Tapestry (Coach) cierra ejercicio hundiendo beneficios un -30 por ciento

Madrid – Decepcionante cierre de ejercicio el que ha terminado por protagonizar la multinacional de la moda estadounidense Tapestry, propietaria de las firmas Coach, Kate Spade y Stuart Weitzman, y aspirante a propietaria de Capri Holdings. Y es que no por más adelantados pueden valorarse como positivos los resultados de la compañía al cierre de su año fiscal de 2023/2024; ejercicio que han completado con unas ventas en plano, y tras un último cuarto trimestre durante el que han llegado a hundir beneficios un -28,9 por ciento.

Analizando de este modo las cuentas presentadas por la compañía, desde Tapestry han informado de un ejercicio de 2023/2024, finalizado a fecha de este pasado 29 de junio, que la multinacional ha completado con unas ventas netas totales, anuales, de 6 671,2 millones de dólares. Una cantidad que refleja un completo estancamiento de sus niveles de facturación, con una subida de apenas un +0,15 por ciento frente a las ventas de 6 660,9 millones de dólares generadas durante el pasado año; desempeño que deja a la compañía creciendo un +10,68 por ciento sobre los 6 027 millones de dólares ingresados durante el ejercicio de 2018/2019, en su caso el último en completarse al margen de los efectos de la pandemia por coronavirus.

En cuanto a su capítulo de beneficios, la multinacional cierra el año en tendencia negativa, tras haber registrado un beneficio neto por valor de 816 millones de dólares. Una cifra que supone una caída de un -12,82 por ciento sobre el beneficio neto por 936 millones de dólares recogido durante el mismo periodo de hace un año; en lo que no obstante y aún así deja a la multinacional creciendo un +26,82 por ciento sobre el beneficio neto por 643,4 millones de dólares que alcanzaba a recoger como valor previo a la irrupción de la pandemia por coronavirus.

A pesar de que, en sus términos generales, estos valores anuales parecen sostenerse en unos rangos comedidos, dado además el actual entorno desafiante por el que atraviesan los mercados, y además ajustados a las perspectivas —ojo actualizadas a la baja el pasado mes de mayo— de la compañía, más preocupante se descubre no obstante el rendimiento de Tapestry, si atendemos a su evolución a lo largo del ejercicio. Un año fiscal que la compañía abrió con ventas en el primer trimestre por 1 513,2 millones de dólares (+0,44 por ciento frente al año anterior), en el segundo trimestre por 2 084.5 millones (+2,91 por ciento), y en el tercer trimestre por 1 482.4 millones (-1,79 por ciento), para terminar cerrando con unos ingresos durante el cuarto trimestre por 1 591,1 millones de dólares (-1,75 por ciento). Un registro de facturación que ha venido acompañado de un paulatino aumento de la pérdida de rentabilidad, tras una primera mitad de ejercicio que la compañía cerraba con unos beneficios neto de 517,3 millones de dólares (-1,5 por ciento), en un desempeño que empeoraba de forma aguda durante un tercer trimestre en el que le beneficio cayó hasta los 139,4 millones (-25,33 por ciento); hundimiento que lejos de mejorar empeoró durante un último cuarto trimestre, en el que el beneficio neto de la compañía terminó por caer hasta los 159,3 millones de dólares (-28,9 por ciento).

“Nuestros resultados del cuarto trimestre superaron nuestras expectativas y coronaron un año repleto de éxitos”, ha defendido Joanne Crevoiserat, directora ejecutiva de Tapestry, a lo largo de unas declaraciones difundidas desde la dirección de la misma multinacional de la moda estadounidense. Desde esa misma mirada positiva, los resultados son “un testimonio de la pasión de nuestros apasionados equipos globales, cuya creatividad y desempeño excepcional continúan impulsando nuestras marcas y nuestro negocio”. Siendo igualmente “importante destacar”, añade Crevoiserat, el “que, a través de un enfoque inquebrantable puesto sobre el impulso a la innovación y las conexiones con los consumidores, logramos dar pasos adelante significativos sobre nuestros objetivos para el año fiscal de 2024, obteniendo unos sólidos resultados financieros en un contexto altamente dinámico”. “Desde esta posición de fortaleza”, concluye, “ofreceremos una visión audaz para el futuro” de la compañía, así como “un compromiso firme de impulsar el crecimiento y el valor para los accionistas durante los próximos años”.

Estancamiento y caída de las ventas en Norteamérica, China y Japón

Analizando en mayor detalle, y brevemente, el rendimiento protagonizado por la multinacional durante el conjunto de todo este año fiscal, por marcas comerciales, Coach se mantuvo como su principal marca en cartera con ventas por 5 095,3 millones de dólares (+3 por ciento). Mientras que Kate Spade contribuyó a los balances de la compañía con una facturación anual total de 1 334,4 millones de dólares (-6 por ciento); y Stuart Weitzman con ventas anuales por 241,5 millones de dólares (-14 por ciento).

En cuanto a su desempeño, por mercados, la región de Norteamérica se sostuvo como la generadora de la mayor parte de sus ingresos, con ventas por 4 314 millones de dólares (-1 por ciento). Una posición de liderazgo dentro de los balances de la compañía, tras la que se sitúan China, con ventas planas por 1 012,6 millones de dólares; Japón, con ventas por 554,4 millones (-3 por ciento); la región de Asia-Pacífico, con ventas por 348,5 millones de dólares (+7 por ciento); y Europa, con ventas por 326,6 millones de dólares (+17 por ciento). Aportaciones que se terminaron de completar con los ingresos por cesión de licencia y otros ajustes y operaciones, por 115,1 millones de dólares (+4 por ciento).

Rumbo a un 2024 que deberá llegar marcado por la adquisición de Capri

De cara ya a este nuevo ejercicio fiscal de 2024/2025, desde Tapestry, a modo de perspectiva, apuntan a un ejercicio con ventas nuevamente prácticamente planas, por el orden de unos 6 700 millones de dólares. Estimación que realizan mientras desde la compañía siguen firmes en su defensa sobre la operación de adquisición de Capri Holdings, dueña de Michael Kors, Versace y Jimmy Choo, a la espera del juicio que terminará de resolver si la operación supone o no, tal y como sostiene el regulador estadounidense, un acto contrario a la libre competencia dentro del segmento de los artículos de lujo.

Sobre esta cuestión, y tras el anuncio realizado el 10 de agosto de 2023 sobre el acuerdo de compra de Capri Holdings por parte de Tapestry, “el 22 de abril de 2024, la Comisión Federal de Comercio (FTC) presentó una demanda en un intento por bloquear la adquisición”, recuerdan desde Tapestry. Frente a esta acción ante los tribunales, “la empresa confía en los méritos y la naturaleza a favor de la libre competencia y de los derechos de los consumidores que encierra esta transacción”, por lo que “espera presentar sus sólidos argumentos legales en los tribunales, trabajando con celeridad para cerrar la transacción en el año natural de 2024”.