Victoria’s Secret, ¿en venta?
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Madrid – Según las últimas noticias que nos llegan desde la otra orilla del Atlántico, Les Wexner, fundador y director ejecutivo de L Brands —matriz entre otras de la firma Victoria’s Secret— habría entrado en negociaciones con diferentes grupos y fondos de inversión dirigidas a abandonar sus cargos de responsabilidad al frente de la multinacional, al tiempo que estudia diferentes alternativas para la venta total o parcial de la empresa de moda íntima.
Las primeras informaciones, desveladas por el Wall Street Journal y difundidas por medios como la agencia Reuters, apuntan al fondo de inversiones Sycamore Partners como el principal protagonista de esta ronda de conversaciones, y como el principal potencial comprador de Victoria’s Secret. Unos rumores que tardaban poco en saltar a los mercados, haciendo que las acciones de la multinacional en la bolsa de Nueva York se disparasen hasta un 13,52 por ciento; pasando de los 20,56 dólares a los que cerraban el martes, hasta los 23,34 dólares de máximo que alcanzaban durante la jornada de ayer miércoles.
De sus vínculos con Jeffrey Epstein a la cancelación de sus desfiles
Les Wexner adquirió Victoria’s Secret, por entonces una pequeña marca sin mayor trascendencia, durante la década de 1980. Llegando a convertirla bajo su dirección en todo un gigante internacional y en la principal firma de referencia del sector de la moda íntima. Una posición que no ha logrado mantener con el paso de los años, encontrándose precisamente ahora en una de sus peores situaciones, tanto en cuanto a imagen reputacional como en relación a su volumen de ventas.
Respecto de lo primero, a la mala prensa que han ido cogiendo sus colecciones, calificadas en esta nueva era del “MeToo” como de “demasiado sexys” y de contribuir a la cosificación de la mujer, se le sumaban escándalos como las poco afortunadas declaraciones de su ya exdirector de marketing, Ed Razek, sobre la participación de modelos de tallas grandes y transexuales en sus desfiles. O, de manera igualmente alarmante ante la opinión pública, las informaciones en relación a la relación que Wexner mantuvo durante años con Jeffrey Epstein, íntimo colaborador suyo desde mediados de los años 80 y hasta aproximadamente el año 2007. Unos vínculos por los que llegó a confesar públicamente sentirse “avergonzado”, y que obligó a L Brands a contratar un servició externo de investigadores y abogados con la finalidad de llevar a cabo una “revisión exhaustiva” de la relación entre ambos.
“Haber estado cerca de él y haber permitido que alguien tan enfermo, tan astuto, tan depravado, haya logrado aprovecharse de mí, es algo de lo que me avergüenzo”, declaraba el propio Wexner durante su intervención frente a los inversores de L Brands, en unas declaraciones recogidas por medios como la CNN o la CNBC. “En algún momento de nuestra vida todos somos traicionados por amigos, y si no lo hemos sido, somos realmente afortunados de haber vivido una vida perfectamente segura”, terminada añadiendo el directivo estadounidense. Quien a penas un mes antes había acusado públicamente a Epstein de malversar más de 46 millones de dólares de su fortuna personal.
A esos capítulos más “grises” de su historia reciente, se le sumaba el anuncio, a finales de noviembre, de la cancelación definitiva de sus emblemáticos desfiles de moda íntima. Un suceso que lejos de resultar anecdótico, no hacía sino confirmar el declive que estaba experimentando la propia compañía, y su incapacidad para continuar liderando un sector que ahora se entusiasmaba hasta el éxtasis ante competidoras como Savage x Fenty, la línea de moda íntima de la cantante Rihanna.
Continuas caídas en el volumen de ventas
Un acuciado declive que terminaba confirmando inevitablemente la empresa en los datos financieros de su tercer trimestre. Periodo finalizado el pasado 2 de noviembre, durante el que Victoria’s Secret generó unas pérdidas operativas por valor de 151,2 millones de dólares. Al tiempo que acumulaba unas pérdidas netas por valor de 251,9 millones de dólares, que suponían un increíble 489,9 por ciento más frente a las pérdidas por valor de 42,7 millones que mantenía durante el mismo periodo del pasado año.
Unos malos resultados que finalmente volvía a reflejar la multinacional en sus cuentas del último cuarto trimestre de su ejercicio fiscal de 2019. Periodo durante el que la compañía vio disminuir su volumen de ventas netas un 2 por ciento respecto del año anterior; pasando de los 12.457 millones a los 12.113 millones de dólares.
Photo Credits: L Brands, página oficial.