Puma frena su caída, pero corrige perspectivas ante el debilitamiento de la demanda
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Madrid – La multinacional deportiva europea Puma ha presentado sus cuentas al cierre del segundo trimestre de su nuevo año fiscal de 2024. Periodo de tres meses finalizado a fecha del pasado 30 de junio, durante el que la compañía logró corregir, parcialmente, la tendencia en caída de ventas y de beneficios experimentada durante el primer trimestre del año, pero en lo que no obstante no la ha impedido el tener que corregir sus perspectivas anuales, en respuesta al aumento de los costes y del todavía debilitamiento de la demanda que estiman experimentar durante la segunda mitad del ejercicio.
Partiendo de las cuentas presentadas, hace escasamente unos minutos, por parte de la dirección de la compañía deportiva, Puma alcanzó a cerrar su segundo trimestre del año, registrando unas ventas trimestrales por valor de 2 117,3 millones de euros. Cantidad que supone una atenuadísima bajada de un -0,16 por ciento frente a los 2 120,7 millones de euros facturados durante el mismo periodo de hace un año, y en lo que termina dejando a la multinacional deportiva aún así creciendo un +72,58 por ciento sobre los 1 226,8 millones de euros facturados durante el segundo trimestre de 2019; último ejercicio en completarse al margen de los efectos de la pandemia por coronavirus.
En cuanto a su desempeño en términos de rentabilidad, desde la dirección de Puma han informado de un beneficio neto trimestral, positivo, por un total de 41,9 millones de euros. Una cifra que por su parte supone una bajada de un -23,8 por ciento frente al beneficio neto de 55 millones de euros recogido hace un año; así como de un -15 por ciento frente al de 49,7 millones de euros que, aún vendiendo mucho menos, la deportiva alcanzó a generar durante el segundo trimestre de 2019.
Como resultado de estas nuevas bajadas, en ventas y beneficios, en un grado inferior al registrado durante el primer trimestre del año, periodo durante el que las ventas alcanzaron a contraerse hasta los 2 102,3 millones de euros (-3,9 por ciento con respecto al año anterior), y los beneficios hasta los 87,3 millones de euros (-25,57 por ciento), Puma logra compensar su desempeño al cierre del primer semestre del ejercicio. Primera mitad de su año fiscal de 2024, que la compañía deportiva finaliza con una caída en ventas hasta los 4 219.6 millones de euros (-2,05 por ciento), y de los beneficios hasta los 129,3 millones de euros (-24,95 por ciento).
“Con nuestro desempeño operativo durante el segundo trimestre, cumplimos plenamente con nuestras previsiones para el trimestre y nos situamos bien encaminados para cumplir con nuestras previsiones para todo el conjunto de este año fiscal”, ha declarado Arne Freundt, director ejecutivo de Puma, a lo largo de unas declaraciones difundidas desde la dirección de la misma multinacional europea deportiva. Haciendo balance de lo experimentado durante este último trimestre del ejercicio, “no podría estar más orgulloso de nuestro equipo y de nuestras sólidas alianzas minoristas, que fueron clave para lograr este resultado en un entorno de mayores vientos en contra por las divisas, por unas cadenas de suministro estresadas, y por una suma de desafíos macroeconómicos y geopolíticos que están afectando a la confianza de los consumidores en todo el mundo”.
Con las Américas en crecimiento y como principal mercado
Analizando el comportamiento experimentado por la compañía durante el segundo trimestre de este nuevo año fiscal, por categorías de producto, los ingresos de Puma se mantuvieron liderados por las ventas generadas por sus colecciones de calzado, por un total de 1 097 millones de euros (-2,6 por ciento). Facturación a la que se sumó la venta de prendas de indumentaria, por 705,6 millones de euros (+6,4 por ciento); y de sus colecciones de accesorios, por 314,8 millones de euros (-5 por ciento).
En cuanto a su desempeño por canales de venta y de distribución, las ventas en el canal mayorista cayeron hasta los 1 529,6 millones de euros (-3,3 por ciento). Una bajada que logró compensarse prácticamente en su totalidad gracias al aumento de las ventas a través del canal de venta directa al cliente final DTC de Puma, por hasta un total de 587,7 millones de euros (+19,5 por ciento). Un crecimiento este que se vio respaldado tanto por el aumento de la facturación en las tiendas operadas de manera directa por Puma (+16,5 por ciento), como por el crecimiento de las ventas a través del canal online (+25,6 por ciento); aumentos que han permitido elevar el peso del canal DTC dentro de los balances de la multinacional deportiva del 24,3 al 27,8 por ciento de las ventas totales de Puma, durante el segundo trimestre de 2024.
Mientras tanto, y por mercados, las Américas han pasado a situarse como la principal fuente de ingresos de Puma, con unas ventas trimestrales que han crecido hasta los 887,5 millones de euros (+3 por ciento). Un crecimiento que es el que ha servido para compensar la bajada de la facturación registrada en la región de Emea, con ventas que han caído hasta los 817,9 millones de euros (-3,3 por ciento); así como en la de Asia-Pacífico, con una facturación por 411,9 millones de euros (-0,3 por ciento).
Ajuste de las perspectivas para 2024
Mirando ya de cara a la segunda mitad de este ejercicio de 2024, desde la dirección de Puma han anunciado que se mantienen firmes y que confirman sus perspectivas para el conjunto de este nuevo año fiscal. Cuestión que es cierta para sus estimaciones de ventas, para las que estiman llegar a experimentar un crecimiento anual de las ventas en el rango de un solo dígito de valor medio, a tipos de cambio constante, pero no para en términos de rentabilidad. Aspecto para el que, en respuesta al aumento de los costes operativos y al debilitamiento de la demanda que esperan encontrar durante el segundo semestre del año, han decidido actualizar, a la baja, sus previsiones, pasando de contemplar lograr cerrar el año con un beneficio antes de intereses e impuestos (Ebit) de entre 620 a 700 millones de euros, a uno de entre 620 a 670 millones de euros, frente al registrado por 621,6 millones al cierre del ejercicio de 2023. Una evolución que, en su justa medida, contemplan que termine por igualmente verse reflejada, en sus mismos términos, sobre su partida de beneficios netos.
“A la vista de nuestra sólida cartera de pedidos para la segunda mitad del año, reiteramos nuestra previsión de crecimiento de las ventas en el rango de un solo dígito de valor medio”, apunta Freundt. Reiteración a la que no obstante también suma la advertencia, ofrecida de manera soslayada, de que “estamos reduciendo nuestro rango de previsión del EBIT para todo el año a entre 620-670 millones de euros, a la luz de estos factores externos” a los que apuntaba para el segundo semestre, relacionados, puntualizan desde la dirección de Puma, con unos “mayores costes de transporte, cambios en los aranceles y una confianza de los consumidores aún débil, especialmente en China”, como resultado de los todavía persistentes “desafíos macroeconómicos y geopolíticos” que han marcado el contexto sobre el que ha debido aprender a desenvolverse la multinacional deportiva durante estos primeros seis meses del ejercicio de 2024.