Marie Claire, abocada a concurso de acreedores
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Después de que a finales de mayo la compañía comunicase sus intenciones de abrir un proceso de reestructuración financiera y operativa que permitiese dar viabilidad a la empresa, las jornadas se han ido sucediendo sin que se haya terminado de despejar el futuro de la histórica compañía de íntimo Marie Claire. Empresa que se ve a cada día que pasa más abocada a la presentación de concurso de acreedores, paso previo al de su posible cierre definitivo y liquidación, después de que este miércoles, 22 de junio, volviera a terminar sin acuerdo la reunión entre representantes de la empresa y de sus trabajadores, desde la que se trató de negociar, hasta el último minuto, los términos de negociación para un ERE sobre la plantilla que permitiese garantizar el mantenimiento y el funcionamiento de la fábrica con la que cuenta la firma en la localidad castellonense de Villafranca del Cid. Planta que, de no alcanzarse el acuerdo, se espera que termine paralizando toda su actividad el próximo 30 de junio.
La estimación de esa fecha como el punto a partir del cual la compañía, fundada en la misma localidad de Villafranca en torno al año 1907, se verá irremediablemente abocada a presentarse a concurso de acreedores, resulta del hecho de que es a partir del próximo 1 de julio cuando vencerá el ERTE en el que se encuentran inmersos más de 130 trabajadores de la fábrica de Marie Claire en Villafranca. Empleados que deberían de este modo volver a ocupar sus puestos de trabajo, en un hecho que para la compañía, sostienen, resultaría inasumible dada su posición financiera, y razón esta por la que, el pasado 5 de junio, ponían a disposición de los sindicatos representantes de los trabajadores de la planta la documentación correspondiente para la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) sobre los trabajadores de la fábrica. Un mecanismo de ajuste sobre su plantilla, para el que desde el Comité de Empresa de Marie Claire, integrado por representantes de los sindicatos de CCOO y de la UGT, solicitaban ya entonces a la compañía el poder disponer de una mayor información sobre los planes y las intenciones que guardaban, tanto hacia la plantilla como hacia la misma planta de producción.
Desde entonces se han venido manteniendo distintas reuniones entre empresa y sindicatos, en el marco de una Comisión Negociadora del ERE sobre cuya mesa de negociación, en una reunión sostenida este mismo lunes 19 de junio, desde la dirección de Marie Claire planteaban su intención de entrar directamente a liquidar la firma de íntimo, dando paso a un ERE total de extinción de actividad para el total de los 260 trabajadores con los que cuenta actualmente la empresa, y rechazando seguir planteado como opción alternativa la de un ERE parcial para 190 trabajadores que permitiese mantener, aunque en mínimos, el funcionamiento de la planta de Villafranca. Un proceso que justificaban ante la falta de haber logrado encontrar un inversor interesado en participar del relanzamiento y de la financiación de la compañía, en un compromiso para el que estarían reclamando, según se han encargado de adelantar desde el medio local de El Periódico Mediterráneo, la inversión de fondos por valor de entre 3 y 4 millones de euros, que permitirían mantener la empresa en funcionamiento. Un extremo para el que no obstante desde CCOO y UGT se resistían, convidándose ambas partes a una última reunión, programada para este mismo miércoles 22 de junio.
Unas negociaciones en tiempo de descuento, bajo la sombra de la externalización
En el marco así ya pues de este último encuentro entre empresa y representantes sindicales, la quinta reunión de estas características mantenida entre las partes desde que se solicitase la presentación del Expediente de Regulación de Empleo por parte de la dirección de Marie Claire el pasado 5 de junio, se confiaba en que este hubiera servido para alcanzar a dar finalmente los pasos necesarios para acordar los términos para ese ERE parcial sobre la plantilla, que permita garantizar el mantenimiento de la fábrica y de un mínimo de puestos de trabajo. Un extremo que finalmente no ha alcanzado a darse, dejando a la empresa abocada ya a la solicitud de concurso de acreedores, de no llegar a encontrarse en estas últimas horas de descuento a ese “deseado” socio inversor, o de acordarse finalmente los términos para ese ERE parcial al que no terminan por dar del todo la espalda desde la dirección de Marie Claire. Una opción no obstante que se presenta igualmente compleja de llegar a darse, como bien ha quedado puesto de manifiesto después de que tras esta última reunión de este miércoles 22 de junio, habiendo ya concluido el encuentro sin acuerdo, empresa y sindicatos se hayan emplazado a seguir negociando, pero sin concretar las fechas de próximas reuniones de la Mesa de Negociación, y todo estando cada vez más cerca ese día del próximo viernes 30 de junio que se ha situado como fecha límite para encontrar una solución a la situación por la que atraviesa la compañía, y a la de sus trabajadores.
Tratando de aclarar los motivos que están dificultando el poder sellar los términos para ese ERE parcial que, a día de hoy, continuaría siendo la opción más ventajosa y la única que dejaría la puerta abierta a una futura revitalización de la empresa, desde su centro de producción de Villafranca, en el marco de esta última reunión mantenida entre las partes, desde la dirección de Marie Claire, según se encargaban de desvelar fuentes sindicales al citado medio generalista de noticias de El Periódico Mediterráneo, habrían vuelto a plantear a los sindicatos la opción de presentar un ERE para un total 190 trabajadores, el 73 por ciento de la plantilla de la compañía. Un Expediente que pasaría a entrar en vigor a partir del 1 de julio, y para el que ya han llegado a hacerse a la idea los representantes sindicales de los trabajadores, estando ahora el principal de los obstáculos en las reservas que estos siguen guardando hacia las verdaderas intenciones de la dirección de Marie Claire, rechazando el pactar el ERE si no es con unas mínimas garantías que apunten a que la firma de íntimo seguirá en activo, y en activo desde la planta de Villafranca, y de que no se trata de una estrategia orquestada para llevar la compañía a concurso de acredores, sin el peso de sus trabajadores.
“No ha habido acuerdo” y “continuamos negociando”, apuntaban las citadas fuentes sindicales al mencionado medio de noticias, tras la reunión de la Mesa de Negociación de Marie Claire de este miércoles 21 de junio. Un encuentro que se centró en tratar de, en línea con lo ya apuntado, acordar los términos para ese ERE parcial, pero expediente para el que, advertían desde las organizaciones sindicales vinculadas a la empresa de íntimo, “pretenden que pactemos la salida de 190 empleados”, en algo que no “vamos a consentir si antes no nos dan garantías de que Marie Claire seguirá en activo, aunque sea con una mínima producción”. Y es que los recelos siguen pesando sobre una estrategia de la empresa que “está clara” a ojos de los sindicatos. “Lo que quieren es despedir a toda la plantilla, y hacerlo por fases”, primero, supuestamente, pactando un ERE parcial, para a los días despedir al resto de los trabajadores, y desde ahí ya finalmente “declararse en concurso voluntario de acreedores”.
Un proceso este al que ya ha venido abriéndose la empresa solicitando su entrada en fase de preconcurso, pero para el que en lugar de entrar a liquidar la empresa y la totalidad de sus activos, la compañía podría muy bien terminar recibiendo el apoyo financiero necesario, de parte incluso del grupo B2Tex que adquiría la empresa el pasado 2021, para hacer frente a su deuda y a los compromisos que mantiene adquiridos con sus acreedores —entre ellos los de devolver los cerca de 20 millones de euros en ayudas que le han sido concedidos por parte del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF)—. Una panorama supuesto que seguiría dejando a B2Tex manteniendo el control sobre el valor y sobre la propiedad intelectual de la marca Marie Claire, para desde esa posición arrancar con una nueva etapa de la firma de íntimo, sostenida ya no por su centro de producción propia de Villafranca, sino por una producción externalizada, y a un menor coste.