La polémica de la raspa de pescado
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La silueta de la espina de pescado, presente desde hace décadas en la artesanía y los souvenirs de Zahara de los Atunes —así como en muchas otras zonas de costa—, ha pasado a estar en el centro de un debate tras ser registrada como parte del logotipo de la marca de moda NoNiNá, creada por la presentadora Paz Padilla y su hija, Anna Ferrer Padilla.
El proyecto, que comenzó como una tienda en esta localidad gaditana, ha ido ganando presencia y prepara ahora su desembarco en Madrid con la apertura de un segundo local. En ese contexto, varios pequeños comercios de la zona han recibido burofaxes del equipo legal de la firma en los que se les insta a dejar de vender productos con diseños considerados demasiado similares al emblema registrado por la marca, creado por el artista visual Xoan Viqueira.
La medida ha suscitado reacciones tanto en redes sociales como entre los vecinos de la zona, que cuestionan la legitimidad de registrar como marca un símbolo que muchos consideran de uso común. Para entender mejor el trasfondo legal del caso, hablamos con el equipo de Stobbs, agencia especializada en propiedad intelectual.
Sarah Fellows, directora de propiedad intelectual, y Carmen Sánchez García, abogada de marcas en formación, gestora de PI y gerente del programa IP Accelerator de Amazon en la misma firma, nos ayudan a aclarar qué protege exactamente una marca registrada, cómo se diferencia un diseño original de uno genérico y qué riesgos asume una marca al construir su identidad visual sobre símbolos de uso común.
Stobbs se fundó en 2013 con el objetivo de convertirse en la empresa de asesoramiento de marca líder en el mundo. Su obsesión por la originalidad les permite estar al lado de los propietarios de marcas, apoyándolos para maximizar y proteger su activo más valioso. Su propiedad intelectual.
Aunque con sede en Reino Unido, están presentes en Irlanda, Países Bajos, Estados Unidos y Alemania, además de familiarizados con la legislación comunitaria y los principios aplicados por la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM).
Recurrir a símbolos locales puede ser una estrategia poderosa… o contraproducente. El storytelling de NoNiNá se apoya precisamente en ese imaginario gaditano que ahora algunos vecinos sienten que se les ha arrebatado, demostrando que hay una diferencia importante entre lo que es legal y lo que es legítimo.
¿Puede una empresa proteger su marca sin arrasar con símbolos colectivos? ¿Hasta qué punto es posible separar lo creativo de lo cultural? ¿Y qué responsabilidad tienen las marcas cuando se apropian —aunque sea legalmente— de elementos que los pueblos consideran suyos?
¿Qué protege realmente una marca registrada?
Tras revisar los registros públicos, las expertas constataron que la marca NoNiNá ha registrado varias versiones gráficas de su logotipo, que combinan siempre el nombre con la raspa, pero no existe —hasta donde han podido verificar— un registro exclusivo del símbolo de la espina de pescado de forma aislada.
Esto es relevante porque, desde el punto de vista jurídico, registrar una marca protege únicamente la versión concreta que ha sido inscrita, aunque potencialmente puede hacerse valer contra marcas que resulten confusamente similares. Tal como explican desde Stobbs, “la protección cubre la marca registrada, no el concepto genérico”, por lo que otras representaciones gráficas de espinas —distintas en estilo o aplicación— no estarían necesariamente infringiendo derechos si no inducen a confusión en el mercado.
Además, para que exista infracción de marca, el símbolo utilizado por un tercero debe ser lo suficientemente similar al registrado y aplicarse en productos o servicios similares, que pueda generar un riesgo de confusión (salvo que la marca tenga un renombre significativo, en cuyo caso podría hacerse valer incluso respecto de productos o servicios no similares).. En el caso de NoNiNá, está protegida específicamente en el sector textil y de complementos.
Otra posibilidad es que la defensa legal de la marca se base también en derechos de autor sobre el diseño de la espina, que fue creado por el mencionado artista Xoan Viqueira. En ese caso, la protección se refiere a la obra específica, no al concepto de una espina de pescado en sí.
Mientras el registro de marca se asocia con un signo distintivo que indica el origen comercial, el derecho de autor protege la creación artística concreta desde el momento en que se materializa.
Carmen S. compara el caso con el del Indalo de Almería, un símbolo con profundas raíces históricas y ampliamente consolidado como emblema identitario de la región. En cambio, la espina de pescado de Zahara de los Atunes, aunque evocadora de la tradición pesquera local, tiene un carácter más reciente y popular, sin el mismo grado de unicidad cultural. Por ello, su protección legal como marca se apoyará principalmente en el diseño concreto y su distintividad gráfica.
¿Hasta dónde puede llegar una marca?
“Una empresa puede registrar un símbolo, incluso si tiene raíces culturales, siempre que el diseño cumpla con los requisitos de distintividad y no esté ya protegida”, señala Sara F. Es decir, tiene que tener elementos propios que lo diferencien del uso común. “Una manzana puede ser registrada, como en el caso de Apple, pero no cualquier manzana. Tiene que tener algo más”.
“Una espina genérica no es registrable, pero si se crea un diseño original y distintivo, sí puede serlo. Ahora bien, ese registro no otorga derechos sobre el concepto en sí, solo sobre esa versión concreta del símbolo”, indica Carmen S.
La clave reside en el uso comercial y el riesgo de confusión. Si una tienda usa utiliza una espina de pescado muy similar a la registrada por NoNiNá, dentro de un nombre de marca parecido, y lo hace en productos de moda o accesorios —bienes y sectores en los que la marca está legalmente protegida—, podría existir base para reclamar. Pero si el diseño es diferente o se aplica en otro tipo de producto, como cerámica artesanal, el argumento pierde peso.
¿Qué pueden aprender las marcas emergentes?
Ambas expertas coinciden en un punto crucial: antes de construir una marca sobre símbolos que podrían tener raíces culturales, es fundamental realizar una búsqueda de viabilidad (clearance search, en inglés).
“Muchas disputas podrían evitarse si las marcas emergentes supieran desde el inicio qué se puede registrar, cómo hacerlo correctamente y qué riesgos asumir al inspirarse en elementos comunes”, apuntan.
Otro consejo clave es documentar el proceso creativo. “Si puedes demostrar que desarrollaste un diseño desde cero, con referencias propias y bocetos, será mucho más fácil defenderte ante una acusación de copia”, añade Carmen S.
Por último, abogan por actuar con sensibilidad. “En casos como este, donde hay un fuerte componente emocional y cultural, no siempre es necesario comenzar con un burofax. A veces, un acercamiento informal o una conversación directa con los vecinos puede evitar incendios mediáticos”.
Invertir en protección desde el principio
Contar con asesoramiento legal desde las fases iniciales de un proyecto no solo garantiza una protección más sólida frente a posibles conflictos, sino que también evita errores estratégicos que pueden traducirse en costes adicionales.
Así lo subraya la abogada especializada Sara F, quien recuerda el caso de una joven diseñadora británica que, al registrar su marca sin orientación profesional, dejó fuera varias categorías clave —como calzado y accesorios— dentro de la misma clase de productos.
La omisión, que podría haberse evitado sin coste adicional, le obligó tiempo después a presentar nuevas solicitudes y asumir gastos innecesarios. Casos como este ilustran que una inversión temprana en asesoramiento legal puede traducirse en un ahorro significativo y en una estrategia de marca más robusta a largo plazo.
- La marca NoNiNá ha generado controversia por pedir a comerciantes de la zona que dejen de utilizar la silueta de espina de pescado en sus productos, por ser muy similar a su marca registrada.
- Expertos en propiedad intelectual aclaran que registrar una marca protege únicamente la versión gráfica específica inscrita, no un símbolo genérico, y que solo existe infracción si hay similitud que genere confusión en productos o servicios equivalentes.
- Recomiendan a las marcas emergentes estudiar la viabilidad de registrar elementos con raíces culturales, documentar bien el proceso creativo y actuar con sensibilidad para evitar conflictos legales y reacciones adversas en la opinión pública.