La patronal del punto de Mataró alerta sobre las riesgos de la nueva normativa textil de la UE

Una extraordinaria oportunidad, repleta de riesgos. Con esta suma de apreciaciones es como desde Asegema, la Asociación de Empresas de Géneros de Punto de Mataró y Comarca, no han dudado a la hora de valorar el nuevo horizonte normativo que se está perfilando para el sector desde las instancias europeas, en lo que culminará con la aprobación definitiva de una nueva normativa para el textil de la Unión. Un conjunto de normas que se estima que empiecen a ser de obligado cumplimiento para a partir de 2025, y desde las que se están tratando de recoger las pretensiones de la UE por hacer que las industrias de la moda y del textil pasen a operar sobre un modelo de negocio plenamente sostenible y circular, siguiendo así con la línea trazada por la Agenda 2030, “para lograr un futuro mejor y más sostenible para todos”, establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Tratando de desgranar y analizar esas oportunidades, y retos, que encierran para las empresas del sector la nueva normativa que está llamada a llegar para provocar una profundísima disrupción en la operatividad de las empresas textiles europeas, desde la misma Asegama organizaban a finales de este pasado mes de junio, coincidiendo con el inminente arranque de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, una jornada informativa sobre esta nueva normativa que se está tramitando desde las instituciones de la UE. Un encuentro dirigido a los representantes de las empresas asociadas a la organización empresarial, destinado a dar a conocer las líneas generales del que será este futuro nuevo marco normativo, todavía pendiente de su redacción y aprobación definitivas, y del que, según las intenciones de los legisladores europeos, deberán de implementar las empresas textiles en 2025, impulsando con ello el objetivo estratégico de la UE para que, a fecha de 2030, todos los textiles fabricados en Europa sean duraderos y reciclables, estén fabricados en su mayor parte con fibras recicladas y/o reciclables, sean libres de tóxicos y de sustancias peligrosas, y sean producidos respetando los derechos fundamentales y el medio ambiente, además de siguiendo con las directrices de un nuevo Reglamento de diseño que favorezca su posterior entrada en ese nuevo modelo de economía circular. Un conjunto de normas que llegarán así para imprimir un más que sustancial punto de inflexión en todo el conjunto del ecosistema industrial y empresarial ligado al mundo de la moda y del textil, tanto en cuanto terminará de afectando a todo el conjunto de su cadena de valor, desde productores, distribuidores y vendedores, hasta el cliente final.

Para dar cuenta de los efectos a los que deberán de saber empezar a hacer frente, atendiendo a este futuro cambio normativo, tanto fabricantes como el resto de las empresas y los mismos consumidores, del coloquio terminó por participar Susana Solís, eurodiputada del Parlamento Europeo por el ya prácticamente extinto partido político de Ciudadanos, e integrada en el grupo parlamentario europeo Renew Europe, y quien se encargaba de enfatizar el que, como principal propósito, el conjunto de nuevos reglamentos que afectarán al sector, guardan por principal y único motivo el de impulsar su avance hacia un modelo asentado sobre las bases de una economía circular, desde el que se promueva la producción de productos de mayor durabilidad, y que puedan ser fácilmente separados y reutilizados para volver a formar parte de ese modelo.

Acompañando a Solís, el encuentro también contó con la intervención de Paco Casas, presidente de Asegema, y quien se encargó de subrayar ese doble valor como “oportunidad” y “reto” que guarda ese nuevo paradigma asentado sobre la circularidad diseñador para el sector del textil desde las instancias europeas. Una apreciación que sostenía sobre las crecientes “preocupaciones frente al nuevo panorama” normativo que han venido surgiendo, y en particular entre las empresas de la región. Y es que frente a ese nuevo horizonte en el que “el slow fashion será no solamente una tendencia, sino una norma”, apuntaba Casas en su intervención, tal y como se han encargado de difundir desde la misma Asegema, “son cada vez más tangibles en el Maresme” esas preocupaciones, dado “el tipo de empresas que hay en la comarca”. Empresas de las que “sabemos que muchas de ellas ya trabajan en esta línea”, preparándose para asumir el nuevo marco normativo, mientras que “a otras se les suma este nuevo paradigma a la falta de relevo generacional”, en lo que las lleva a una clara desazón provocada por el no saber “si podrán sobrevivir” a estos nuevos cambios que se avecinan.

La competencia con los países extracomunitarios: una cuestión capital

En esa misma línea, tratando de descifrar cuales están siendo esas principales y crecientes preocupaciones que vienen alimentándose entre las empresas del textil, y en este caso concreto en las que mantienen su operatividad en la región del Maresme, era el mismo Casas quien se encargaba de poner el foco sobre una de las cuestiones que mayor incertidumbre está provocando: la competencia dentro de la Unión con empresas radicadas en terreno extracomunitario. Un aspecto que sigue generando fricciones a pesar de que las intenciones de la UE pasarían por hacer extensible su normativa a todos los productos que no solamente se fabriquen, sino que se comercialicen, dentro del ámbito económico europeo, en unas aspiraciones que falta no obstante por comprobar en qué medida y grado terminan por verse reflejadas en ese nuevo marco normativo, así como en la vida y en las operaciones reales del sector. Un apunte que Casas practicaba como principal contrapunto a una jornada desde la que se trató de poner no obstante el foco de atención en lo estratégica que parece mostrarse esta oportunidad, para que nuevamente la región pase a “reposicionarse y recuperar su liderazgo dentro del sector”, a medida que, de cumplirse los objetivos que se persiguen con ese nuevo marco normativo, el conjunto de la industria y de la sociedad europea camine de la mano hacia una moda más comprometida, duradera y sostenible.

“La nueva normativa hará que las empresas del continente caminen hacia la sostenibilidad”, apuntaba el presidente de Asegema, pero, alertaba, “no sabemos que pasará con las empresas textiles competidoras del resto del mundo”. Y es que “como sector podemos hacer todos los esfuerzos que sean necesarios, pero si después las administraciones siguen comprando fuera, o los consumidores optan por el ‘fast fashion’, no saldremos” de esta dinámica, argumentaba Casas.

Visita a la exposición “Fashion Art. 20è Aniversari”

Para terminar de completar la jornada, y en un tono algo más lúdico y relajado, se dio paso a una segunda parte de la jornada desde la que los asistentes al encuentro pudieron asistir a la presentación del libro “Les fàbriques de Mataró 02. Gènere de Punt”, publicado por la escritora Pilar Gonzàlez-Agàpito, y desde el que, además de poner en valor la historia de la industria textil en la región, sirvió a demás para poner en evidencia esa constante transformación sobre la que se asiente el sector, en lo que la nueva normativa europea, apuntan desde Asegema, llegará para ser “una disrupción más” de las que ha debido de aprender a hacer frente. Culminando ya la reunión con una visita guiada a la exposición temporal “Fashion Art. 20è Aniversari”, que viene albergando el Museu Tèxtil de Mataró, desde el 16 de junio y hasta el próximo 15 de octubre de 2023.

En relación a esta singular muestra, desde la exposición se exhiben una selección de 29 vestidos diseñados por el modista Manuel Fernández, escogidos de entre su colección de más de 300 piezas, y de los cuales 28 se muestran intervenidos por una amplia lista de otros tantos creativos y artistas plásticos, tanto nacionales como internacionales. Dejando la última de las piezas, la 29, como un diseño “en blanco” firmado por el modista, en forma de un vestido de novia que se ha cedido para que fuera intervenido, con motivo de esta exposición, por una artista de la localidad de Mataró, en un papel para el que finalmente ha sido escogida la artista ceramista Mia Llauder. Quien de este modo se encarga de completar esa lista de creativos que, de la mano de Fernández, se están viendo participando de esta singular exposición, y entre los que encontramos nombres como los de Anuca Aisa, Grimanesa Amorós, Irene López de León, Jaime de Laiguana, Chillida Belzunce, Rafael Canogar, Guillermo Cárdenas, Juanjo Castillo, Pilar Copete, Pepe Dámaso, Rolo de Sedas, Ana Isabel Díez, Lucy Yegros, Mar García Ranero, Agustín Ibarrola, Anna Jonsson, Abraham La Calle, Ouka Leele, Pedro Paricio o Marta Vega.