que se retomen los eventos para que su actividad retome el ritmo habitual. Ya las primeras noticias sobre la recuperación de estos festivos dicen haberse notado, algo muy necesario según cuenta “en su estado anímico”, pues la esperanza hace trabajar con más ilusión, ya que la gente si no tiene eventos, no compra esta moda para guardarla a esperar el año próximo.

Moda flamenca
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