Pronovias incrementa sus pérdidas a las puertas del nuevo plan estratégico
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Madrid – Tal y como anunciase la compañía a finales del pasado mes de mayo, el de 2025 será el año en el que Pronovias se arrancará, de la mano de su nueva dirección y nuevos propietarios, con la implementación de su nuevo plan estratégico. Una hoja de ruta desde la que tendrán que salir a corregir las pérdidas y la caída de la facturación que la compañía viene arrastrando desde la irrupción de la pandemia por coronavirus, en una situación que lejos todavía de enmendarse, se ha vuelto a dar al cierre de su último ejercicio de 2024.
Para ponernos primeramente en situación, tras pasar de manos de su fundador, Alberto Palatchi, a la firma de capital riesgo británica BC Partners en 2017, por unos 550 millones de euros, era a finales del pasado 2022, abrumados por las pérdidas que venía arrastrando la compañía como consecuencia del profundo deterioro experimentado del negocio nupcial tras la irrupción de la pandemia por coronavirus, el que este terminaba acordando su venta, tras llegar a un acuerdo vinculante con una amplia mayoría de sus acreedores de notas senior y junior, a un consorcio de inversores liderado por Bain Capital y MV Credit. Unos nuevos propietarios —a los que se ha sumado la firma de inversión estadounidense Clearlake tras la adquisición en septiembre de MV Credit—, para una nueva Pronovias que empezaba a tomar cuerpo con el nombramiento, ya en mayo de 2023, de Marc Calabia, hasta entonces director general de Springfield, como nuevo director ejecutivo de Grupo Pronovias. Una posición desde la que desde entonces se ha venido encargando de tratar de corregir el desempeño de una compañía, que cerraba ese mismo ejercicio de 2023 registrando una caída de su facturación de un -8,9 por ciento, con un Ebitda por 2,4 millones de euros, y unas pérdidas netas de -98,1 millones de euros, según los primeros balances del ejercicio, pendientes de auditoría.
Una auditoría de las cuentas que finalmente se ha llevado a cabo, dejando al descubierto unos resultados consolidados que la compañía acaba ahora de depositar en el Registro Mercantil, tal y como han adelantado desde el medio económico Cinco Días, y desde los que se confirma la caída de la facturación registrada en 2023 de un -8,9 por ciento frente a las cuentas del año anterior, hasta los 135,8 millones de euros. Una situación que en contra no se ha dado en sus estimaciones iniciales de rentabilidad, después de que la compañía haya terminado por disparar sus pérdidas anuales por encima de esos -98,1 millones de euros previstos en un primer momento, hasta los -128,5 millones de euros de pérdidas netas registradas en 2023. Una diferencia de 30,4 millones de euros en pérdidas, que la compañía ha justificado en el deterioro de unos -42 millones de euros vinculado a una sobrevaloración de activos intangibles realizada en 2017, en el marco de la operación de venta de Pronovias a BC Partners.
Con un 2024 nuevamente en pérdidas y con caída de la facturación
A este aumento de sus pérdidas anuales de 2023, se suma un 2024 para el que, dibujando un desempeño general, pero sin entrar todavía a ofrecer unos montantes totales, desde Pronovias ya adelantan que la compañía volverá a cerrar en pérdidas. Una noticia nada favorable para sus actuales nuevos propietarios, que tal y como habría quedado recogido en el registro de las cuentas de 2023, confiaban en lograr completar este último ejercicio de 2024 con unos beneficios netos consolidados positivos, tras las medidas de estímulo y de revitalización del negocio acometidas tras su adquisición, y la inyección de nuevos fondos y la reducción del endeudamiento de la compañía que se llevó a cabo como consecuencia igualmente de su paso a manos de ese consorcio de inversores/acreedores liderado por Bain Capital y MV Credit.
A esa previsión, que finalmente no se va a cumplir, se suma también el que, como primeras estimaciones, Pronovias cerrará 2024 con también una nueva caída, todavía sin determinar del todo, de sus niveles de facturación. Unas circunstancias ambas, la del retroceso de las ventas y la del nuevo registro de un beneficio neto en negativo, que desde su dirección han tratado de relativizar, a pesar de esa previsión inicial, enmarcando este desempeño en el contexto de un ejercicio de 2024 que ya valoraban y al que ya se enfrentaban desde su catalogación como un ejercicio de “transición” desde el que ir asentando las bases para la próxima nueva etapa de crecimiento de Pronovias.
Así pues, y tras advertir en mayo de que aquellas cifras, provisionales, registradas en 2023 “no comprometen la solvencia financiera de la compañía, que ha reducido significativamente su nivel de deuda tras la operación de reestructuración accionarial”, que le permitió reducir su deuda un -52,7 por ciento, desde unos 277 a unos 131 millones de euros, a fecha del pasado 31 de diciembre de 2023, “este 2024 va a seguir siendo un año de transición”, destacaban para entonces desde Pronovias a través de un comunicado. Palabras que completaban advirtiendo igualmente, y en esta misma dirección, que el de 2024 sería también el año que "sentará las bases para un futuro de crecimiento sólido” de la compañía nupcial.
Nuevo plan estratégico, de 2025 a 2027
Lejos de resultar en unas promesas huecas y vacías de contenido, lo que se encontraba tras esas palabras era la primera mención que, a renglón seguido, hacían desde Pronovias con respecto a su nuevo plan estratégico, para de 2025 a 2027. Una nueva hoja de ruta que deberán empezar a implementar de manera ya decidida a partir de este próximo año, y para la que han venido así pues preparándose a lo largo de este último ejercicio de 2024, a través de la adopción de unas primeras medidas; algunas de estímulo de su negocio y de su oferta, como lo ha sido la decisión de abrirse a la política de colaboraciones con una asociación con la diseñadora italiana Elisabetta Franchi, y otras de optimización, como lo ha sido el controvertido ERE que la compañía ha aplicado sobre la plantilla de sus oficinas centrales, reduciendo no obstante finalmente su afección de 85 a 64 trabajadores.
Al margen de estas primeras actuaciones, destinadas más a allanar que a implementar esta nueva hoja de ruta, tal y como concretaban en su día desde Pronovias su nuevo plan estratégico de 2025 a 2027 se va a estructurar sobre un total de tres ejes principales, todos ellos dirigidos hacia los objetivos de impulsar las ventas y consolidar la posición de liderazgo de Pronovias dentro del sector de la industria global de la moda nupcial. Metas para las que van a tratar de enfocarse en estimular su crecimiento en mercados estratégicos como los Estados Unidos, país en el que Pronovias guarda por ambición la de duplicar su cuota de mercado al cierre de 2023; en potenciar la diferenciación y optimización de su cartera de productos y de marcas, con el punto de vista puesto en ofrecer su mejor selección de artículos en función de precio y geografías; y en adoptar una nueva estrategia de distribución.
“Con este plan de transformación”, adelantaban desde la dirección de Pronovias, “la compañía proyecta volver a la senda de la rentabilidad con un modelo operativo adecuado a las características del mercado actual”, completamente transformado, de pies a cabeza, tras la pandemia por coronavirus. Todo ello mientras además, advertían, se sirven de un nuevo modelo “con capacidad para explorar todas las oportunidades de crecimiento en mercados estratégicos, tanto nuevos como maduros, con el objetivo de asentar su posición como el referente global de la industria de la moda nupcial” que es Pronovias.