El textil reclama a la UE un plan de relanzamiento de la industria manufacturera europea

Madrid – Continuando y ampliando las reclamaciones que ya presentasen ante la Presidencia de la Unión Europea a finales del pasado mes de junio, coincidiendo con el arranque de esta actual Presidencia de España del Consejo de la Unión Europea, desde las principales asociaciones empresariales del textil Euratex, la Confederación Europea de la Confección y el Textil, y el CIE, el Consejo Intertextil Español, han vuelto a salir en defensa y reivindicación del sector ante las principales instancias europeas. Un compromiso para el que en esta ocasión han solicitado a la Presidencia de la UE que reoriente sus estrategias en materia de políticas para el sector textil, y diseñe un verdadero plan de apoyo y de relanzamiento para, ya no únicamente el ámbito del textil, sino para todo el conjunto de la industria manufacturera europea.

A través de un comunicado emitido de manera conjunta por ambas asociaciones empresariales, y validado tanto por Alberto Paccanelli, presidente de Euratex, como por Pepe Serna, presidente del Consejo Intertextil Español, las principales organizaciones textiles de representación europea y española, abogan por que desde el mismo corazón de la Unión se desarrolle una nueva estrategia de competitividad que venga para relanzar la industria manufacturera de Europa, así como a garantizar su competitividad durante las próximas décadas. Una reclamación que han realizado mientras alertan del desnortado rumbo por el que perciben que desde la UE han venido abordando las nuevas políticas que afectan al conjunto de la industria desde su particular apuesta por evolucionar hacia un modelo circular, y que como principal consecuencia estaría más la de terminar por desindustrializar el tejido industrial europeo, favoreciendo las deslocalizaciones a terceras regiones, que por verdaderamente instaurar un modelo que pudiera servir de ejemplo a escala global, por su decidido compromiso hacia la protección del entorno natural y un mayor bienestar de las personas que lo habitamos.

“Durante los últimos años hemos observado la implementación de objetivos incoherentes y contradictorios en las políticas comercial, energética, industrial y de sostenibilidad”, siendo así el que “de hecho”, advierten desde Euratex y desde el CIE, “si bien la economía circular prometía ser una receta para una industria competitiva del futuro, la probabilidad de expulsar a la industria de la UE del mercado e impulsar la inversión fuera de Europa es muy alta”. “Si este enfoque continuara en los próximos años, el resultado sería una Europa desindustrializada, dependiente de las importaciones del exterior”, y que en consecuencia “estaría más expuesta a la agitación geopolítica”, careciendo así de la “capacidad para hacer llegar su visión de paz, bienestar y un medio ambiente saludable a sus ciudadanos”.

En mitad de un contexto como el que relatan, resultaría “fundamental que Europa aplique un conjunto de políticas más coherentes que pongan la competitividad de su industria nacional en el centro”. Un plan de apoyo, de relanzamiento y de reindustrialización, en el que, añaden desde ambas organizaciones empresariales, “todos los sectores industriales manufactureros deberían estar dentro del alcance, incluida la industria textil, dada su importancia para proporcionar productos y aplicaciones esenciales a nuestra sociedad”.

Unificación y redacción de nuevas políticas de apoyo

Como principales líneas de actuación que deberían marcar el camino de este nuevo plan de competitividad para el relanzamiento de la industria manufacturera europea, desde el textil se pone el foco de atención en que desde la UE se apueste por aunar las políticas comerciales y energéticas de ayuda estatal y de sostenibilidad, redirigiéndolas hacia un “enfoque único” que sirva para apoyar y reforzar al conjunto de la industria manufacturera europea. Objetivos para los cuales, como áreas capitales, se reclama el que se pueda asegurar el acceso a energías limpias y renovables a un precio competitivo, se fomente la generación de talento y de nuevos profesionales, y se garanticen unas justas condiciones de competitividad frente a las empresas y los productos procedentes de fuera de la UE, con el modelo europeo como base.

En resumidas cuentas, defienden, se pide “a la Presidencia de la UE que desarrolle una nueva estrategia de competitividad que pueda relanzar la industria europea y garantice que seguirá siendo competitiva en las próximas décadas”. “Esto significa aunar las políticas comerciales y energéticas de ayuda estatal y de sostenibilidad en un enfoque único, integrado y global, que pueda respaldar una industria manufacturera europea sólida y moderna”, para lo cual, apuntan, desde la Unión Europea, “para consolidar una estructura industrial fuerte en Europa”, se debería “asegurar el suministro de energía limpia a un coste competitivo”, “apoyar la innovación y fomentar la reserva de talento necesaria”, y “ser más asertivos a la hora de lograr unas condiciones equitativas a nivel internacional en materia de sostenibilidad, basadas en el modelo europeo”. Acciones todas ellas para las que como “primera medida de impacto que se puede tomar en esta dirección”, estaría el “ampliar el alcance de la Ley de Industria Net-Zero (NZIA)”, redactada como una iniciativa derivada del Plan Industrial Green Deal con el objetivo de ampliar la fabricación de tecnologías limpias en la UE, “para incluir la industria textil y de la confección”, teniendo en cuenta el que “la industria textil y de la confección europea ocupa una posición fundamental en el mercado, abarcando una amplia gama de sectores y aplicaciones”.

A este mismo respecto, valoran desde Euratex y desde el CIE, “en términos de empleo, nuestra industria crea 1,3 millones de puestos de trabajo directos en Europa, integrando una amplia gama de funciones, desde el diseño y la producción hasta la distribución y el comercio minorista”. “Los textiles europeos tienen una variada línea de usos, siendo las más comunes, por supuesto, la ropa y la moda”, pero “más allá de la confección, existe una amplia gama de sectores industriales en los que los textiles desempeñan un papel esencial”, como los de la automoción, la aviación, el de la construcción naval, en edificación y construcción, interiorismo o en el de la fabricación de equipos de protección personal para profesionales, como personal médico, bomberos o policía. Una presencia y una utilización que dejan patente el que “los textiles son componentes esenciales de nuestra sociedad y de nuestro bienestar”, por lo que “es clave para Europa mantener su capacidad de fabricar textiles de alta calidad, sostenibles y de alta tecnología”. Y “teniendo esto en cuenta, la política de competitividad del futuro y los fondos relacionados para apoyarla deberían incluir el ecosistema textil en su alcance”.