Shein invierte 15M de dólares en mejorar su cadena de suministro y responde a la cámara oculta en sus fábricas
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En un intento por lavar su imagen, Shein, la multinacional china del fast fashion que ha conseguido superar en popularidad a Zara , buque insignia de Inditex, a pesar de las numerosas polémicas en torno a la vulneración de derechos de sus trabajadores o la destrucción ambiental de su cadena de suministro, anuncia que destinará 15 millones de dólares (unos 14,2 millones de euros) durante los próximos tres o cuatro años para mejorar los estándares en las fábricas de sus proveedores.
Además de esta inversión, anunciada el lunes por la empresa, ha detallado en un comunicado que tiene previsto duplicar su gasto en Abastecimiento Responsable (SRS por sus siglas en inglés), un programa "diseñado para garantizar que los empleados que trabajan para sus proveedores reciben un trato justo y respetuoso en entornos de trabajo seguros y cómodos".
La inversión forma parte de otro programa que Shein ha puesto en marcha, el denominado Programa de Capacitación Comunitaria (SCEP, también por sus siglas en inglés), en el marco del cual “más de 30 proyectos se completarán a fines de este año, 100 a fines de 2023 y hasta 300 dentro de cuatro años”.
4M de dólares destinados al SRS
Como parte del programa SRS, todos los proveedores de fabricación tendrán que aceptar el “Código de conducta de Shein”, acorde a las convenciones fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo y las leyes y regulaciones locales, para ser contratados, de manera que “cualquier infracción grave” detectada derivará en la rescisión de sus contratos “si no se subsanan las infracciones en un plazo determinado”.
La inversión de la empresa en SRS alcanzará ahora los 4 millones de dólares anuales, cifra destinada a "aumentar la frecuencia de los controles aleatorios sin previo aviso”, pero también a la formación de los proveedores sobre cómo cumplir su código de conducta".
"Se llevaron a cabo más de 2600 auditorías independientes en los últimos 12 meses por agencias líderes de pruebas y control de calidad, pero SHEIN está decidida a hacer más y hoy se compromete a duplicar la cantidad que invierte en el SRS”.
El horario no cumple la normativa local
En octubre la cadena de televisión pública británica Channel 4 emitía imágenes grabadas en algunas de las fábricas chinas que forman parte de la cadena de suministro del minorista electrónico usando cámaras ocultas, exponiendo que los trabajadores de estas trabajan en turnos de unas 18 horas a cambio de “tres peniques”, cifra que no llega al euro.
Desde Shein se han valido del comunicado en el que hacían público su anuncio para compartir los resultados de una investigación independiente —realizadas por las empresas especializadas en la materia Intertek y TUVR— iniciada a raíz de estas denuncias televisivas presentadas contra él y sus prácticas laborales, afirmando que la investigación "refuta la mayoría de las acusaciones".
Sin embargo, en cuanto al horario de los trabajadores, reconoce que la jornada laboral de dos de sus proveedores no cumple la normativa local. Una vez identificados, desde Shein dicen haber ordenado a estas empresas que "rectifiquen la situación" para cumplir con el Código antes de finales de diciembre y "se reserva el derecho de tomar medidas contra ellas si no lo hacen para entonces".
“Una camiseta básica pasa por un mínimo de 11 pasos de diversa complejidad para completar la prenda”
Con respecto a las afirmaciones de que los trabajadores solo ganan unos centavos por prenda, desde Shein dicen que se han tergiversado “las estructuras salariales utilizadas por estos proveedores'', pues “las cifras citadas se refieren a una comisión por paso por pieza y no por prenda terminada”.
“Una camiseta básica pasa por un mínimo de 11 pasos de diversa complejidad para completar la prenda. A cada trabajador en la línea de producción se le asigna solo uno de esos pasos, por ejemplo, verificar y cortar el exceso de hilo en una prenda terminada, como se muestra en el documental. El trabajador gana una comisión por cada paso por prenda”, explican desde Shein.
En declaraciones al periódico británico The i recogidas por la redacción británica de FashionUnited, Iman Amrain —periodista especializada en documentales, vídeos políticos y sociales contemporáneos que se introdujo en las fábricas con la cámara oculta— expresaba con sus palabras que el coste de la fabricación, si las prendas son tan excesivamente baratas y el empresario siempre gana, lo está pagando otra persona, especialmente teniendo en cuenta las largas y opacas cadenas de producción existentes en la industria de la moda a esta escala.
La receta que permite Shein subir más de 500 novedades diarias a su web, respetando los derechos de los participantes en su cadena de suministro, es toda una incógnita.