Una Valencia desolada: 65 municipios, más de 54.000 empresas y 11 centros comerciales afectados
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Madrid – Los Reyes de España pudieron descubrir de primera mano este domingo, 3 de noviembre de 2024, una pequeña parte de los daños y de la desolación que ha terminado dejando a su paso la DANA que azotó, en la tarde-noche del 29 de octubre, todo el sur del área metropolitana de la ciudad de Valencia. Unos daños que, en términos tanto humanos como económicos, se extienden por 65 municipios, afectando a más 800 000 personas, 54 000 empresas y a 11 centros y parques comerciales.
Fueron esa suma de daños, económicos pero esencialmente los de perfil humano, los que terminaron por exaltar los ánimos de la población congregada en el municipio valenciano de Paiporta, uno de los más castigados por los estragos de esa DANA que ha arrasado todo el cinturón industrial del sur del área metropolitana de Valencia, durante la visita que realizaban Sus Majestades los Reyes de España, acompañados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, este pasado domingo 3 de noviembre a la localidad. La primera parada de una visita a las principales zonas más afectadas por el paso de la DANA que ha asolado, de oeste a este, todo el sur del área metropolitana de la tercera ciudad más grande de España; visita que quedó interrumpida ante el enfervorizado recibimiento que encontró la comitiva institucional integrada por las principales autoridades del Estado y de la Comunidad Valenciana, por parte de una población encendida que no dudó en manifestar con todo su celo todo su enfado y rechazo ante la completa desidia con la que se han venido haciendo frente a las labores de ayuda y de asistencia tras el temporal.
Un abandono y dejación de funciones por parte de los máximos organismos del Estado, con poder ejecutivo, que se empezó a hacer ya palpable durante la jornada del pasado miércoles, día durante el que, a propuesta del presidente del Gobierno, se terminó por declarar luto nacional, para a partir del 31 de octubre y hasta el 2 de noviembre, con motivo de las inundaciones acaecidas los días 29 y 30 de octubre de 2024, en lo que no obstante no impidió que durante la mañana de esa misma jornada desde el Congreso de los Diputados se pasase a aprobar el paquete de “medidas urgentes” para la reforma del Consejo de RTVE. Una completa desafección hacia lo que se estaba viviendo ya en Valencia, y en otras regiones del país, y ante lo que desde el Ejecutivo no empezó a dar una respuesta efectiva hasta el 31 de octubre; día en el que Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, comparecía ante los medios para anunciar que 500 militares se unirían a las labores que ya estaban realizando sobre el terreno los efectivos de la UME, Policía Nacional y Guardia Civil, para a partir del 1 de noviembre. Es decir, tres días después de que la DANA ya hubiera arrasado Valencia, y en un número de efectivos que, a la vista ha estado, se veía completamente insuficiente como para hacer frente a la magnitud de una crisis sin precedentes, tal y como así la valoraba Óscar Puente, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible. De ahí el que fuera la propia ciudadanía, principalmente llegada de una ciudad de Valencia que ha logrado escapar con suerte de las inundaciones, pero también venida de otros puntos de la Comunidad Valenciana, la que, armada con un arsenal de escobas, fregonas, trapos, guantes, agua y comida, no dudase en lanzarse a ayudar a los pueblos del sur asolados por la DANA. Y era ese mar embravecido, de voluntarios, vecinos y de quienes lo han perdido todo, el que recibía con alaridos de indignación, desesperación y clamores de ayuda, a esa comitiva presidida por los Reyes, quienes, cumpliendo con su deber, no solo acudieron a la llamada de quienes exigían, y necesitaban, y necesitan, de la respuesta del Estado, sino que supieron dar buena muestra de la solidaridad que se les expresa desde todo el resto de las regiones del país, desde donde se mantienen volcados, a través de toda clase de distintas iniciativas, desde donaciones a campañas de recogida de alimentos y de bienes de primera necesidad, con los más afectados, tratando de a través de ellas paliar parte de los duros efectos que ha dejado tras de sí este episodio de inundaciones de una gravedad no conocida.
“Hay que entender el enfado y la frustración” de los afectados, “por lo mal que lo han pasado”, defendía Felipe VI durante la reunión que presidía en el Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) de la Comunitat Valenciana tras la visita a la localidad de Paiporta. Centro desde el que se está coordinando toda la operativa estatal de respuesta a esta emergencia, y reunión desde la que Don Felipe, de un lado, agradecía la labor que están tratando de llevar a cabo todos sus equipos de profesionales, y del otro, les instaba a seguir trabajando por los afectados, “garantizando que el Estado, en toda su plenitud, está presente” en estos momentos de desolación en la que muchos lo han perdido todo.
Un área afectada de 65 localidades, con más de 800.000 habitantes y 54.000 empresas
Con lo que respecta a esas pérdidas, al margen del incuantificable valor en términos humanos, tanto en número de afectados como de pérdidas de vidas humanas, cuyo número confiamos en que no termine por elevarse mientras siguen adelante los trabajos de drenaje de bajos y aparcamientos subterráneos, ha sido la Cámara de Comercio de Valencia la que se ha encargado de empezar a tratar de poner cifras a los devastadores efectos que ha provocado el paso de esta DANA que arrasó, durante esa ya mencionada y fatídica tarde-noche del pasado 29 de octubre, todo el cinturón industrial que circunda todo el sur, de oeste a este, de la tercera ciudad más grande de España. Una zona que ha quedado completamente desolada, arrasada y anegada, y en la que los trabajos de limpieza y acondicionamiento tardarán semanas e incluso meses en lograr devolver una cierta imagen de “normalidad”.
Según a este respecto cifran desde la Cámara de Comercio de Valencia, las inundaciones que se sucedieron durante la tarde-noche del 29 de octubre afectaron a unos 65 municipios, incluyendo barrios de la Ciudad de Valencia como el de La Torre, ubicado en el margen sur del nuevo cauce del río Turia, y por tanto dentro del área afectada por la riada. Una lista de localidades, de entre las que se habrían visto como las más afectadas los municipios, por orden alfabético, de Alacuás, Albal, Aldaia, Alfafar, Algemesí, Benetússer, Catarroja, Llocnou de la Corona, Massanassa, Paiporta, Picaya, Sedaví y Utiel, junto a ese barrio de La Torre de la ciudad de Valencia, punta de lanza de es grupo de 65 localidades, que suman en su totalidad un censo de una población de 845 371 habitantes; el 31,8 por ciento de toda la población de la provincia de Valencia.
Siguiendo con los principales indicadores sobre los efectos de esta devastación causada por el agua que han reunido desde la Cámara de Comercio de Valencia, todos ellos aglutinados en torno a un informe del que se ha hecho eco la agencia EFE, sobre esta suma de 65 localidades, se cifra con que venían llevando a cabo su actividad 54 289 empresas, una de cada tres empresas de la provincia de Valencia. Unas distintas labores que llevaban a cabo repartidas, además de por los núcleos urbanos afectados, por entre 123 parques empresariales y polígonos industriales, de la mano de una población activa de más de 354 000 trabajadores; cerca del 33,5 por ciento de todos los afiliados a la Seguridad Social de la provincia de Valencia. Unas cifras y porcentajes que bien empiezan a servir de muestra de la magnitud económica que va a terminar de provocar esta riada, ya no solamente en cifras de indemnizaciones, sino en daños al tejido productivo e industrial; daños que en muchos de los casos van a ser irrecuperables, con muchas empresas que, salvo que las ayudas así puedan garantizarlo, no van a poder regresar a la actividad, y no van a regresar a la actividad, tras la riada del pasado martes 29 de octubre.
En relación con tal extremo, desde la misma Cámara de Comercio de Valencia cifran en al menos unos 32 de esos 65 los municipios que se habrían visto más afectados por los daños provocados por las inundaciones, en términos tanto de pérdidas de vidas humanas como económicos y de daños a infraestructuras y al tejido económico e industrial. Un subgrupo de localidades, con daños graves y muy graves, en las que se cifra en unas 31 567 empresas, el 17,8 por ciento de toda la provincia de Valencia, las que llevarían a cabo su actividad, repartidas por 63 parques y polígonos industriales, y por unos 34 855 locales, entre tiendas, naves y oficinas. Un número este que se situaría en entre unos de 4 000 a 4 500 en lo que respecta a locales comerciales ubicados en plantas bajas, cuya actividad económica y comercial guarda como potencial el haberse visto afectada a causa de daños de una elevada consideración. Y de ente estos, se estima que de entre de 1 600 a 1 800 locales sean de tiendas y establecimientos comerciales minoristas, que se habrían visto muy afectados por los daños provocados por la riada, hasta el punto de poner, a día de hoy, en entredicho el que puedan volver a su actividad en un plazo relativamente corto de tiempo.
Con 11 parques comerciales afectados, entre ellos los de Bonaire y MN4
En lo que atañe, de manera algo más detallada, a esas grandes instalaciones y complejos para la actividad económica y comercial que se han visto particularmente afectados por la riada, desde la Cámara de Comercio de Valencia señalan a que, al margen de los parques empresariales y polígonos industriales, unos 34 mercados municipales y unos 11 parques y centros comerciales habrían visto afectada su actividad como resultado este virulento episodio de gota fría en la provincia de Valencia. Unos daños que vendrían generados, en su mayor parte como consecuencia de las inundaciones, pero también como resultado de los asaltos, robos y saqueos de los que han sido objeto, al igual que muchos locales ubicados en los cascos urbanos, actos por los que ya se ha superado el centenar de detenidos por actos de pillaje.
De entre ese total de 11 parques y centros comerciales, desde la misma Cámara de Comercio de Valencia se señala a los complejos de los centros comerciales Parque Comercial Alfafar Parc, Parque Comercial Sedaví, al centro comercial MN4 y al centro comercial Bonaire de Aldaia, una de las localidades más afectadas por la riada, y en la que más está tardando la ayuda en llegar, como a los grandes equipamientos comerciales del área metropolitana del sur de Valencia que se han visto afectados por las inundaciones. Unos daños por los que, si bien en un primer momento centramos el foco de atención en los sufridos por el centro comercial Bonaire, no solamente por su valor estratégico dentro de la zona afectada por las inundaciones, sino también por estar en uno de los municipios más afectados, y por sucederse estos en pleno proceso para su adquisición por parte de Castellana Properties de manos de Unibail-Rodamco-Westfield (URW); también lo han sido de especial consideración en el resto, y en particular en el centro comercial MN4 de Alfafar.
Con respecto a este, y al igual que en el de Bonaire, a día de hoy desde el complejo se sigue trabajando en los trabajos de drenaje de su aparcamiento subterráneo, con el objetivo de poder acceder para descubrir si, en el peor de los casos, las inundaciones terminaron por atrapar en su interior a algún cliente y/o trabajador del centro. Unas labores que están siendo igualmente complejas en ambos casos, pero para las que, en lo que respecta a las del aparcamiento del MN4, sus responsables ya han advertido de que se tardarán todavía días en lograr sacar toda el agua, debido al tamaño de un aparcamiento de unas dimensiones descomunales, tal y como el mismo responsable del centro comercial, Antonio Martí, se encargaba de señalar al medio generalista local El Levante.
Durante el inicio de las inundaciones se “evacuaron a 80 personas del garaje, y también a una señora que iba con un carrito con un bebé”, relataba Martí al citado medio de noticias. No obstante “fue todo rapidísimo”, con un aparcamiento que “se inundó en unos 12-15 minutos”, y en el que actualmente “hay 80 millones de litros de agua”. Y es que “el parking tiene el tamaño del Mestalla, no del terreno de juego, sino del estadio completo”, ponía en contexto el mismo Martí, director general del Grupo Martí propietario del centro comercial; un complejo sobre el que, al igual que en Bonaire, todavía no se tiene la certeza de que alguien no pudiera haberse terminado por ver atrapado en el aparcamiento del centro comercial durante las inundaciones que, este pasado martes 29 de octubre, arrasaron todo el sur del área metropolitana de Valencia.