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Una oportunidad para el textil: la UE aprueba la modificación del Convenio Paneuromediterráneo

Por Jaime Martinez

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Exterior del edificio Berlaymont de Bruselas, sede de la Comisión Europea. Créditos: European Union.

Madrid – Este mismo jueves, 7 de diciembre de 2023, la Comisión Europea ha terminado alcanzado, y aprobando, un acuerdo completo y definitivo con todos los países representados en el comité del Convenio Paneuromediterráneo (PEM), para la modificación de las normas establecidas en dicho tratado. Unos cambios que han sido aplaudidos desde la industria textil europea, desde donde se ha celebrado el que finalmente se hayan logrado aprobar una nuevas normas para la región, sobre cuya redacción desde la misma industria textil europea han venido trabajando de manera activa, y nuevas normas que estiman que llegarán para terminar de desbloquear todo el potencial de la zona euromediterránea como la región más grande y más integrada para la fabricación y el comercio de textiles y ropa sostenibles.

Como base de todas estas negociaciones, se han mantenido las normas establecidas en el Convenio Regional sobre Normas de Origen Preferenciales Paneuromediterráneas, o Convenio PEM, aprobado por la Comisión Europea en 2013, y destinado a establecer unas normas comunes y a facilitar, dando además un trato preferente, el comercio y la integración de las cadenas de suministros de dentro de la zona representada por los firmas del tratado. Un grupo de firmantes entre los que se encuentran representadas un total de 24 partes, con la Unión Europea a la cabeza, seguida de los países y regiones autónomas, no pertenecientes a la Unión, de Islandia, Liechtenstein, Noruega, Suiza, Islas Feroe, Turquía, Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Palestina, Georgia, la República de Moldavia, Ucrania, Albania, Bosnia y Herzegovina, Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia y Kosovo. Países todos ellos cuyos representantes han aprobado ahora, y por unanimidad, la modificación de los términos del acuerdo.

Según se encargan de detallar a este respecto desde la misma Comisión Europea, las nuevas normativas, que pasarán a entrar en vigor a partir del 1 de enero de 2025, entrarán para entonces a modificar todos los acuerdos comerciales preferenciales a los que hasta ahora habían venido vinculándose los 24 socios comerciales del Convenio PEM, estableciendo a partir de ese momento unas nuevas reglas “más flexibles y favorables para las empresas”, entre ellas las empresas textiles. Unas reglas que llegarán así para potenciar la integración empresarial e industrial de todos los países paneuromediterráneos con la UE, en lo que se entiende que además servirá para terminar de destapar unas relaciones comerciales entre esta serie de países y de regiones con la Unión, que durante el pasado año de 2022 llegaron a generar cerca de 700 mil millones de euros, cifra que, según las estimaciones que manejan desde la misma Comisión Europea, representa la mitad de todo el comercio preferencial de la UE.

Nuevas normas para desbloquear el potencial de las relaciones comerciales entre la UE y los países de la región paneuromediterránea

Pasando a poner en primer lugar el foco de atención sobre las modificaciones y cambios que han pasado a introducirse a modo de disposiciones del nuevo tratado, o tratados, dado que han sido acordados de manera independiente por los representantes de cada país y región, desde la misma Comisión Europea se destacan un total de cuatro puntos clave como principales aspectos de los que podrán empezar a beneficiarse los fabricantes y comerciantes de cada uno de los 24 socios comerciales del Convenio PEM. Ventajas a las que también se ha terminado de sumar un acuerdo para el desarrollo de un certificado electrónico de producto en origen, que servirá para simplificar y agilizar los trámites aduaneros entre los países y regiones del acuerdo.

De este modo, y como principales punto de unas negociaciones que se han terminado de desarrollar por un periodo de 10 años, se ha dispuesto el que una vez que el nuevo tratado modificado pase a entrar en vigor, los productos procedentes de los estados y regiones firmantes, podrán pasar a beneficiarse de preferencias comerciales tales como la de disponer de reglas específicas simplificadas, como la eliminación de requisitos acumulativos, de nuevos límites para el valor añadido local, de reglas más adaptadas a las necesidades de producción de la UE, y de una nueva doble transformación para los textiles. Puntos a los que se suman un aumento de los umbrales de tolerancia para materiales no originarios, que se eleva de un 10 a un 15 por ciento; la introducción del concepto de “acumulación completa”, por el que las operaciones de fabricación necesarias para adquirir la condición de artículo de “origen” para la mayoría de los productos podrán dividirse entre varios países; y la posibilidad de solicitar la devolución y el reembolso de los aranceles pagados por componentes importados que se utilizan en la fabricación de productos destinados a la exportación, con el objetivo de ayudar así a competir a los países exportadores de y hacia la UE.

Hacia la construcción del mayor “hub” industrial para la fabricación y comercialización de textiles sostenibles

En cuanto a los efectos beneficiosos que se espera que esta suma de modificaciones del Convenio PEM tengan sobre el conjunto de la industria textil europea, ha sido desde la misma patronal europea de la industria, Euratex, desde donde no han dudado a la hora de salir a celebrar el que se hayan logrado aprobar, además con unanimidad, las modificaciones del tratado. Un logro que llegan a describir como “histórico”, y que estiman que llegará para facilitar tanto el comercio como las inversiones en la región paneuromediterránea. Una región integrada, de uno y otro lado, por los 27 estados miembros de la UE, y del otro por la propia UE y los restantes 23 países y regiones vinculados a ella en virtud de este acuerdo comercial, y región que representa el 35 por ciento de las exportaciones y el 21 por ciento de las importaciones para el conjunto del sector textil y de la confección de la UE.

Según a este respecto se encargan de defender desde Euratex, gracias a esta modificación de los términos del Convenio PEM, se conseguirá desbloquear todo el potencial de la zona euromediterránea como la región más grande e integrada para la fabricación y el comercio de textiles y ropa sostenibles. Y es que a raíz de las nuevas normas aprobadas, valoran desde la patronal europea de la industria textil, se acelerará la integración de las cadenas de suministros de textiles y de prendas de indumentaria de los distintos países y regiones, y se impulsará la producción y el comercio de textiles y de prendas de vestir dentro de la región, tanto desde la frontera este como sur de la UE. Todo ello además, sostienen, en un momento en el que el mapa de las redes de suministros se encuentra especialmente agitado, con cada vez más compañías, y especialmente las de la industria textil, apostando por trasladar sus centros de producción de Asia a países más próximos, con el fin, entre otros, de poder ejercer un mayor y más óptimo control sobre sus respectivas cadenas de suministros, al tiempo que consiguen reducir la huella ambiental de los productos que posteriormente ponen al alcance de los consumidores.

“Este es un acuerdo comercial estratégico que puede ayudar a las empresas europeas a recuperarse de las múltiples crisis a las que nos hemos venido enfrentando desde 2020”, sostiene Alberto Paccanelli, presidente de Euratex, a lo largo de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la misma patronal europea de la industria textil. No obstante, apunta Paccanelli, le “pedimos a la Unión Europea que no se detenga aquí, sino que mantenga los esfuerzos para asegurar acuerdos comerciales que sean buenos para las empresas europeas y su posición competitiva en el mundo”. Un propósito para el que ya apunta a que el próximo objetivo de la Comisión “debería ser la aprobación del Acuerdo UE-Mercosur”, así como el de lograr dar “una solución concluyente a todas las disputas comerciales abiertas con Estados Unidos”.

“El voto unánime” que se ha terminado por dar “a favor de la modernización de las reglas del PEM es una buena noticia para nuestra industria”, esgrime por su parte, y de forma ciertamente optimista, Dirk Vantyghem, director general de Euratex desde 2019. Una vez ya aprobadas, a partir de este momento “debemos empezar a colaborar con estos países socios para explorar todo el potencial que encierran estas nuevas normas”. Un propósito para el cual, apostilla Vantyghem, “Euratex está plenamente dispuesta a entablar un diálogo industrial con todas las compañías de los países del PEM, para facilitar su transición al nuevo marco normativo” que se abre tras la aprobación de la modificación de las reglas del convenio.

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